A Elena Sánchez: ¿y por qué no lo haces con un videoblog?
¡Vaya Tele! anuncia que Elena Sánchez, recientemente nombrada defensora del espectador del ente público, tendrá un programa en el que explicar su actividad. Se dice que la idea no acaba de encontrar espacio en la parrilla. Voy a defender aquí que es un error llevar un programa así a la parrilla y que su verdadero sentido se encuentra en los conceptos de nueva televisión que puede producirle un formato como el videoblog, dentro de las páginas que RTVE dispone en la red o, incluso y por qué no, hasta fuera, si se quiere presumir de independencia:
- Porque la esencia de tu función es la participación y el debate: la televisión en la red permite la inclusión de comentarios, preguntas y respuestas; permite compartir el vídeo y difundirlo por todo el orbe. Si la razón de tu cometido, Elena, como parece que es, consiste en crear un «debate sobre los límites del oficio de periodista», el debate real donde se puede producir es en la red y difícilmente en la antena. Que no te cuenten cosas sobre el poder de la interactividad de la TDT porque no, no va a igualar lo que las posibilidades del mundo 2.0 pueden hacer ya.
- Porque no es un contenido que exija el directo ni se puede pedir que la gente sea fiel a una hora, sino a su contenido: en la red se trabaja on demand, sólo tienes que actualizar tu intervención cuando sea oportuno y los subscriptores y los interesados llegarán a ello. Y se lo contarán a otros.
- Porque en la televisión convencional hay que llenar el espacio sí o sí, y en la red sólo se ha de aparecer cuando hay algo relevante que decir: la parrilla es cara, es un elemento escaso propio del mundo de la escasez previo a la digitalización. Estar en la parrilla obliga a una hora de salida y una frecuencia temporal obigatoria, sin importar si hay contenido relevante o no. En la red, sin desdeñar una disciplina de publicación, no importa llegar tarde y, sobre todo, permite ser selectivo con lo que se tiene que decir: si el material da para dos minutos, son dos minutos, si son diez, diez. En la tele hay que estar veintidós minutos como poco.
- Porque permanece y no es efímero: los debates que generes se supone que pertenecen a la sociedad. Con seguridad, a poco que hagas bien tu trabajo habrá polémica, y los argumentos a favor y en contra, los que sean, estarán ahí para consulta. Se supone que tus propios compañeros necesitan de un repaso a los criterios de la defensora, nada más sencillo que volver a la red. Ni cintas, ni salas de visionado, ni DVD’s. Con sus comentarios y opiniones. También, claro está, servirá para los criterios de otras cadenas.
- Porque el Ente tiene entre sus obligaciones el desarrollo de la sociedad de la información y se ha propuesto poner sus contenidos en la red: y se crea una tendencia y se refuerza una realidad. La realidad de que, en la práctica, las empresas de televisión no son ya empresas de televisión sino empresas de comunicación. Apostar por tener contenidos propios en la red independientes de la parrilla contribuyen a acercar y consolidar la realidad que viene y que ya es.
- Porque es más barato: una buena consideración para una televisión pública, que tiene que dar ejemplo del uso del dinero del ciudadano. En este caso, más que nunca, pues en la doble financiación los costes de tu programa serán considerados como servicio público y no con cargo a las partidas procedentes de la publicidad. En realidad, lo puedes hacer tú sola: con dos luces, un micrófono y una cámara doméstica. Con un fondo sencillo en el despacho y editando en tu ordenador de sobremesa. ¿Parco? ¿Duro? Ganarás en independencia y ganará en independencia tu sucesor que, sin duda, un día llegará.
Añadiré un ruego personal. ¿Por qué la televisión se identifica con el periodismo? ¿Por qué identificar al defensor del espectador con las noticias? La televisión produce noticias y eso es periodismo. Pero, esencialmente, la televisión es un espectáculo de entretenimiento y los dilemas éticos, editoriales y morales también están presentes. Sería interesante que se hubiera podido empezar con la polémica de 59 segundos, una buena piedra de toque. Son muchos más los temas que el público va a acercar… y no todos serán periodismo.
Suerte en este trabajo.
Excelente reflexión. Para mi, un indicador de calidad es que además de crítica, haya un propuesta. Desde mi punto de vista, en este post, te has superado.
Abrazos.
espero llegar un dia a generar este nivel y cantidad de sentencias acertadas a partir de que hayas leido una noticia de interes general. Espero que hayas enviado estas palabras directamente a Elena Sánchez, seguro que le cambia la perspectiva, es un genial post.
Gracias a ambos por vuestras palabras. Pero hay algo que quisiera precisar: no es una crítica ni a Elena Sánchez ni a RTVE. Sólo pretendo dar un punto de vista que creo más avanzado y actual a un problema de comunicación institucional, que es exactamente lo que plantea el «defensor del espectador». En la era anterior al 1.0, quizá fuera lo único posible, en la del 2.0 no cabe duda que hay que mirar a todas las opciones de comunicación.
Gonzalo está muy bien planteado el análisis y coincido en casi todos los puntos.
lo que creo es que pese a todo el espacio que se le ha dado a la web 2.0 con su TV comunicativa y a la que todos pueden acceder a todas horas, todavía sigue siendo como ese hermano menor al que nadie quiere prestarle atención en serio.
por esto creo descabellado que los canales tradicionales acepten pasar programas en exclusivo por estos nuevos métodos. que los usen como replicantes de sus contenidos eso ya es otra cosa. al menos por ahora.
un saludo.
Estoy de acuerdo contigo en que es descabellado pasar, desde un punto de vista exclusivamente comercial, programas de parrilla a internet. Y abandonar el otro medio.
Pero aquí suceden varias cosas:
– el formato es nuevo y se puede construir desde cero para el medio. Es una experiencia distinta que, sin debate, tiene poca fuerza.
– estar en la parrilla convencional, da muchos problemas de índole económica, horaria y puede que de legimitidad. Diré por qué.
– RTVE tiene, supuestamente, un canal comercial (La1) y otro de servicio público (La2). Más de la mitad de los ingresos de la cadena provienen de la publicidad. La subvención paga esencialmente la radio, la orquesta y algunas cosas más.
– un programa de este tipo no puede someterse al éxito de audiencia, ni a que esté financiado con publicidad, pues va en contra de su independencia o de la apariencia de independencia.
– como RTVE sí debe mantener una audiencia para alcanzar un umbral de rentabilidad (no recurrir a má subvención) poner el programa en tiempos comercialmente buenos supone arriesgar ingresos, con lo que el responsable tratará de llevarlo a madrugadas y horas de bajo consumo. Por tanto, se le acusaría de poca notoriedad.
– En este punto creo que una buena solución sería que tuviera facultad para pedir un minuto en el telediario siempre que quisiera y hacer el resto de su labor por la web. Tendría la notoriedad cuando fuera importante y mantendría un flujo abierto con la sociedad sin los inconvenientes anteriores.
Me parece muy acertada la idea de simultanear el videoblog con el minuto del que habla Gonzalo en el telediario. Ambos ámbitos son incluyentes, no excluyentes.
veo difícil que TVE de un paso hacia el videoblogging, sinceramente. Tampoco espero que sea así. Es un media tradicional y será siempre lento para que de pasos en la misma velocidad que lo que ocurre en los medias 2.0. Incluso veo tarde la idea de un Defensor del espectador, más cuando lo que ocurre es que ese espectador se ha ido. Yo ya no estoy del otro lado ni espero que nadie me defienda. Estoy activo en los entornos que son la televisión 2.0, sin más. Mi hijo Lucas igual, y sus amigos de su edad. Quedará defender, querida Elena Sánchez, a los indefendibles.
🙂 de acuerdo en todo. una gozada. no se te escapa nada.
eres uno de los bloggers más lúcidos del planeta.