¿Tiene que ser Microsoft el encargado de poner la TDT española en internet?
Hulu tuvo como gran novedad en el mercado el que fuera un proyecto liderado por dos grandes proveedores de contenidos de la televisión convencional: NBC y Fox. Ambas pensaban que en el mundo de la red, lo mejor era llegar a un acuerdo por el cual juntaran los esfuerzos y crearan un único destino para su contenido. Tan contentas estaban de su alianza que siempre se mostraron convencidos de atraer a los demás y, juntas, frenar esa hidra de siete cabezas que se llama YouTube. Han pasado las fechas, y ni Disney ni nadie más se encuentra, por el momento, allí. Es más, la tendencia parece conducir, como ha hecho Warner, a crear destinos individuales para el resto. ¿Se compite mejor así?
El éxito de Hulu vio como en el Reino Unido la mismísima BBC, ITV y Channel Four se inventaban un proyecto similar: Kangaroo. Hace pocos días en el Financial Times se leía la ampliación del plazo que la autoridad de defensa de la competencia del Reino Unido ha concedido a los promotores para que presenten los datos precisos para que se pueda llevar a cabo la investigación provocada por las protestas de Virgin Media y Sky. Personalmente, la presencia de una empresa pública asociada a unas privadas en un tinglado como éste me resulta especialmente grosera: ¿por qué lo público se alía con unos sí y con otros no?. La solución ¡en enero de 2009! Como si no pasaran cosas en internet. Ni en el mercado audiovisual. Entre los temas a revisar, el iPlayer de la BBC. ¿Recuerdan que se lanzó con DRM’s y basado en tecnologías Microsoft? Las protestas públicas que reclamaban independencia por parte de la entidad pública forzaron a que asumiera su funcionamiento con otras plataformas.
Cooperar o no cooperar es un tema que se ha repetido más de una vez en jornadas públicas y, en mi caso, en conversaciones privadas con ejecutivos de televisión. ¿Un Hulu para las teles españolas? La pregunta no es si debe existir, sino si se cree posible que se pongan de acuerdo. Mikel Lejarza, del que saben que profeso una gran admiración, fue preguntado por ello en una intervención pública y respiraba más bien pesimismo acerca de la capacidad de que la industria genere acuerdos y recodaba como FdF fue un canal que tenía de accionistas a las dos (entonces, dos) cadenas privadas en abierto (ya sólo una). Es decir, ponerse de acuerdo, es posible. Que se den las circunstancias es otra cosa.
Pero el movimiento surge de donde menos se espera. Hace algo más de un año Abertis anunciaba un acuerdo con Microsoft para crear un portal que ellos mismos llaman TDT.com para dar la emisión de los canales de TDT por internet. Digo que llaman porque cuando se visita el dominio y se consulta el correspondiente registro en el whois, resulta ser un dominio que ya emplea una empresa americana. Cosas veredes.
Sospecho que la diferencia esencial con Hulu reside en que éste último es un sistema de video ondemand y lo que se aventura que puede ser el imposible TDT.com (está ocupado hasta 2009, a ver si le hacen una ofertita al propietario) es un servicio de visionado en directo. Fijémonos en lo que sucede: Abertis es la heredera de Retevisión. Un monopolio para la transmisión de señal de televisión. Se originó por la segregación de activos de televisión española que construyó su red de repetidores durante un montón de años. Luego fue privatizada, pero sigue siendo un monopolio.
Ahora, todo orgullosos, ambas partes Microsoft y Abertis presumen de un acuerdo en el que, nada menos, la casa de Redmond dice que continúa con su estrategia de hogar digital. ¿Y aquí no se mueve nadie? Resulta que el estándar de facto en la red es otro, pero por mecanismos que seguramente son perfectamente legales una empresa que monopoliza los sistemas operativos de los ordenadores consigue un acuerdo con el único agente que transporta señal de televisión para emplear su tecnología para que se pueda dar servicio por internet. No se trata de que sea el conocido estándar el que se quede con la referencia, sino que una empresa privatizada desde el sector público y con un monopolio sea tecnológicamente neutral como oportunamente la BBC decidió hacer… ante la presión de la opinión pública.
Seguramente quedan muchas cosas por resolver: si los canales, por ejemplo, desean apuntarse a este fantasmagórico portal. Si tiene sentido alguno en una era en la que eso está al alcance de cualquiera. Pero puesto que la TDT es mucho más que los magníficos cuarenta canales a los que seremos sometidos con dimensión estatal o autonómica, sino que existen cientos de demarcaciones de televisión local, fijémenos en el calado de la cuestión: ¿por qué se van a complicar esas pequeñas organizaciones futuras si Abertis se lo da hecho?
Uno piensa que la tecnología está suficientemente madura y las empresas de streaming son muchas y suficientemente solventes como para que el jueguecito del mundo de la televisión en broadcast no se repita: un centro único para todo el mundo donde las meriendas de cuatro o cinco señores determinan las condiciones de visionado para los demás. ¿Nuestra diferencia con el mundo que vamos a llamar normal? Aquí nadie va a defensa de la Competencia a preguntarle si tiene sentido que Abertis se entrometa en esto y, mucho más, si debe elegir un proveedor con intereses perfectamente claros en el dominio de la informática en el hogar que han dado lugar a sentencias y sanciones en la Unión Europea, con muchos elementos seguramente discutibles, pero en los que no cabe duda que se han dado prácticas restrictivas de la competencia a veces conocidas y temidas por todos: yo no quisiera ver una publicidad que diga que si quieres ver la tdt en tu ordenador, cómprate Microsoft o instala su software. Esto es mucho más que un acuerdo comercial entre televisiones privadas.
Se puede decir que no es o no será obligatorio que las televisiones participen de esta aventura y que será un servicio que Abertis ofrezca cobrando los honorarios correspondientes, pero dada la naturaleza de la compañía y su posición en el mercado, creo oportuno que se autolimite y prefieran crecer con más concesiones de autopistas. Casualmente, y de motu propio por supuesto, todo lo necesario para que haya TDT de pago se ha dejado listo por esta empresa antes de que, como todos sabemos, la legislación oportuna esté aprobada. ¿Alguna empresa de este calibre hace inversiones si no tiene claro que tiene una salida verdaderamente rentable? ¿Puede ser, entonces, la elección de Microsoft algo inocente y con esta antelación? Yo, personalmente, no lo veo nada elegante.
Microsoft usa el codec WMV para casi todo, en contraposición al FLV de Youtube y Google. WMV es más lento, más cansino de mostrar, y muchas veces, ni funciona.
A pesar de ello, también alguna batalla de video la gana este formato que en esos casos tiene menos peso en Mb que el otro.
Pero el que triunfa es el FLV.
El primer FLV que vi fue en Star Ocean 3 de Square-Enix, y el WMV últimamente me ha hecho bajar demasiadas actualizaciones del codec. Sí, la gente se los copia, y qué? Seguro que no venden videos por la net.
Creo que corresponde a España ir poniendo su programación por la red, y que Youtube es el medio ideal para ello.
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