Joost tendría versión web para el verano… pero seguirá necesitando un plug-in
El consenso de mercado (me tomo la licencia de recurrir a términos bursátiles) insistía en que si Joost tenía algo que hacer o, visto de forma más terrible, quería no desaparecer, tenía que dejar de ser un entorno en el que se requiere descargar una aplicación para ser instalada en la máquina del usuario a otro en el que se ejecutara directamente en el navegador.
Hace unos meses y de modo muy discreto Joost confirmaba que estaría en el navegador. De nuevo, a base de rumores y filtraciones a medios generalmente bien informados (Sillicon Alley, en definitiva) sabríamos que ese interfaz basado en el navegador existe pero que, en fin, no han podido eliminar completamente su dependencia de aplicaciones precisas de descargas: sigue siendo P2P y no streaming.
La maldad socarrona de los analistas neoyorquinos deja evidente una de las realidades de la nueva industria audiovisual a través de la web, las sacudidas y el cambio constante: de ser Joost la gran esperanza blanca a la dudosa bondad de tener como objetivo el permanecer relevante.
Actualización: la banalización de Joost está alcanzando niveles insospechados. A la búsqueda de nueva financiación, parece que hay poco interés por entrar en un producto que ya no atrae nada a los grandes medios televisivos tradicionales. Escasísimo entusiasmo de Viacom, por ejemplo.