David Carr, el columnista especializado en media del New York Times, se hace una pregunta retórica de este calibre: ¿qué compañía obtiene el 96% de sus ingresos de la publicidad, tiene una plataforma de vídeo que negocia con la NBA, un estudio de películas, famosos y está desarrollando un sistema de pago para editores? Es, efectivamente, Google (no tenían que pensar mucho) pero si no lo hubiéramos mencionado era fácil atribuirlo a una tradicional compañía de televisión o un grupo de medios. Los datos tienen que ver con la reciente compra de Next New Networks, compañía que convierte a YouTube en un miniestudio para la web. Lo que me interesa, es que parece que todos empezamos a verlo así (el burro, delante). La cuestión es que en un mundo superabundante y donde todo se replica disponer de elementos propios (contenidos originales) puede que sea la única diferenciación y el único camino para monetizar bien. O que, como se ha vaticinado, en nuestra era toda compañía es una compañía de medios.