La cultura, que languidece
Cuando George Martin redujo la velocidad de los magnetófonos de las grabaciones de Strawberry Fields Forever logró el sonido dulzón que le pedía John Lennon y que no consiguía con ningún instrumento convencional: súbitamente, apareció una obra de arte que ya no podía reproducirse en directo con los medios tradicionales. Visto en perspectiva: los estudios de grabación y sus medios se convirtieron en una forma de creación diferente a lo que se había podido hacer hasta el momento. Y también era música.
Ya tenían en sus manos esa oda al mashup que es RIP-A Remix Manifesto. Mientras hoy los hacedores de prensa piden, como sus dueños, que les paguemos su vida en el viejo orden de hacer las cosas, el mundo ha hecho esto: