Intercambiábamos comentarios Juan Carlos Tous y quien les escribe sobre Netflix y su valoración local. Juan Carlos me llamaba la atención sobre el uso incorrecto que se estaba haciendo del servicio norteamericano con toda la razón del mundo. Parte de la prensa y del mundo de los blogs abraza esta oferta como prueba irrefutable de que hay una alternativa ya organizada a la piratería local y que sólo la resistencia maníaca de una industria perversa (su perversión estaría en otros negociados) impide que se lleve a la práctica. Efectivamente, es desconocimiento de lo que Netflix hace: respeta las ventanas de exhibición por lo que muchísimo del consumo irregular actual no encontraría su satisfacción teórica, que lo quiere aquí y ahora. Ha puesto bajo demanda y online lo que antes no lo era, no obstante hay que esperar. Pero debemos fijarnos en otro detalle. Aunque ahora Netflix oferta series, el consumo online de series en abierto se hace, en EEUU, generalmente a través de Hulu y las webs de las propias cadenas. Y si algo corre con denuedo por los Ares y los Yonkis, son las series. Puesto que varias cadenas españolas importantes ya exhiben online sus episodios de producción propia nada más emitirse, incluso se están dando casos de estreno previo en la red, terminamos siempre en lo mismo: el centro del problema de la piratería se encuentra siempre en la gran industria del entretenimiento norteamericana, sin descartar las otras dimensiones de esta cuestión, que sigue estando repleta de ángulos sutiles.