Que el editorial del diario tradicionalmente mejor relacionado con las estructuras de poder del Partido Socialista Obrero Español termine diciendo sobre el caso SGAE “Ahora, no bastará con castigar, si así ha ocurrido, a administradores fraudulentos. Han de cambiar tanto personas como un trasnochado statu quo sobre la gestión de los derechos de autor” justo el mismo día en que le dedica a una fotografía a toda página al nuevo candidato a la presidencia del gobierno cuesta pensar que sea todo, todo, casualísimo, aunque siempre se dirá que la portada del domingo estaba decidida tiempo ha. Más si tenemos en cuenta las todavía más tradicionales relaciones que se dice que mantienen el uno y los otros, es como si los símbolos se confabularan para crear un destino. El detalle malicioso lo vería uno en eso de han de cambiar personas aunque, curiosamente, sean inocentes: no bastará con castigar. A buen entendedor… Si uno fuera un influyente cargo electo de la SGAE mirararía con cuidado lo simbólico del editorial de un periódico cuyos editoriales fueron algo más que simbólicos durante mucho tiempo: es como si me estuvieran diciendo “estamos todos hartos, haced algo u os lo haremos”.