Una nota de Público en su edición de papel de ayer puede encontrarse en su web hoy (al menos, ayer no había forma). Refiere a un trabajo de Filmin por el cuál se han detectado 2.433 archivos en diversos sitios sin autorización. Anuncia en esa nota Juan Carlos Tous, el hombre de Cameo y Filmin, que el 85% de las solicitudes para que sea retirado han sido obedecidas. Como siempre, las dudas en este terreno son las mismas: ¿si no hubiera habido éxito habría habido extensión del archivo? ¿Cuántas personas ven y no terminan de ver porque no están interesadas? ¿Cuántas personas la verían sólo si no se paga, e incluso soportarían unos cuantos anuncios? ¿Cuántos visionados son, efectivamente, pérdida de quién ha realizado la inversión de quedarse con esos derechos? ¿Podría evitarse sí o sí? ¿Por qué el público prefiere una experiencia de baja calidad a la excelente oferta de Filmin que es, además, con precios más que asequibles? ¿Para cuántos es porque no lo saben? ¿Será más fácil con un televisor conectado? Queda mucho que resolver.
7 marzo, 2011 5:48 PM
1. Escrito por eva
9/Mar/2011 a las 11:43 AM
Filmin tiene un público objetivo claramente identificado: las personas que van a ver cine independiente y (casi siempre) en versión original. Estas personas suelen saber suficiente sobre tecnología como para entender cómo funciona Filmin y probarlo. Si yo fuera la jefa de Filmin, para empezar me plantaba personalmente en los cines Renoir de toda España en día del espectador (máxima asistencia) repartiendo volantes con un código de promoción. Solo con estos clientes deberían salir las cuentas (y si no salen, es que el business case fue demasiado optimista…). El resto de personas ya se subirán al carro del cine asequible en streaming dentro de unos años, y entonces Filmin tendrá la experiencia y la plataforma para lanzar una plataforma paralela, probablemente con otra imagen de marca para no confundir al personal, que ponga, por decir, las pelis de Vin Diesel dobladas al castizo.