Un blogger en Hong Kong se lamenta de los problemas de la producción independiente de allí. Lo interesante, es que se parece un tanto a las percepciones que suele decirse que tiene el público español sobre su cine: “su reputación”, pues parece ser que los cineastas se centran más en ser muy independientes y personales y no asumir que el concepto de independencia se refiere a la financiación y no a huir del público. El mismo autor se refiere a los buenos resultados de la política de soporte público realizada en Korea y su éxito internacional frente a una industria local, antaño exitosa, que tendría cierto declive. En Hong-Kong, a pesar de sus pasados éxitos de mercado, también existe un fondo público de soporte para el cine independiente. Esta comparación entre ambas industrias serviría para centrar algunos problemas de debate en España: asumiendo que las majors se marcharon de Korea por la piratería y que la industria local no parece haber muerto, ¿qué política pública es más efectiva para el cine o el audiovisual en general visto desde la óptica de la creación y la de industria? ¿Y en la era digital? España no es una excepción, sino lo corriente, en ayudas públicas al cine: lo raro es no tenerlas. Intento reivindicar la calidad de los debates: hay que empezar desde una posición sobre las ayudas públicas a sectores privados y a las artes en general (sí, no, por qué, cómo) para llegar después a si las vigentes y las propuestas generan los incentivos adecuados o crean distorsiones poco edificantes, si son efectivas para sus propósitos o si hay métodos alternativos.
16 marzo, 2011 7:24 AM
1. Escrito por Isabel
18/Mar/2011 a las 12:52 AM
Sugerencia de cambio en la propuesta: Primero analizar que clase de incentivos y/o distorsiones genera la situación actual (ay, el corto plazo y los indicadores). Esto daría una base razonada para el posicionamiento respecto al sistema vigente y la formulación o reformulación de propuestas.
Preguntas: ¿Quiénes deberían ser los actores del debate? Obviamente la ciudadanía pero ¿Cómo? ¿Con qué herramientas? ¿Hay conciencia de que si no se debate no se puede exigir?
Supongo que la pregunta del millón es ¿Cómo conseguir que la ciudadanía quiera y pueda debatir?
La frase: “el concepto de independencia se refiere a la financiación y no a huir del público”
Perdón si me extendí demasiado.
2. Pingback por Limitando la “excepcionalidad” del estado de opinión sobre el cine español « Pulsiones
31/Mar/2011 a las 9:25 AM
[…] la industria española en contexto, para limitar su posible excepcionalidad: hace poco veíamos como en Hong Kong se quejaban de la desconexión entre público y producción un tanto a la española. Resulta que en […]