Teresa Forcades o el por qué de una videosfera distribuida
Imposible desde su doble lógica: la primera es su limitación de espacio. Existe una escasez propia del uso del espectro y de la lógica de la televisión lineal (especialmente si está soportada por publicidad) que lleva a que el medio tenga que filtrar lo que muestra y lo que no muestra. En internet, cabe todo. La segunda es la propia imposibilidad de abarcar todas las voces posibles. Es decir, lo que conocemos como televisión pública, por ejemplo, no ha mostrado ni tiene capacidad para asumir todo el debate que la sociedad puede generar tanto por no tener espacio como por imponer el filtro del criterio editorial de gestores nombrados por la clase política. Y, por supuesto, porque no puede aceptar un formato que le rompe toda la estructura de parrilla de una programación basada en criterios de tiempo importados de los comerciales. A todo esto, las televisiones públicas que continúan con publicidad, si quisieran algo así, tendrían que interrumpirlo a su propio criterio, no al de la benedictina, lo que es condicionar su razonamiento.
El ejemplo tiene que ver con el inevitable fracaso de la propuesta de televisión pública defendida como servicio público equivalente, por ejemplo, a la sanidad: claramente, se trata de esa clase de contenidos que a priori merecen eso que Luis Fernández nos llamaba ayer «debates democráticos» (los comentarios, jugosos, creo). Sin embargo, el debate lo crea ella sin necesidad de que los directivos de Fernández lo provoquen, lo asuman o lo filtren. Bien podría decirse que la red puede servir de filtro para saber qué es lo que los ciudadanos quieren debatir y, con un criterio editorial sensible, llevar a Teresa Forcades a que pase a los entornos de masas. Sin embargo, esto sólo parece una anomalía temporal, la pervivencia de una estructura social y tecnológica donde el acceso a la red no es universal ni a la velocidad suficiente para empresas mayores.
¿Tiene razón Forcada? Es irrelevante. La cuestión es que puede crear el debate y puede ser respondida con los mismos recursos que ha empleado ella por todas las organizaciones a las que señala con el dedo, el Estado incluído (en la red, ya florecen, vean alguna). Si esto no es verdadera participación ciudadana, no sé qué lo va a ser. No necesitamos una televisión pública con su enorme demanda de dinero en forma de impuestos para hacer aquéllo que se supone que debería hacer: información independiente y no partidista (sic), entretenimiento y divulgación de calidad (sic) o defensa de determinados valores. Los grandes medios televisivos agraciados con el derecho a participar del oligopolio del espectro no son proclives a algo que, efectivamente, siempre será minoritario: la funesta manía de pensar y no quedarse en la superficie de la información. Pero estos grupos, junto con sus propietarios editores nos piden la salvación de sus moquetas en nombre de su contribución a la democracia.
Desde la Administración Obama a Juan Luis Cebrián, nos dicen que no se puede depender de los blogs para la salud de la opinión pública abierta (léase denme dinero o háganme leyes para que ganemos dinero) y el soporte de la democracia. No sabemos si estas formas de democracia continuarán en el futuro, pues es profundo, incalculable, el cambio en la sociedad red. Pero si la sociedad red es red, es realmente distribuida, será probablemente más democrática que lo que ahora llamamos democracia. Si nuestras democracias se construyeron sobre la deliberación de los ancianos y los cargos electos, la deliberación creada por la contribución en redes abiertas es infinitamente más rica. Pensar que existen unos medios, herederos de los del siglo XX, que son respetables y, por tanto, protegidos (eso incluye a los públicos), supone la creación de escasez allá donde no existe.
Las Teresas Forcades de este mundo vienen a recordarnos no que la opinión pública puede depender de los blogs – o los vlogs – sino que depende de quienes pueden contribuir a los debates. Esencialmente, que no haya voces que puedan ser silenciadas. En el mundo filtrado de la opinión pública, sí hay voces silenciadas y lo que permite una videosfera con la misma estructura que el mundo del texto (falta el salto al televisor) es mejorar las condiciones del debate social y de la creación. Algo que no impide una obviedad: el entretenimiento en grandes números estará en manos de empresas capaces de hacer marketing para grandes números.
CAMPANAS POR LA GRIPE A from ALISH on Vimeo.
Actualización: como se anticipaba en el texto, hay una respuesta argumentada al revuelo e influencia del vídeo. Buena para formarse una opinión. Lo interesante, es que ha creado un debate que conduce a llevar a la luz todo el proceso del significado de la vacunación o del poder coactivo o no del estado para imponerla. La sociedad ha hecho agenda, no los medios. Pero ahora nos dirán que cosas tan poco rigurosas, que pueden serlo, no hubieran pasado por el filtro de sus educados medios contribuyendo a la desinformación. Bueno, vale, la cuestión es yo soy quien se forma su opinión y tengo fuentes suficientes para contrastar.
Ojalá la intensa labor que está llevando a cabo Teresa Forcades tenga el eco que se merece y desencadene una respuesta masiva en contra de la obligatoriedad de recibir una vacuna que hoy en día todavía está inmadura y para la cual existen tantos interrogantes. Yo no la quisiera para mí. Imprescindible ver el vídeo, vale la pena. Aclara muchas incógnitas. Si queréis verlo entero: http://vimeo.com/6790193
Estoy de completamente de acuerdo en que lo importante no es si lo que dice Teresa Forcades es verdad o no. Lo importante es el impacto que su voz está teniendo en la red. Es una de las primeras muestras en la blogosfera en español de la sociedad civil digital que se está formando. El mundo plano.
En mi blog escribí sobre este punto: http://eugeniacodina.blogspot.com/2009/10/democracia-y-periodismo-civil.html
un cordial saludo y felicitaciones por el blog.
Eugenia
Yo también estoy haciendo una nota sobre Forcades y me viene muy bien citar tu post que ha terminado, como siempre por aclararme las ideas. Lo cierto es que es muy importante lo que esta mujer esta logrando en la red y fuera de ella. Ahora ya solo me queda la dida de cuanto tiempo seguirá llevando hábito, después de lo que ha dicho en Cataluña sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo y el aborto. El vaticano desde Juan Pablo II, corta rápidamente la cabeza a los y ahora las teólogas díscolas. Por mi parte, mi admiración por esta señora ya traspasa el plano del interés profesional. Ahora bien, sigue pareciéndome curioso que personas con este nivel de inteligencia y con estas ideas, se empeñen en seguir en el seno de una institución como la IC… vida curiosa.
[…] Cuando comentamos en su día aquí el caso Teresa Forcades señalamos que lo esencial es que mediante un vídeo de diez minutos, un formato imposible en cualquier televisión que se precie, consiguió con sus réplicas y contraréplicas en la red más debate y más información que cualquiera de las opciones presuntamente informativas que hemos comentado. Daba igual si la monja tenía razón, lo importante es que obligó a discutir y argumentar y nadie pudo quedarse en la trinchera. Este es el fenómeno que desconozco si ignoran, quieren ignorar o simplemente no conocen, políticos y grandes medios indignados porque en una oferta de unos treinta canales aparece la osadía de que grupos políticos con los que no se comulga son capaces de construir sus audiencias. […]
[…] que editan y adaptan tu mensaje a su manera de ofrecerlo: los telediarios duran treinta minutos. Tu explicación no cabe en su espacio. Si puedes mantener la atención, te los puedes […]
[…] esto no es nuevo: en su día comentamos el caso de Teresa Forcades y su relato sobre la gripe aviar. La cuestión era muy sencilla y, de nuevo, y a pesar del fiasco […]
[…] de la aspiración original del dos-punto-cero, entonces que no lo sea. Que sea otra cosa. El mismo caso de la monja Teresa Forcades, vídeo que salió de sus mundos de internet para crear una conversación y un debate en todo tipo […]
[…] sólo sea por una página de comentarios repleta de críticas a Amazon. Cuando Teresa Forcades puso en la agenda mediática su versión del problema de la gripe A, estábamos ante lo mismo: un vídeo infumable para estándares profesionales. Cuando Old Spice […]
[…] de opciones para que quien quiere remitir a la sociedad su mensaje en vídeo lo haga, muchas veces con consecuencias para todos. A veces se ve el vídeo online como la descomposición de los grandes medios a la usanza de los […]
[…] cualquiera puede crear su propia agenda de comunicación, como demostró el debate generado por el vídeo de Teresa Forcades, cuestionando el papel de las farmacéuticas y los gobiernos con la alarma generada por la epidemia […]
[…] de opciones para que quien quiere remitir a la sociedad su mensaje en vídeo lo haga, muchas veces con consecuencias para todos. A veces se ve el vídeo online como la descomposición de los grandes medios a la usanza de los […]
[…] de opciones para que quien quiere remitir a la sociedad su mensaje en vídeo lo haga, muchas veces con consecuencias para todos. A veces se ve el vídeo online como la descomposición de los grandes medios a la usanza de los […]
[…] de opciones para que quien quiere remitir a la sociedad su mensaje en vídeo lo haga, muchas veces con consecuencias para todos. A veces se ve el vídeo online como la descomposición de los grandes medios a la usanza de los […]
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