Tengo un buen amigo que, además, dice que me lee. Insiste en que las películas que le gustan no son en las que él invertiría. No he tenido más remedio que acordarme de él cuando he leído este titular de una entrevista a Paolo Vasile: “Si yo programara lo que a mí me gusta, Telecinco habría quebrado“. Voy a decir algo muy incorrecto para la política vigente: nadie explica el negocio de la televisión como el Sr. Vasile y debo decir que es difícil para una mente racional no estar de acuerdo con él. Me perderán el respeto. Esta otra cita de la entrevista basta para resumirlo todo, ni siquiera mil páginas de blog enseñarían tanto: “La televisión generalista es comercial, su virtud es vender publicidad. Y a la gente le gusta porque damos lo que quieren. Eso debe completarse con una oferta minoritaria. Decir lo contrario es insultar al público, sentirse superior al pueblo. Mire, mire… La 2, ‘Grandes documentales: El superfelino de Kalahari’: 74.000 personas. La pública no debería meterse en competición para comprar eventos y películas americanas; usted, ciudadano, tiene que pagar para ver la Champions cuando yo se la doy gratis”. Curiosamente, esta respuesta es a la pregunta de si La2 debe existir y dice: “Absolutamente“. La pregunta de hoy día, sin embargo, y con esto verán que soy mucho más despreciable que el Sr. Vasile, es: ¿De verdad para dar servicio a 74.000 hay que mantener estructuras de ese coste? ¿De verdad que no hay forma de ver esas cosas por otras vías y liberar dinero de los impuestos? ¿No se puede incentivar la donación privada – el crowdfunding es donación privada, no sólo es cool – para cubrir los intereses de las minorías sin un aparato de propaganda de coste exorbitante?
19 junio, 2011 5:56 PM
1. Escrito por Pop Culture
19/Jun/2011 a las 8:13 PM
Una gran lección de Paolo Vasile. Respecto a TVE, no voy a pronunciarme demasiado, aunque quizás tengas razón y deberían buscarse vías alternativas de financiación de proyectos “minoritarios”. Frente a la marea de televisiones autonómicas, si que no dudo. Son insostenibles, más ahora, en un entorno de crisis, y muchas veces su oferta narrativa es, simplemente propaganda burda y manipulación mediática a costa de nuestros impuestos (Véase el reciente ejemplo de Telemadrid y su uso de imágenes de las revueltas en Grecia para atacar al movimiento 15M).
Un saludo
2. Escrito por Mercedesr
26/Jun/2011 a las 12:28 AM
Bueno yo tambien seré incorrecta… De acuerdo con Vasile… Esto es un negocio, aunque en los negocios hay buenas y malas practicas, tampoco creo que saltarse la ética cada dos por tres forme parte del negocio. En todo caso de acuerdo también con la 2, debería existir y Gonzalo, sabemos que el crowfunding jamás mantendrá un canal, no en España… En USA hay más de un canal publico que se mantiene con donaciones, en cada gala sacan unos cuantos millones de dólares para mantenerse el año entero. Pero el sistema fiscal está para favorecer el mecenazgo
3. Escrito por Gonzalo Martín
26/Jun/2011 a las 9:52 AM
¿Por qué hay que tener un canal? No veo que el crowdfunding no pueda levantar el capital de una empresa de comunicación, eso es lo que es una colocación en bolsa. Otra cosa es una programación. En definitiva, basta con tener la elección social de que lo que llamamos “cultura” y mnorías es mejor que no esté intermediado por el gobierno o que lo esté lo menos posible, esencialmente porque la tecnología lo permite. Pero, para lo que nos ocupa, ¿para qué un canal? ¿no basta con poder producir y encontrar una audiencia propia? Sobre los aspectos éticos, son opinables. Demasiado. Con cuánta gravedad, frente a quien, cómo se resuelven: casi todo lo que llamamos ética rota se resuelve con no ver…
4. Escrito por Felipe
29/Jun/2011 a las 9:26 PM
No te pierdo el respeto 😉
Pero reducir la función socio-cultural de La2 al ejemplo del documental “El superfelino de Kalahari” que sólo ven 74.000 personas…sería como decir que Vasile queda retratado en los dos siguientes enlaces y no en las generosas palabras que tú le dedicas:
– http://www.diariodesevilla.es/article/television/1007772/belen/es/la/precursora/m.html
– http://www.youtube.com/watch?v=SkXSbl86cI8
Por eso, creo que es peligroso mezclar los argumentos de una televisión comercial al lado de “la comercialidad de RTVE”. Y estamos de acuerdo en que RTVE no puede gastar tanto, tiene que abrirse a modelos alternativos (de contenidos, de gestión, de financiación, de TODO).
Pero no porque lo diga Vasile, sin porque lo digamos nosotros.
¿No conoces a ningún jefazo de TVE? Yo me comprometo públicamente a preparar una propuesta de calidad (y de forma altruista) con la reducción del 50% de presupuesto si ellos liberan en un documento público las partidas presupuestarias detalladas.
5. Escrito por Gonzalo Martín
29/Jun/2011 a las 11:12 PM
Pero es que yo creo que el enlace del diario de Sevilla (que sabes que conozco) no dice nada especialmente malo, dañino o inexacto. Y el otro… ¿qué más da?
Pero yendo a tu propuesta. De verdad, ¿sólo queremos que haya una 2- una televisión pública – por el dinero? ¿O nos bastamos solos? ¿No debería bastarnos con la posibilidad de hacer y con la capacidad de encontrar nuestros 74.000 por nosotros mismos? Da igual que cueste la mitad (tendrían que echar a tropecientos, by the way), lo que importa es la naturaleza del control y la decisión de producir y publicar. Lo que importa es que se considere servicio público algo que, por ejemplo, no son las editoriales de libros ni los periódicos: simplemente, porque no hay barreras de entrada.
Para hacer vídeo han muerto las barreras de entrada. Seguir financiando una maquinaria de propaganda, mayoritaria o minorataria, carece de todo sentido más allá de lo ideológico sobre el papel del estado: simplemente por los usos alternativos del dinero.
6. Escrito por Felipe
4/Jul/2011 a las 10:54 AM
Pero Gonzalo, reducir todo lo que ocurre en La2 a que es una “maquinaria de propaganda”, ¿no es reduccionista?
Con respecto a hacer servicios públicos a través del crowdfounding…ya está pasando, ¿no? ¿O no es servicio público Periodismo Humano?
La cuestión es, ¿propones desmantelar cualquier aparato del estado que funcione como aparato propagandístico? En ese caso, ¿cómo velar por el dominio público y la idea de servicio público?
7. Escrito por Gonzalo Martín
5/Jul/2011 a las 10:30 AM
-Reduccionismo: sí y no. Depende de si definimos propaganda como la defensa obscena de un punto de vista, la “manipulación” de los telediarios, etc. o si simplemente miramos la función: basta con leer los estatutos de todas las televisiones públicas del mundo para identificar motivaciones ideológicas directas tenidas por ejemplares, pero que siempre suponen una preferencia implícita del estado por determinadas opciones sociales que se apresta a promover: la identidad nacional, determinados valores familiares y culturales, etc. Podrán ser compartidos en alguna medida por ti o por mi, pero no dejan de ser propaganda ideológica al servicio del estado. Es como cuando el ministerio de cultura decide efectuar lo que se llama “discrminación positiva” y dar más puntos de las subvenciones a las mujeres en el cine. Es propagandístico de un sistema de valores que se impone por las urnas y que no es neutral. Lo que nos lleva también a elecciones estéticas condicionadas. Ahora vamos con ello.
-¿Desmantelar? ¿Qué es servicio público? ¿Qué es servicio público en vídeo y televisión? ¿Qué es servicio público en la era de las redes? Empecemos por describir lo que es la televisión: un servicio regulado y centralizado que, mediante concesión del estado, habilita a unos pocos para emitir señal de vídeo a toda la población. Se basa en un condicionante escaso, el espectro. Por tanto, la televisión que hemos conocido se basaba en el filtrado selectivo por parte del estado de quienes podían tener voz de vídeo. Y al hacerlo, no sólo filtraaba su voz, también lo que podían hacer con ella. Nada como el sistema europeo sin televisiones privadas durante mucho tiempo para dar conciencia identitaria a toda la población, para ser buenos y educar en valores y buen gusto… decididos por el estado: valores informativos y estéticos dedicididos por unos pocos en un estado de la tecnología que no permitía mucho más… sí, podía haber teles privadas pero tardaron en darlas. Pero la escasez del espectro terminó: primero con el satélite. Como el satélite tiene fuertes barreras de entrada, los gobiernos se las apañaron para ponerle reglas nacionales e impedir emitir desde fuera del estado sin permiso: aumentaron las opciones, pero no tanto las voces, los mismos gobiernos y los grandes grupos creadores de contenidos y noticias se reparten el satélite. Y en esto llega internet: todo lo anterior estalla. Lo conoces no me entretengo, voy a lo esencial: la multiplicación de opciones tecnológicas termina con el fenómeno que originó la regulación (el filtrado selectivo ideológico y estético), la escasez. Por tanto, vayamos primero al sentido común: el estado no tiene periódicos, salvo que sea una dictadura (España, los tuvo; en Cuba, solo son del gobierno). Este ejemplo demuestra perfectamente que la regulación estatal de los medios es una excusa para imponer un filtrado selectivo de las opiniones y la estética. Con la prensa la única barrera de entrada, es el coste de una rotativa: no podían entrar tantos, así que tranquilos, la prensa se corrompió cuando ya no se podía competir como negocios sin concesiones de radio y televisión que los mismos gobiernos daban en pago de favores. Por eso internet estremece y por eso en China (o la India, o lo que intenta el congreso de USA) se vuelve al escenario fltrado: un servidor único es lo mismo que un sistema de televisión regulado por un gobierno, un policía creando escasez artificial.
Por tanto, lo único lógico es prescindir de todo mecanismo de propaganda en manos de los gobiernos: no solo sus televisiones, también el poder regulatorio que introducen donde no es necesario (y cada día es menos necesario) y el dinero que gastan en publicidad convencional condicionando los ingresos de los mismos medios a los que les reparten sus licencias. El verdadero servicio público en comunicación es impedir que nadie pueda condicionar el flujo de acceso: se llama neutralidad de la red. ¿Cómo se vela por el dominio público? La propiedad intelectual es una creación de los lobbies que apelan al estado para crear monopolios. Es decir: como se vela por el dominio público es impidiendo que el gobierno regule en su contra. Si estás llamando servicio público a la financiación de contenido minoritario, entonces aceptas la imposición de un canon estético decidido por el estado y filtrado por el estado, ocupando un espacio que expulsa a la sociedad: ¿para qué donar a creadores si ya lo hace La2?