Nace el esperado Hulu de la música: Vevo se presenta como una derrota de YouTube, a pesar de ser socios de Universal
Desde hace meses era la cantinela de opinadores, analistas y soñadores: el conflicto que inició Warner retirando los vídeos musicales de YouTube, la constatación de que el mejor negocio del video online por el momento son los vídeos musicales y la evidencia del volumen de tráfico que ostenta la música en el sitio de Google (el canal de Universal es el más visto de YouTube), conducían a un portal especialista en el asunto. La nota de prensa da múltiples detalles.
Los comentaristas norteamericanos lo presentan como una victoria de la industria sobre Google. Son varias las razones:
- Crear un nuevo sitio, con nueva marca, dado que la presencia de música es tan importante en YouTube, reduce el valor del sitio y lo traslada a otro. Hasta los vídeos que se podrán buscar a través de YouTube se ejecutarán en Vevo. Hay quien piensa que se corre el riesgo de dejar demasiado cojo a YouTube.
- Se reparten los ingresos, no se dice en qué porcentaje para cada parte. Pero, pensemos ¿vale más la tecnología o el contenido? La aventura compartida que pretende atraer más discográficas tiene, por fuerza, que tener más valor en los catálogos con derechos perfectamente reconocidos: no hay posibilidad legal de que YouTube haga dinero si no tiene acuerdo de derechos. No obstante, el valor, más que como buscador como localizador que tiene YouTube, es notable, aunque es conocido que defiendo la tesis de que en contenidos de entretenimiento, se busca al artista, no encontrar «algo» por lo que la importancia del buscador se reduce. Por tanto, si el buscador no lo detecta, los fans lo localizarán donde sea y lo pondrán a circular en sus comunidades. Me asombraría que el deal fuera al cincuenta por ciento.
- Externalizar supone además que YouTube deja que otro tenga información perfecta sobre ingresos y número de reproducciones. Esencial para las casas de discos. ¿Qué papel va a tener la tecnología YouTube en monetización?
- Eric Schmidt, el CEO de Google, ha anunciado que planean más operaciones de este tipo con la industria: ¿el anuncio de las conversaciones con Sony para poner películas completas? No puede haber mayor reconocimiento de lo que seguramente ha pasado: la pugna por el control del contenido (que no pase lo de la música), más la legislación de propiedad intelectual vigente, han permitido a los grandes propietarios de contenido premium mantener la presión sobre el gran sitio del vídeo para imponer sus condiciones comerciales. Que, no obstante, tienen que hacer concesiones al poder de marca de YouTube. Pero es evidente que el giro a la monetización por la vía del contenido profesional es la estrategia y no tiene vuelta atrás.
- Con todo, YouTube está mejorando magníficamente su monetización: ya llega al 9% de los videos cuando no hace tanto no pasaba del cuatro.
- Se mantiene, además, la posibilidad de que los usuarios puedan compartir los contenidos y hacer cosas con él, como emplear las músicas de Universal en los vídeos que suban. Beneficio para todos.
Lo más interesante de este acuerdo, y en plena polémica española y europea sobre cómo manejar estos negocios en la era digital, es que se están creando modelos de organización y comercialización de los contenidos que tienen en cuenta la propiedades de la distribución digital pero que permiten generar ingresos a los productores. En el caso de la música, han hecho un negocio de lo que era un coste, pero puede que para el resto de contenido se trate de una minoración de ingresos, al menos por ahora. Nos dicen que en este acuerdo serán contenidos que se podrán sindicar y a los que se les deja cierta posibilidad de remezcla. No parece que nadie, teniendo formas de rentabilizar el contenido, tenga ahora interés en frenar ninguna descarga (es streaming) ni en cerrarle la conexión a nadie: que sigan consumiendo para dar dinero.
Ahora bien, debe mover a la reflexión el que sin un punto de partida como el vigente legalmente, no se estaría llegando a estas soluciones: la realidad de la distribución digital y el hecho de que si no hay acuerdos el contenido circulará igual y libremente ha forzado a hacer lo que no querían o no entendían. Si bien se está respetando el derecho tradicional, salvo error por mi parte. Puesto que, en el caso de la música se ha acordado que este convenio servirá para más territorios aparte de los Estados Unidos, cabe pensar que el control del contenido premium de la gran industria americana se va a desplazar poco a poco a su origen reduciendo el sistema tradicional de venta por territorios.
Todo avanza mucho más deprisa de lo que parece. Se está invirtiendo el desarrollo de un negocio que tardó cien años en montarse como es ahora. Y casi no llegamos ni a cuatro desde que nació YouTube.
Actualización: Todo es PEOR de lo que se suponía para YouTube. En All Things Digital aclaran dos cosas: 1) que Vevo está enteramente gestionado por Universal, YouTube solo pone tecnología. Incluso tendrá un equipo comercial propio, no de YouTube y 2) YouTube dispondrá del contenido, pero sólo como buscador para el contenido premium, pues el tráfico terminará en Vevo.