No he pedido la devolución de la donación a Mobuzz
Anoche recibí un correo de Anil de Mello preguntándome si deseaba recuperar el dinero que doné a Mobuzz. He respondido renunciando a él. El fin de este episodio creo que pone en evidencia un serio problema para la rentabilización de proyectos en España: las críticas lo que verdaderamente contenían era un desprecio a lo mercantil y al valor del dinero como medio para compensar el esfuerzo ajeno. Tenían el mismo tono salvaje, arrogante, despreciativo y cruel que las recibidas por Zattoo por cobrar sus servicios. Puede que fueran los mismos.
¿Y el otro lado? No hago más que leer entradas en los blogs que sigo sobre lo irracional de la reacción contra la iniciativa de Mobuzz.
Me resulta muy curioso porque en ninguno de los blogs que sigo he visto la otra versión. No he leído nada en contra de la iniciativa. Está claro que me pierdo algo. ¿Quién o quienes han sido los críticos?
No pregunto el por qué porque me temo lo peor.
Casi todo se ha producido en los comentarios: muy irracionales, agresivos, con descalificaciones.
En la red ha habido algún post «canalla»,incluso el de un amigo, pero las críticas se han centrado, aunque en conceptos para mí equivocados a veces, con toda educación.
Ha sido tan violento como lo de Zattoo pero multiplicado por varios ordenes de magnitud.
Las críticas, completamente fundadas a mi modo de ver. La solicitud de donaciones es legítima, por supuesto, y allá cada cual con su dinero, pero es un mensaje bastante malo al mercado.
Si lo hace una empresa cool, hasta nos hace gracia, pero si lo hiciera telefónica seguramente ni estaríamos aquí hablando de esto.
Personalmente, creo que se han equivocado y que van a cerrarse muchas puertas por haber dado imagen de desesperación cuando la crisis no ha hecho sino empezar.
Soy de los que creen que su modelo de negocio es inviable.
El caso es que los que pensamos así parece que somos todos malintencionados y envidiosos. Bastante curioso.
Por cierto, intersante blog.
Un saludo
Gracias. Pero quiero que se me entienda: ese tipo de críticas basadas en la estrategia me parecen excelentes, discutibles, opinables, interesantes.
Lo que no comparto es que la crítica, la crítica agresiva y descalificadora se ha basado en un planteamiento antimercantil y antiempresarial. Se ha hecho asumiendo que se trataba de una estafa y negando legitimidad al procedimiento. Se ha parecido mucho a lo que se hizo con Zattoo: negar el derecho a la compensación y atribuirle un valor sucio al dinero o al precio pagado. Ese es el sustrato maligno, el que frena el emprendimiento. Aparte de las falsedades, claro, y planteamientos ridículos sobre costes plenos de ignorancia y como si alguien tuviera que dar explicaciones de sus costes: se trata de si quieres apoyar un proyecto, nada más.
Sobre si se han cerrado puertas o no, lo ignoro. No veo realmente por qué: otros pensarán que saben sobrevivir y si tienen una audiencia dará igual, se abrirán las puertas solas.