Se veía venir (la demanda de Telecinco a YouTube)
La intensidad que está adquiriendo en los últimas días el debate (perdón, la pugna) acerca de lo que creo que se está llamando propiedad intelectual y que, en realidad, lo que esconde es la muerte de la distribución física de obras que vamos a llamar culturales a través de intermediarios atrapados en su legítimo negocio, está alcanzando cotas tan altas que parece complicado que suban. Subirán: la aceleración del proceso de deconstrucción del negocio audiovisual en medio de una crisis publicitaria – nada parece inocente aquí – adquiere dimensiones de crisis mientras se inventa lo nuevo.
Hace unas cuantas fechas un representante de Telecinco en un lugar público llamaba la atención sobre la presunta ilegalidad de lo que hace YouTube, su impotencia ante las subidas constantes de contenidos protegidos y, como quien no quiere la cosa, recordaba que el juicio de Viacom contra el portal norteamericano todavía no había terminado y que las espadas estaban en el aire. ¿Un anticipo de lo que se venía encima? La asesoría jurídica de Telecinco tiene bien ganada reputación de celo extremado (de una profesionalidad impecable, debe añadirse) lo que, sumado a la tradicional doctrina de cualquier televisión acerca de sus legítimos derechos, hace que la rotundidad fuera esperable. Como en este mundo nadie da puntada sin hilo, la demanda tiene que tener varias derivadas más allá del simple proceso a que dé lugar.
Un abogado está obligado a decir esto:
Con esta explotación ilegal de contenidos ajenos se está cometiendo un grave perjuicio en la planificación de la explotación de nuestros derechos y, además, están obteniendo ingresos publicitarios de enorme cuantía.
Un analista de este negocio, o un aficionado como yo, diría que el beneficio económico no puede ser espectacular pues es cosa conocida que el problema de un servicio como Youtube es la monetización. Además de que posiblemente haya que demostrar que se obtiene con los clips de Telecinco: no es inverosímil que los abogados de Google muestren recortes de prensa al Sr. Juez con el Sr. Eric Schmidt diciendo que duros, lo que se dice duros, no le sacan al juguete.
Para la consideración de su señoría, me pregunto si quedarán algunas cuestiones francamente divertidas:
- Por ejemplo, y como bien señala FormulaTV en su descripción del suceso, que Telecinco emplea en sus programas de zapping contenido procedente de YouTube y alguien deberá decirnos bajo qué fundamento legal se hace… por si puede deducirse que lo que se ha soltado al éter (los ingenieros llamaban éter al espectro) de modo gratuito es equiparable a lo que se ha lanzado gratis en un cable de cobre.
- Por ejemplo, como es que las cadenas pueden hacer programas de zapping con fragmentos de los unos a los otros sin que pase nada ni haya demandas y siendo más evidente el ánimo de lucro que el de los usuarios de YouTube.
- Por ejemplo, por qué si yo grabo una cinta de VHS con un contenido de Telecinco y se lo paso a mi vecino sí vale y si mi vecino me lo toma de la red no vale (eh: me sé la argumentación jurídica – o bueno, más o menos – pero hablo de la explicación llamémosle moral, lógica o de andar por casa)
- Por ejemplo, y siguiendo a Jeff Zucker, por qué YouTube sí puede filtrar el porno y no es tan sagaz para pillar los fragmentos de Fernando Alonso o de Operación Triunfo, que es lo que a ellos les preocupa.
El patio está que arde porque más de uno dirá que ya es casualidad que esto aparezca cuando La Coalición se ha presentado en sociedad: me da que SGAEs, EGEDAS y restantes tienen relaciones tirantes o desde luego no afines con las teles en general y Telecinco en particular. El nombre de Coalición, no lo puedo evitar, me suena a la cabellería ligera dispuesta a cargar sin prisioneros. La duda es si será la última carga (esto está en el cine y esto va de audiovisual, este tipo de giros verbales me los deberían aplaudir).
En el mismo tiempo aparece en el diario El País una entrevista con un ex-presidente de FNAC que es el promotor de la ley Sarkozy, esa que permite tirar del enchufe de la conexión si eres malo y te bajas lo que un vecino ha puesto. Decía al principio que esto suena a una reunión de damnificados porque la gente no hace lo que se espera de ella: precisamente hoy me he comprado una serie en la tienda española de ese ex-presidente y al ir a solicitar la correspondiente factura con su IVA desglosado un cartel advertía con finura que no se cambian DVD’s ni CD’s con el precinto de celofán roto para no favorecer la piratería. O la copia ilegal de contenidos, que ya no recuerdo el texto exacto. Es decir, que han vendido menos y sus estanterías corren el riesgo de dedicarse a la venta de cosméticos que, de momento, no pueden ser digitalizados y metidos en los hogares.
Y casi en el mismo espectro temporal, J. Mª Irisarri, presidente de Vértice 360º publicaba un muy comentado artículo en el mismo periódico de la mañana (hoy global y en español) sobre la falta de moral de la piratería en el que ya se apunta, y yo se lo decía como la parte más interesante del artículo, que la transformación del modelo de negocio esa una exigencia también por parte de los que se encuentran en el modelo tradicional.
Tambores de guerra. De sonar lejanos han pasado a atronar los oídos. No es evidentemente ajeno el hecho de que la publicidad disminuya, que es como lo del gasóleo con los camioneros: antes morir que perder la vida.
como siempre genial 😀
como ya he comentado yo también, estará interesante saber cómo acaba todo esto, pero YouTube tiene que compartir los ingresos con las cadenas, asi que más vale que descubra como rentabilizarlo xdd
Solo comentar en relación a los programas de zapping.. hay un pacto no escrito entre todas la cadenas de TV, para poder utilizar imagenes entre ellos para este tipo de programas.
Sí, eso dice el vox populi en esta caso la voz del mercado. Que exista un «pacto no escrito» , es decir, de imposible demostración y, por tanto, ajeno a lo que el derecho puede controlar es un sin sentido: cualquier día uno de ellos pone una demanda diciendo que eso no era verdad y se terminó el pacto no escrito. Porque si hay un sólo acta de UTECA en el que eso se dice, puede que tenga hasta otras implicaciones legales.
Lo del pacto no escrito es que simplemente es consuetudinario. Me encantaría hablar con un abogado para que me dijera cómo construiría la defensa de youtube basándose en ese uso «de facto». Y, por supuesto, con la contrapartida: que la cadena usa los vídeos de youtube. Casi siempre sin citar al autor.