Paradojas ministrables

…una película o una obra que no se ve no tiene sentido
Por su parte, Nacho Gay, en El Confidencial se pone un poco conspirativo con el destino de La2 (¿Qué está pasando con La 2?), artículo en el que se ha tomado la molestia de medir la caída de la audiencia de esta cadena:
Por el contrario, los programas culturales, esencia por otro lado de la cadena, son los que peores resultados arrojan. Días de cine y Versión española, así como otros contenedores cinematográficos que dedican su tiempo al cine menos comercial, tienen resultados paupérrimos. También los espacios musicales, como Es música, y los contenedores de cultura en general como La Mandrágora cosechan datos que cabe calificar de anecdóticos.
En fin: no infieran ahora que uno es contrario a que haya programas sobre esos temas. No. Solamente que muestra la paradoja de la inmensa inversión que se hace en una televisión pública y el debate social que debería implicar. Entre ellos, el que les suelo plantear sobre si estos programas no se pueden cubrir por la sociedad que intenta hacerlos en entornos abiertos y libres, y no tener que luchar contra un medio que fagocita recursos sin ser capaz de defender una audiencia.
Pero volviendo a la ministra: el cambio tecnológico es tremendo, pero si las películas no se quieren ver digo yo que algo tendremos que reflexionar todos. Especialmente antes de hablar de calamidades sobre los derechos de autor.
P.D.: Téngase en cuenta los «derechos» pagados sobre esas películas… con dinero público que, ahora ya, es cien por cien público.