Vivo en la inopia. Aunque Antonio Ortiz me había dejado algo sobre los #cuatrotuiteros en un comentario, yo andaba a por uvas. Me tropiezo hoy con el enésimo escándalo y la protesta de los presuntos autores. Habría dicho Joan Navarro que los medios estarían pasmados ante Twitter (más feo, se le atribuye a Ramoncín hoy que los medios atienden al chantaje de las redes sociales) y, claro, fueron los tuiteros, se enfadaron, la liaron y le pusieron de trending topic mundial. Qué molón. Miren: yo sí creo que los medios están pasmados por Twitter. No sé si por desconocimiento o demasiado conocimiento: hace poco el diario El País hablaba de censura en Twitter – indignado, claro – reclamando todo tipo de cosas y la restitución de la cuenta afectada y bla, bla. Lo cierto es que en internet, no hay censura: mañana compras otro dominio, te instalas tu propio cms y dices lo que quieres. Por resumir, eso son los blogs. En los blogs, a diferencia de Twitter, hay espacio para pensar y reflexionar, incluso para decir bobadas. Esto último es común con Twitter, pero no lo primero. Así, el diario, en vez de promover la autonomía personal de quienes se crean una identidad digital sugiriendo al usuario que se cree su propio espacio (incensurable, chinos aparte) prefiere reforzar Twitter: la sospecha retorcida es sin son conscientes de que el blog le hace daño al poder del periódico para fijar agenda, algo que Twitter no hace. Twitter y sus trending topics son perfectos para fabricar noticias porque lo tomo como fuente y nos quedamos nosotros el debate. Usuarios de internet que presumen de activistas: tomen nota. Pero, igualmente, los medios están pasmados con lo que filtran y dicen los presuntos creadores y sus coaliciones: todavía estoy por ver que los responsables de la democracia y el control político del gobierno nos hablen de lo que ha pasado en Suiza o se lo pregunten directamente a Joan Navarro. Sin embargo, en el mundo desintermediado de los blogs tenemos debates más ricos y fuentes más diversas. Usuarios de internet que presumen de activistas: tomen nota otra vez, no se trata de que te ratifiquen tu revolución, se trata de hacerla. Uy, lo que he dicho: ¿he dicho revolución?. Ya me pueden pegar. Todos.