¡Lionsgate! (o la versión Antena 3 del problema YouTube)
Voy a contárselo de forma que pasen envidia: estoy en Hollywood.
El miércoles estuve sentado con el presidente de medios digitales de Lionsgate, Curt Marvis, el hombre que inventó Cinema Now y que ahora forma parte del conglomerado Lionsgate. ¿Que qué es Lionsgate? Los americanos dividen la industria del cine en dos: los «estudios» (las majors) y la industria independiente. Hay una categoría intermedia que da en llamarse «mini majors» en la que entrarían sellos como New Line y el que nos ocupa. Así que mi introductor en la reunión inició la conversación tratando de resolver un enigma que les ocupa aquí en Los Ángeles: ¿es Lionsgate una major? Su respuesta era más enigmática, nadie sabe si es una major o qué es pero el Sr. Marvis aclaró que son más grandes que Metro Goldwin Mayer (MGM). ¿Saca de dudas el hecho de que en su web se definan como compañía independiente? En todo caso, por sus películas los conoceréis, y Lionsgate es el culpable de que se haya producido, por ejemplo, un oscar winner como Crash o clasiquillos como Dirty Dancing.
A la mañana siguiente del puzzle, recogía en la puerta de mi hotel un ejemplar de Los Angeles Times que publicaba la noticia de que Lionsgate pactaba con YouTube y lo consideraba el acuerdo de más profundidad alcanzado por ningún estudio de Hollywood. Lo primero que llamaba la atención eran las explicaciones del por qué:
«Una de las mejores formas de averiguar como tratar con esta nueva era de la distribución digital es meterse allí y descubrirlo».
El planteamiento es, además, carente de timideces algunas pues se dice literalmente que no se piensan trazar líneas en la arena sobre lo que se hará o no se hará. Es decir, que será el mercado el que diga cómo hacer las cosas. Pero en esta ciudad de espantoso tráfico y sorpresas en muchas esquinas se publican nada menos que dos periódicos de circulación diaria dedicados a la industria del entretenimiento: con lamentables conexiones 3G, mi nuevo iPhone que hasta aquí suscita atención y preguntas, era incapaz de darme sus páginas y hube de recurrir al papel convencional y abrir las páginas de Variety que tiene muchos más datos interesantes de la historia.
En síntesis, el pacto consiste en que Lionsgate creará cientos de clips con escenas de su espectacular catálágo de derechos, serán subidos a YouTube y convenientemente monetizados de forma que Lionsgate gane dinero. Consistirá también en que YouTube retirará todo aquello que tenga que ver con sus películas que se encuentren aún en explotación en salas de cine. Que existirá un acuerdo para repartir ingresos del que no se dan detalles pero de los que se beneficiarán los creadores de acuerdo con los contratos que se están negociando con los correspondientes representantes de todos los gremios artísticos.
Conclusiones:
- Se confirma el modelo de transición entre los que aspiran al control absoluto de su contenido via judicial y los que deciden subirse a la ola.
- El modelo de transición tiene caracter mundial: en España lo que ha hecho Antena 3 es en esencia lo mismo que ha hecho Lionsgate. Que no es nuevo, se lleva meses trabajando en ello. La postura de los Viacom y los Telecinco es «yo no participo de ese modelo donde ustedes nos han impuesto un modelo que no queríamos»
- Parece consolidarse un modelo donde los grandes creadores de derechos utilicen YouTube a la carta (no se sabe el resto de la red, pero es el que más tráfico tiene y el que condiciona a los demás por la posibilidad de incrustar). Es decir: suban ellas mismas su material con sus criterios – Marvis confirma el interés en el material antiguo ya amortizado – y pueden retirar aquella parte de su propiedad que no deseen que esté (¿puede pararse el que esté por el resto de la red? ¿es una estrategia de limitación de daños?)
- El ingreso compartido, con fórmula económica provisional a medida que el mercado va madurando. YouTube se erige como el gran agente mundial para distribuir y en un player frente a los studios.
¿Qué pasará? Es inevitable que vayamos a una red algo más controlada y no enteramente libre al menos a medio plazo. Aquí me dicen que las soluciones a nuevos modelos económicos en la red vendrán de sitios como Korea… o España. ¿Por qué? Porque, mucho más en Korea, todo es pirata. Le digo a mi interlocutor bet on Korea, por aquello de conocer el panorama local y sus esquemas de razonamiento. Pero, después de hablar con unas cuantas personas, esta nueva industria audiovisual se presenta como un negocio difícil. ¿Saben quienes ganan dinero en este negocio? Todos aquellos capaces de cobrar un fee por su trabajo: los abogados.
Hombre, los abogados no somos los únicos que cobramos un fee, además lo que es cierto es que en España la gente (incluidos productores) no suelen acudir a un abogado más que cuando hay problemas. Sólo las medianas y grandes compañías tienen abogados en los que confían todos y cada uno de los contratos que firman, y a lo largo del día yo tengo que negociar muchos contratos con pequeñas productoras de nuevos medios que por ahorrarse el «fee» de un abogado, negocian ellos mismos con resultados bastante… bueno, ya sabes.
Nos iría mucho mejor a todos si hubiese ya un modelo de negocio estable que permitiese la proliferación de nuevas productoras porque por mucho que digan, estos nuevos explotadores de contenido todavía no están repartiendo ni un duro a los titulares de derechos.
Por cierto ¡¡qué envidia!!
Un abrazo
Andy
Abogados, agentes de seguros, consultores de todo tipo… Por cierto, las hamburguesas de In n Out están buenas, pero en casa las hacemos más ricas.
Jejeje, ya dije que eran buenas hamburguesas de un restaurante de comida rápida, en otros sitios las he comido mejor, pero no por 3 dólares. Espero algún día probar las hamburguesas de «Gonzalo ‘n’ Out» 😛
Saludos
Por tres dólares es verdad de la buena que no son fáciles de encontrar. Incluso las patatas son mucho más decentes y llegan a crujir. Pero cuando hablaba de «casa» me refería a casa de todos nosotros: las de Ferran Adriá en Fast Good están estupendas.