Una mirada rara a la causa de Pablo Herreros
6 noviembre, 2011 – 17:18 | 18 Comentarios

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La industria gana a la no industria: diez semanas de taquilla española en el número uno

Escrito por el 2 enero, 2010 – 11:2910 Comentarios
La industria gana a la no industria: diez semanas de taquilla española en el número uno
En algún sitio me ha parecido ver que el incontestable éxito de diversas producciones españolas en la taquilla de las últimas semanas (Agora, Planet 51, Celda211, Spanish Movie) era una muestra de las capacidades del modelo de cine español y que había, desde el lado clásico del cine español, quien alardeaba de ello.

Pero debe mirarse con prudencia: el éxito proviene de las producciones que lidera la televisión – sobre todo Telecinco – con conceptos de mercado (capacidad para tener distribució internacional, tramas destinadas a atraer al público que va al cine pocas veces al año…), algunas casualmente en inglés y, ante todo, un factor diferencial: la intensidad de la promoción que se ha estado realizando en antena ha desbordado todo lo visto antes. Ágora ha tenido un apoyo de Telecinco esperable en la dimensión del presupuesto, pero lo que han hecho con Spanish Movie (esos sketeches, todavía más frecuentes en los segundos canales de TDT) ha sido espectacular.

El éxito es algo poco predecible en general (las historias conocidas por el público anticipan más posibilidades), pero pocas veces se consigue hoy un éxito de taquilla si el producto no se convierte en un evento social, en una razón para ir. Los efectos de la abundancia generan un esquema parecido al de los supermercados, donde hace tiempo que psicólogos y economistas encuentran que a las personas nos resulta más difícil elegir, paradójicamente, cuanta más opciones hay. Una parálisis que puede terminar en no elegir nada.

Pero vamos al hecho evidente que, en mi opinión, no se destaca adecuadamente: sin marketing no hay película que salga adelante y un marketing verdadero cuesta mucho dinero no incluido en los presupuestos de producción: dependiendo del caso, es mayor que el de la propia película en las dinámicas de Hollywood. El apoyo de las televisiones a productos pensados para el mercado genera el acontecimiento que convierte algo en must see. La paradoja es que las televisiones españolas quieren terminar con su obligación de invertir en cine español y tienen un momento procesal que hace pensar que esa circunstancia puede llegar.

En una de las muchas batallas por las leyes de cine, Uteca ha llegado a ofrecerse a producir con todas las consecuencias a condición de que se les diera libertad de trabajo. Algunas palabras nada amables en contra del establishment de producción en España, a los que se llamaba por su nombre – productores independientes – pero sin ocultar ironía y yo diría que hasta rechazo en el término, sólo mostraban el abismo de percepción. Uteca venía a decir algo así como si nosotros hiciéramos las películas… visto el éxito de las series de ficción y, en este año, el buen funcionamiento de las tv movies encargadas por las televisiones españolas hay que darles unas buenas dosis de credibilidad sumado al innegable hecho de que acaparan la taquilla española.

La ruptura radical entre el mundo de la televisión y el del cine en España hay que reconocerlo como el mayor fracaso de la política cinematográfica desde que Pilar Miró sentó las bases del sistema actual. Son necesarios para que las películas se vean y se financien y la pregunta relevante es si tiene sentido hacerlo en contra de ellos. Hay voces y personas que lo han intentado todo para tener un marco común, pero estamos donde estamos en lo que seguramente es un desamor sin reconciliación. Pero la cuestión es que el planteamiento radicalmente industrial que está haciendo la televisión privada gana la partida al tradicional y predominante enfoque de la autoría y la diversidad cultural. Mientras, en medio de una programación futura repleta de incógnitas, la televisión pública estatal, supuesto garante de la diversidad y pluralidad locales, emitía el primero de año otro gran éxito norteamericano destinado a máxima audiencia. Son muchas las contradicciones.

10 Comentarios »

  • Small Blue Thing dice:

    En mis añejas charlas con mi anterior productor, la bronca solía venir por el lado de la promoción: un corto no se publicita, decía él. Se manda a los festivales y a Canal Plus para ver si lo compran. Uno corto no es una película, era el argumento definitivo que nos esgrimía.

    Y yo, que hacía (hago) cortos para aprender a trabajar, creía (creo) que un corto es una película y debía tenerlo todo. Bien enfocado, bien desarrollado, pero con el mismo mimo en la postproducción y difusión que cualquier otro producto.

    Luego me hice mayor y me di cuenta de que el problema no lo tenía mi amigo porque fueran cortos, sino porque ni el Tato promocionaba. Yo jugaba a ser guionista y él a ser productor de cine, y hacía exactamente lo mismo que hacían los mayores.

  • gonzalo martin dice:

    El problema del corto es que no tiene modelo de negocio… Básicamente el corto es el anuncio de un talento. Hasta que apareció internet y algo se puede construir. Pero tu productor tenía razón es lo único que podías hacer. Ahora tienes la difusión libre y eso puede interesar a una marca…

    Pero en esencia, y sé que esto incomoda, hacer películas es como vender pañales: si no conocen tu marca no entras en el supermercado. Salvo en deshechos, hard discount y cosas donde vivir es muy complicado.

  • Small Blue Thing dice:

    Relativamente. Precisamente porque es la forma de aprender, lo que nos interesaba al director y a mí era que el corto se viera. Que se vieran donde fuera. Entre otras cosas porque con los premios y las ayudas externas, los dos estaban amortizados.

    Tuvimos, de hecho, dos ofertas para distribuir el documental con una revista local, del barrio del que hablábamos, y no la aceptó.

    En realidad, lo que apunto es lo mismo que has matizado tú: uno tiene que saber por qué hace cada cosa. Yo intento hacerlo. En aquel momento o escribía cortos o no escribía nada: escogí los cortos y no me salió nada mal. Pero yo quería entrar en el supermercado y tenía muy claro que tenía que mostrar mi trabajo. Parece ser que la productora no lo tenía claro. Y tan desencaminada no estaría, porque yo todavía sigo trabajando (todavía con un pie en la Red y otro en el hard discount), pero ellos no.

  • gonzalo martin dice:

    Bueno, tu lo has dicho: la clave es la difusión y, como digo en el texto, en un mundo hipersaturado encuentra una razón para que el mundo te vea y te saque del océano de cosas que existen. O nicho, o masa. En el nicho la escala de dinero es reducida. En la masa, o tienes para llegar o no llegas a nada.

    La mentalidad de rechazar la difusión por una revista local es la típica de la producción clásica: quieren evitar quemar su producto para entrar en ventanas más rentables. Lo malo es que se les pasa el arroz: salvo milagros (del tipo: resulta que el protagonista de tu corto ahora es el novio de Belén Esteban, y en esos casos da igual lo que te digo ahora), todos los contenidos pierden vigencia a toda velocidad, aunque no se hayan visto demasiado.

    Y ahí siguen. El rollete de los premios en festivales para iniciados y en querer hacer lo que les gusta sin tener en cuenta quien lo paga.

  • Small Blue Thing dice:

    En realidad eso nos está pasando también a los profesionales. Quizá es porque yo no puedo permitirme ser selectiva: tengo que trabajar y punto (ya decidiré si lo pongo en LinkedIn o no); pero me escama que nos pidan que lo seamos, que hagamos una especie de personal branding, que a menudo no te puedes permitir hacer. Es sabio hacerlo si tienes la oportunidad, pero si no, esperar al proyecto ideal puede suponer que desaparezcas.

    En el caso de mi primer corto, de 2004, ponerlo en la Red _saltándome al productor y al director, y a los actores… _ me ha supuesto, precisamente, revalorizar algo que estaba durmiendo el sueño de los justos y revalorizar al equipo. Pero menos mal que, a título pasado, estuvieron de acuerdo, porque otro de los problemas de esto es poner de acuerdo a todo el mundo, con mayoría de colegas defendiendo el modelo clásico.

  • Anonymous dice:

    Desde la barrera y en desconicimiento completo de lo que es el mercado, me permito opinar: A mi me parece que los productores españoles-sobretodo los viejos- son unos señores de puro que solamente ven el euro en la mano y nunca los ciento volando. Sabrán de sus inversiones, pero lo enfocan desde el mismo plano que un pescadero, si no vende su mercancía de inmediato creen que se pasa.Ayer vi una produccion española cosechadora ya de no sé cuantos premios..la peli se llama GARBO, os la recomiendo. El cine estaba hasta arriba- claro que era una sala pequeñita, pero bueno, la gente estuvo encantada…

  • Alvaro [natua.es] dice:

    Yo soy bastante ignorante en todo esto, pero eso de que el corto no tiene modelo de negocio… así a bote pronto me acuerdo de CreepsShow, En los límites de la realidad, etc… largos que en realidad eran recopilaciones de historias cortas y que funcionaban muy bien.

    ¿No será más bien no saber empaquetar el producto?.

    Me llama la atención el caso del Afterdark Horror Fest, una forma de promocionar y comercializar películas que quedan fuera del circuito.

    ¿No podría hacerse algo así con los cortos?. Combinar ambas cosas. Al menos para los de género, que supongo son más fáciles de agrupar y distribuir en paquete.

    Y luego lo que comentáis. El corto es la unidad perfecta para Internet, y ya hay herramientas para añadirle publicidad. Otra cosa es que pueda o no ser rentable y tenga que competir con los vídeos de bebés que muerden a perros y gatos.

  • Gonzalo Martín dice:

    Una cosa es que haya un corto que ha encontrado un modelo de negocio (y seguro que no se ha presentado como corto) y otra cosa es que haya un modelo de negocio basado en los cortos.

    Que internet sea un buen espacio, nadie lo niega, pero que haya gente que sistemáticamente haga dinero y podamos decir que existe un mercado estructurado, pues tampoco. Otra cosa es si está en camino. Hay gente tratando de inventar.

  • […] públicos del sistema de inversión obligatoria (Antena3 no se queda corta), están resultando ser los mejores productores por éxito de taquilla y retorno. Hoy, sorprendentemente, terminaban sus promociones con un mensaje: “Telecinco, con el cine […]

  • Zanti dice:

    Oye que buena esta web no? Estoy leyendo aquí sobre los cortos, que interesante…
    Soy animador (dibujos animados) y estoy intentando meterme en esto, pero es un poco complicado… Ahora mismo estoy intentando mover un corto a festivales para ver que pasa, a ver si puedo aprender algo… Cuando esa opcion este quemada, lo subire a webs que se dediquen a eso… Almenos creo que es una estrategia que me servira de algo..
    Me apunto mentalmente palabras clave como «nicho de mercado» o «masas» para hacer algo de provecho en animacion en mi vida.

    Gracias por las informaciones! A ver si puedo empaparme de mas cosas