Otros ángulos que explican el éxito de Hulu
No obstante, Bits, una de las secciones de tecnología del New York Times, publicó hace pocos días una serie de comentarios que merecen la pena tomar en cuenta. Ponen una serie de guindas. La primera: los portales murieron tras la primera era de internet y Hulu no deja de ser una excepción en el concepto de los portales. Es su excelente contenido el que lo diferencia y lo que explica el que todos los demás, los Veoh, los Joost, etc. tengan tantos problemas: es muy difícil ganar dinero con un portal.
La palabra portal la teníamos olvidada, a Hulu y similares lo llamamos agregador y nunca he pensado en él como una puerta de entrada, sino como un destino. Tras la idea de Joost y Veoh había, efectivamente, algo así: intentan o intentaban ser la referencia para seleccionar tu consumo de video facilitándote contenido y herramientas para su gestión. Cabría decir que YouTube es más punto de entrada que cualquier otro pues funciona como un buscador, pero lo cierto es que si quieres el contenido profesional de más impacto, no vas a YouTube. Vas a Hulu… en el país que puede verse. Aquí no hay alternativa.
Segunda idea interesante: poner la televisión en la red, no es disruptivo. Es decir, en realidad lo que hacen e hicieron todos estos sitios es poner video gratuito a cambio de anuncios, nada nuevo bajo el sol. Cuando Joost aparece con su tecnología P2P, resulta que no hay nada que socave el negocio tradicional como sí hicieron sus fundadores con Kazaa y Skype: reducían los costes de comprar un CD o de hablar por teléfono drásticamente. ¿Pero en el vídeo? No ha habido ventaja real en la reducción de consumo de ancho de banda y, sin embargo, introducía fuertes barreras de entrada para los usuarios que seguían viendo vídeo gratis.
Tercera idea: puestos a competir, los nuevos sitios de vídeo tienen que darle al capital riesgo un importante retorno. Para los grandes grupos de medios que están detrás de Hulu el beneficio de este portal no es prioritario. Primero porque ya obtienen directamente el rendimiento publicitario de su contenido como proveedores. Segundo, porque les basta con que cubra sus gastos operativos y dé un retorno razonable. Argumento que pierde debilidad por el hecho de que hay dinero de riesgo en su capital.
Con todo, todas estas debilidades hubieran sido fácilmente superables si hubieran tenido acceso al contenido que todo el mundo quería ver y que, al no verlo, los usuarios colgaban por su cuenta en la red. Pero no lo tenían. Lo que nos lleva a la cuestión principal: mientras los éxitos se fabriquen en la televisión convencional (sea cable, sea broadcast) no es posible competir con garantías a gran escala sin el apoyo de los propietarios de ese contenido. Escoger audiencias de nicho supersegmentadas es la estrategia alternativa, pero de seguro que no puede aspirar a la presencia que el gran contenido puede traer.
La alternativa, entonces, si quieres ser un gran destino para controlar el acceso al contenido en la red, es fabricar tus propios éxitos que otorguen a tu portal el componente exclusivo que da valor y no hace que la gente se vaya con un clic. Es algo que hacen en el mundo tradicional operadores como HBO o Showtime: las series exclusivas son un gancho para el abono a sus servicios de subscripción. Sin embargo y como se sabe, esto es muy complicado de hacer para el mundo online por no decir que imposible. Pero, ¿al final llegará? Me gusta recordar frecuentemente un vaticinio de Michael Eisner. Un día llegará el Ben-Hur de los nuevos medios. Una pregunta importante es si lo hará un grupo de medios tradicional o será un outsider.
En cierta forma, Lonelygirl15 demostró que podía ocurrir: si nos damos cuenta, eso le dió un contenido original y, en la práctica, exclusivo para YouTube, pero la madurez del vídeo online de entonces no era la de ahora. Y démonos cuenta de que el asalto al televisor, el sitio donde uno contempla el ocio en el momento en que se relaja y dispone de concentración para sumirse en contenidos largos y complejos, es la guerra que tiene que empezar. Curiosamente, todo el mundo quiere ser el punto de entrada a la red en ese espacio. Y es que, al encenderse el cacharro que empleemos, necesariamente tiene que haber una home. Si se sustituyera algún día el encendido directo sobre un canal, lo que se hace ahora, a una página de apertura, ser esa página tendrá un valor demoledor. Tiene todo el aspecto de que será controlada por los fabricantes actuales de éxitos.
Créditos: la imagen pertenece a la galería de jrhode, distribuida con licencia CC.
Casi al 100% contigo.
Solo un detalle, esa página de arranque será un recomendador como mirotele, que te permitirá seleccionar entre los perfiles de la gente de la casa antes de acceder a tu contenigo particular.
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