Me pide un lector y amigo que comente el caso Catafal. No tengo mucho que decir, Pau Brunet ya lo explica muy bien. Un episodio más dentro de un contexto: por ejemplo, recordar el capítulo primero de las memorias de Alfredo Landa: “¿cómo llegas a recaudar en dos semanas esos trescientos mil euros de taquilla para recuperar el 33 por ciento del presupuesto? Pues es muy fácil, aunque haya gente que no se lo crea: comprando las entradas. Que sí, hombre, que sí, que la mitad de los productores las compran. La tira de entradas compran.” Después dice que se lo han contado, pero aquí nadie ha ido al juez. González Macho advierte de que lo que puede ocurrir es “que se hagan promociones con patrocinadores, para que compren entradas y las den a sus clientes” para después especificar que, eso, es legal. En el artículo 24 de la Ley de Cine se dice esto: “Para optar a estas ayudas, las empresas productoras deberán acreditar documentalmente el cumplimiento de cuantas obligaciones hayan contraído con el personal creativo, artístico y técnico, así como con las industrias técnicas“. En román paladino, que hay que acreditar – y hubo que escribirlo – que has pagado las facturas que presentas. Enrique Cornejo decía hace poco: “El negocio del cine español ha venido a ser el de no estrenar’ una vez que se han obtenido ‘docenas de esponsor’ para el rodaje”. El caso es que llueve sobre mojado y todo el mundo sabe que hay cosas que no se hacen como tienen que hacerse. Guardans, al marchar, aludió que en todas las industrias con subvenciones hay gente que no cumple y que el sector no puede ser condenado. En momentos de alta sensibilidad por el uso del dinero público este es un frente que, si se abre el melón, se puede volver difícil para el sistema vigente. Y siempre hay justos que pagan por pecadores.
22 junio, 2011 1:06 AM
1. Escrito por enimaXes
22/Jun/2011 a las 9:59 AM
Pues contaba con que por aquí podría ver las dos últimas frases, porque ayer todo el mundo parecía que recién se habían descubierto estas triquiñuelas y unicamente leia condenas categóricas. A mi me llaman la atención dos cosas:
1. El tal Sálomon, que es un personaje soberbio, probablemente más cinematográfico el que sus…, “propias películas” (existen?).
2. Me parece preocupante que la deriva vaya hacia una sobrecarga de culpas en el sector, cuando probablemente el origen está en la administración. Y paralelamente encuentro peligroso que se abra la veda para terminar con las subvenciones, o para dar por hecho que hacer uso de las trampas que “promueve” la administración no sirve también para poder acceder a unos fondos que probablemente se ponen a disposición de las empresas en tiempos que no se adaptan a los cronogramas de producción (sin contar retrasos en pagos).
No dudo de la buena fe de Catafal, pero creo que no fue la mejor manera dar bombo a algo que ya se sabía (muy bien hilado lo de Alfredo Landa, ni me acordaba). También es cierto que hace muchos años que había que realizar una limpieza en todo esto, pero…, ¿ahora? ?¿Justo ahora?
2. Escrito por Gonzalo Martín
22/Jun/2011 a las 10:03 AM
Bueno, lee atento y mira que pongo “llueve sobre mojado”. La cuestión es que esto es algo que en el oficio todo el mundo comenta con naturalidad y que el público no comentaba: se cebaban en las subvenciones y no en su gestión, orientaciones y eficiencia real. O si clicas en el enlace de la lluvia, recordarás el “nosotros” final de los creadores de Pa Negre. Pero, en fin, cualquier momento es bueno si las cosas no están bien, ¿no? Aunque no pasará nada, creo. Estas cosas se intentan lavar en la despensa.
3. Pingback por ¿El Síndrome Berlusconi? | La Nueva Industria Audiovisual
26/Jun/2011 a las 6:41 PM
[…] El hecho de que se olvide una solución al tema del canon mientras se arregla un intento más – conviene atender a lo de más – de terminar con la piratería y se inicie la correspondiente campaña de comunicación para que todas las Españas a través de medios de masas abracen un discurso impopular se va a convertir, no puedo imaginarlo de otra manera, en otro episodio de fracaso comunicativo. Las cosas se harán, pero sin respaldo social, y ya hemos visto donde ha terminado el canon, un debate que no ha sido el de los medios, ha sido el de la red. Subvenciones incomprendidas (en su mecánica y en su justificación), fraudes que se entierran, leyes por la puerta trasera… nada de eso queda borrado en la red y los enlaces vuelven una y otra vez. […]
4. Pingback por Oficio de Tinieblas « Pulsiones
26/Sep/2011 a las 9:19 AM
[…] parte por el todo, acercarse a las miserias de nuestro sistema de producción de cine. En el fondo, nada que no se haya contado ya sobre los trapicheos para sacar películas, dicho sin conocer la versión de los productores. Así […]