El conflicto entre cine y televisiones
He dicho en alguna ocasión que lo del cine español es cansino. Pero también constato que para casi todo el mundo es un tema repleto de confusiones alimentadas por los medios de comunicación convencionales, esos tan orgullosos de su papel en defensa de la verdad y la democracia por oposición a los pobrecitos bloggers: quizá el anglicismo esconde lo que son, que la sociedad tiene voz y no concede ese privilegio a instituciones sacrosantas nacidas hace dos siglos.
“Tienen una obligación por ley y unas concesiones gratuitas de publicidad –explica a El Confidencial el presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (Fapae), Pedro Pérez-. Cuando sale El Orfanato no se quejan”.
Las teles:“
¿Por qué financiar cine y no teatro o circo?”, se preguntan desde otra cadena. “Se trata de un auténtico sinsentido. No hay más que ver las cifras de la gente que va al cine, con salas cerrándose en provincias a marchas forzadas. Al menos intentamos entrar en proyectos que sean buenos para tener una mínima rentabilidad, pero los retornos son raros y pelotazos hay muy pocos.