Veo7 cierra y se desgarran las vestiduras. Se suceden los comentarios negativos acerca de la poca viablidad de tantos canales en un mercado publicitario entre estancado y menguante y con tendencia a ser un juego de suma cero: más jugadores, menos ingresos para todos. Especialmente, cuando algunos cuentan con márgenes impropios en cualquier otro sector de la economía. Hagamos la otra lectura: si hay espacio para tantos, hasta el punto en el que el mercado empieza a estar saturado, habríamos conseguido una cosa rara, rara, en el sector del broadcast: que la competencia fuera real. Vamos, que fuera un mercado y no un corral. Es decir, el problema sería la rentabilidad de cada canal y no del sistema que podría convertirse – casi – en un mercado abierto. Si no puedes aguantar pues te vas y le vendes la concesión a otro. La barbaridad sucede cuando decidimos que, por aquello de que debe ser viable y sostenible, hay que reforzar a los que están y a los demás sólo les dejamos ser enanos. Sucede cuando se crea una desproporción de oferta pública de televisión con conductas plenamente comerciales. O dando la patente de corso para alquilarla a un tercero. Es decir, es un sistema que se ha creado con las cartas marcadas. En un marco de convergencia de medios progresiva, con la fibra llamando a la puerta, la necesidad de crear ese orden institucional propio de la sociedad industrial con el uso del espectro y su consiguiente control político (que no administrativo) no tiene más remedio que reducir paulatinamente su razón de ser y acostumbrarnos a que vender imagenes sea tan normal como vender cerveza. En su día, a la posibilidad de quebrar, uno de los beneficiados con los dedazos de las concesiones, le llamó far west. Otros viven en el oeste cada día y no pasa nada: se trataría de que la opción de quebrar la tuvieran todos. Y, por cierto, no es el primer cierre, ni la primera marcha atrás. En realidad, parece que caminamos a la normalidad.
1. Escrito por Espectdor
3/Jun/2011 a las 1:00 PM
El Noticiario de las 21 horas de Veo7 tenía un formato diferente a todos los de las demás cadenas. Sin estar siempre de acuerdo con lo que decían, yo lo encontraba refrescante. Lamento su desaparición, pero si no es viable no es viable.
Espero que Televisión Española siga el ejemplo, en vez de ser un agujero negro que se traga el dinero de todos los contribuyentes, incluidos los que nunca la vemos.
2. Pingback por Telecinco en plan campeón « Pulsiones
2/Jul/2011 a las 2:04 PM
[…] por delante de los temáticos de la otra gran cadena rival. Aunque ya se sabe que uno es partidario de que quiebren se compren y recompren todas las teles que sean, este final de las múltiples reformas televisivas realizadas en cenáculos ha conseguido, sí, que […]
3. Pingback por La increíble TDT menguante « Pulsiones
8/Ago/2011 a las 5:50 AM
[…] técnico en el que todo se debía financiar con publicidad o impuestos y con un concepto raro sobre lo sostenible. Las opciones de pago no eran algo entusiasmante en el primer entorno político de la reforma, la […]