Pasé casi toda la mañana hace unos días en la estupenda jornada que sobre “SmartTV” organizó Adigital. Jacinto Roca, CEO y fundador de Wuaki.TV hizo una ponencia excelente del cómo y los porqués del visionado online de películas. La sensación que me daba era como la de un túnel del tiempo: la obsesión por usabilidad, disponibilidad de catálogo, recomendación, márketing y alcanzar masa crítica eran exactamente las mismas cosas que obesionaban a los creadores de Hulu y Netflix sólo que contado para el público probablemente profesional de hoy. La estrategia de Digital+ con su iplus convertido en activo estratégico y esencial, junto a Yomvi me parece tan interesante, coherente y lógica en el camino del cuando quieras, donde quieras y con el dispositivo que quieras que me resultaba, tan de puro obvia, apasionante al tiempo que desmotivante como escuchante. Me explico: hace dos o tres años me hubiera llevado a escribir decenas de párrafos. Siento que repito argumentos de otros posts y, sin embargo, el negocio se ha claramente reinventado ante nuestras narices y toda la arquitectura conceptual que se vislumbraba está en práctica: en realidad, inventada por hackers y piratas pero y, a pesar del meme propio de las redes del “no se enteran”, hechas por gentes del negocio de toda la vida. Hay quien piensa que las majors no entienden de qué va, cuando yo creo que lo entienden excelentemente bien: por eso ponen todos los obstáculos para poder gestionar sus transiciones a su mejor gusto o con menos riesgo para sus intereses legítimos (incluidos los moralmente más dudosos de su poder monopolístico), que son dos formas de verlo. Contemplar los conceptos que maneja Mediaset o como se sitúa al DVD de modo subsidiario en la comercialización post-estreno, lo que nos dicen es que lo que llamé nueva industria audiovisual ya es realidad, aunque los cambios sean emergentes en muchos aspectos y queden mutaciones que yo creo inevitables, especialmente en la concepción de los productos. Ah, y la televisión no murió.