El mundo es nuevo, también para la BBC
El fin de la publicidad en RTVE, el mismo caso ya anterior francés y los dos últimos dos años de crisis de credibilidad de la BBC son las muestras de ello: parches, excusas, huidas hacia adelante de una estructura que ya no responde a su tiempo, aunque el tiempo presente sea tan nebuloso. El número de The Economist que apareció ayer se entretenía en los problemas de legitimidad financiera de la BBC, esa religión para la clase política española cuando habla de televisión. Para la periodística, también. Es el mismo periódico británico el que reconoce irrepetible modelo de pago de licencia, bueno es decirlo por si quedan locos que lo llegan a pensar, como ha sucedido en Francia, para reducir el déficit público. Pero ya pagan las telecos.
Lo mejor es el párrafo de cierre (traduzco yo con cierta libertad):
«Una encuesta de Ipsos Mori de agosto pasado sacó a la luz un público que ya no respalda de lleno el statu quo: el 37% decía que la licencia para ver la televisión no era la forma correcta de financiar la BBC y el 47% negaba que fuera un buen gasto por lo recibido a cambio. En lo que puede que sea el peor de los augurios para la compañía, su mayor apoyo lo recibía entre los mayores de 65 años»
Javier Capitán nos contaba el otro día que su hijo de 16 años cuando entra una web y ve que no tiene vídeo simplemente no continúa. Nuevos tiempos, nuevas estructuras.
¿A las 2:22 AM? Espero que no sea insomnio.
Es natural que las épocas inciertas como la que vivimos, con revolución tecnológica, crisis y desorientación política, provoquen desasosiego y miedo en las estructuras que se creían inamovibles hasta la fecha.
Es difícil saber qué modelo comunicacional surgirá de todo esto para prevalecer, si es que sólo surge uno y no una multiplicidad de maneras de relación. La atomización de audiencias y la búsqueda de profundización en nichos de mercado van en ese camino.
Pero el ser humano ha necesitado siempre de conceptos claros y unívocos, aunque luego sus actos fueran por la diversificación, por eso la incertidumbre es mala consejera.
Sólo, pues, con una clara y unívoca decisión por parte de las autoridades y organismos competentes hacia la reconversión del modelo existente (en los medios, los derechos de autor, el marco legal, la difusión de los contenidos) dará luz, estabilidad, fomentará un crecimiento exponencial, creará oportunidades económicas en nuevas tecnologías (¿no había que cambiar el modelo de ladrillo, sol y pandereta?), etc.
Pero, mientras tanto, aquí hablamos de los trajes de uno y el avión del otro.
Como decimos en Cataluña: patirem (sufriremos).
Un saludo.
Pues tu lo has dicho, así es.
No, no era insomnio, era calor.