Alguno de los que aparecen en Copiad, malditos me advirtió durante el rodaje de que veía a los autores algo perdidos. Una vez vista la película, compruebo que la desorientación formaba parte de la propuesta narrativa. Por supuesto, el asunto crea sus regueros de polémica, seguramente mucho menos notorios de lo que eso que se llama la comunidad internauta desearía, pero el sucedido tiene muchos elementos de interés: a) salvo la emisión en TV3 de RIP: A Remix Manifesto hace ya bastantes meses, no creo que haya habido ni un solo medio generalista español, de papel u ondas, que haya dedicado un espacio verdaderamente reflexivo a mostrar las posiciones que cuestionan el modelo vigente de propiedad intelectual; b) que una televisión pública lo haya podido hacer con una licencia CC (no es la primera vez, pregunten a Felipe G. Gil) conduce a la inevitable pregunta de por qué no todo lo que hace en producción propia quede licenciado de forma que lo puedan emplear los verdaderos financiadores, los que pagan impuestos; c) el hecho de poner a disposición del público las entrevistas completas permite efectuar nuevos montajes con nuevas versiones del relato (que se podría considerar otra obligación pública): por ejemplo, he leído posibles quejas de Alejandro Sanz y de Lorenzo Silva, pero resulta que, al poder consultarse los testimonios completos de los intervinientes, se puede hacer una nueva versión y contarlo de otro modo, incluso para defender lo contrario: el material libre, permite seguir creando. Por cierto, veo que se han dejado fuera del montaje final a Richard Stallman, un clásico, quizá porque tenemos sus vídeos por todas partes, pero se han perdido ideas más profundas sobre propiedad intelectual. Por otro lado, contemplar la entrevista completa a José Manuel Tourné, presidente de FAP, es una excelente forma de entender la problemática de la piratería y de la configuración del paradigma – y la legislación – vigente.