Titulares estériles
Titula El Mundo (sorry, suscripción) de la siguiente guisa: Las cadenas se acostumbran a vivir con el fracaso. ¿Me diga?. Rápidamente se subtitula añadiendo El 70% de los estrenos en la temporada 2008-09, rechazados por la audiencia. La pregunta es dónde está la noticia. Un setenta por ciento me parece hasta bueno, aunque todo depende de la definición de fracaso, en este caso todo estreno que arranca por debajo de la media de la cadena.
En este negocio, cine o televisión, la premisa es que te equivocas ocho de cada diez veces. Siempre ha sido así. Si mi memoria no falla, habríamos estado en tasas algo peores al 7 a 3 que nos cuentan de la temporada que termina. En realidad, las cadenas no se acostumbran, viven de la gestión del riesgo de una tasa de fracaso intrínseca al producto. Por eso es más fácil ser cadena que productor, ser distribuidor o exhibidor de cine que productor y ser agregador de video online que productor. Es decir, que ser productor es la posición más difícil del sistema.
Por si quedan dudas, especialmente para mis queridos y amados emprendedores de la red, saber que la materia prima con la que trabajas tiene estas probabilidades de vivir bien (uno piensa que es como todas esas crías de tortugas que salen de las playas para echarse al mar y de las que sólo unas pocas volverán para aportar nuevas crías), es la esencia de todo: se trata de construir una audiencia. Lo que no se ve, no existe. Lo que se ve, es monetizable. Si se quiere gestionar un negocio, hay que definir qué significa se ve. En la televisión comercial suele ser la media de la cadena. En el cine se fijan en el rendimiento por copia. Ser visto tiene unos costes de promoción casi siempre superiores al coste del producto (del negativo o del derecho).
En el fondo, es tremendamente simple. Pero tan cruel con nuestros esfuerzos y talentos que buscamos la paz interior alimentándonos de fe más tiempo del necesario. Por eso una marca, una franquicia de contenido, es el único objetivo realista para sostenerse en el tiempo.
P.D.: y, por cierto, el proyecto Nikodemo TV tiene todas las características estratégicas de lo anterior. Suerte y audiencia.