Tropiezo con un artículo de El Mundo titulado “Cultura en Extinción”. En él se dan unas cifras terribles de caídas de espectadores y facturaciones. Por ejemplo: caída del 8,7% de venta de entradas en teatro, música y danza. Caída del 9% de espectadores de cine. Y tropecientos mil datos de salas que tienen que cerrar y otras desgracias. Todos estos datos me parecen fuera de contexto si no se contempla el resto del entorno. Sólo con búsquedas rápidas de noticias se puede encontrar que la caída de ventas de coches es del 18% en 2011 y que en el 2012 la cosa ha empeorado en toda Europa. Los coches tienen ayudas públicas, pero intermitentes y con finalidades normalmente muy concretas y temporalmente acotadas, como renovación de los vehículos más viejos. En otro apunte, se nos dice que las ventas de comercio minorista se han hundido un 11%. Esperar a final de año para ver qué ha pasado con el IVA y el cine creo que va a ser un espectáculo menos terrorífico que lo anunciado, pero mejor esperar y ver. A fin de cuentas, todo esto no son más que artículos periodísticos y hay que tomarlos con pinzas hasta no meterse a fondo con los datos (que me perdonen mis amigos periodistas). Pero, a priori, parecería que lo de la cultura no está peor que todo lo demás y que en ese ejercicio que tiene la economía (el uso de recursos escasos con fines alternartivos) es imposible que no se vea afectada ni por reducción de demanda (se supone que los parados ven más tele pero irán menos al teatro o a conciertos) ni por escasez de recursos públicos… cuando es el sector público un financiador decisivo de todas las actividades a las que calificamos de cultura. Me van a caer palos por todas partes.
9 diciembre, 2012 6:16 PM
1. Escrito por Goio Borge
10/Dic/2012 a las 4:00 PM
A mí me parece de lo más oportuna la reflexión, la verdad. Si además consideramos esos informes europeos que afirman que allí donde hay más actividades creativoculturales hay mayor nivel económico (o viceversa, sin que ya pueda saberse qué fue antes), el hecho del descenso en un ratio de actividades culturales debe verse en relación a su aportación, como la del resto de las industrias, a la sociedad, aunque sólo te centres (de momento) en el consumo. Es obvio que la cultura aporta otras cosas a un largo plazo además de ser la subsistencia de un montón de personas, pero también es cierto que por ejemplo el progreso tecnológico de la industria automovilística lo hace.
2. Escrito por Gonzalo Martín
11/Dic/2012 a las 6:32 AM
El problema de la palabra “cultura” es que lo abarca todo. Y se está agregando en un mismo popurrí económico a los acomodadores de salas de cine, a las bellas artes y a lo que se llaman industrias creativas, que abarca desde Torrente a la edición de un libro de poemas. Industria esta última de la que no verás a nadie quejándose por piratería. Así, parece que por el hecho mismo de que exista esa “industria creativa” (es decir, negocios que emplean artistas como empleados) todo el mundo é mejó y má culto. Por tanto, que tenga que haber menos taquilleros de cines se viste de tragedia social más allá de todos los males. Uy, lo que he dicho.
3. Escrito por Juan Luis
12/Dic/2012 a las 1:42 PM
Gonzalo: ese argumento es básico. Claro que hay crisis. Pregunta a los tenderos de tu barrio y a ver qué cuentan… Es lo que tiene querer vender titulares antes que análisis 😉
4. Escrito por Gonzalo Martín
14/Dic/2012 a las 4:08 PM
@juanluis Y si es de audiovisual, no te cuento: ayer, por ejemplo en El Confidencial: Wert concede ayudas públicas a películas vistas en los cines por 282 personas. Wert no concede nada: el Ministerio aplica lo que dice la ley, que genera determinados derechos a quien cumple los requisitos establecidos. Otra cosa es si es bueno un incentivo que genera este tipo de películas, si es irremediable que haya algunas que se comporten así o si se da demasiado o demasiado poco. Pero titular así demuestra no entender de lo que se escribe y generar confusión.