Este comentario de El Mundo sobre el comienzo del Festival de San Sebastián y la naturaleza de producción de Intruders, me sugiere que las paradojas del mundo hiperconectado de la sociedad red afloran cada vez más al mainstream en forma de perplejidades y desconcierto: “¿Qué es el cine español? Hay preguntas que apenas acaba uno de plantearlas ya se está arrepintiendo… de vivir. ¿Para qué te metes? Pongamos por caso, ‘Intruders’, del canario Juan Carlos Fresnadillo, ¿es española o, por estar rodada en su mayor parte en inglés y protagonizada por Clive Owen, un hincha del Liverpool que suspira por Fernando Torres, es más bien escocesa o, mejor, sueca?”. Mientras que heredamos un concepto de cinematografías nacionales en nuestra cosmovisión (y en nuestra legislación) lo cierto es que la forma de pensar y hacer los contenidos cada día es más – inevitablemente – global. Y más sinérgico y evolutivo entre medios. Así que, si quieren entenderlo, díganse (y perdonen la pretenciosidad de esta redacción, que deben tomar como una propuesta) cine global y no español. Ni siquiera: diga audiovisual y no cine. Tampoco: diga contenidos multidispositivo, multiformato y multinarrados (o sea, transmediáticos). La palabra “cine” sostiene su privilegio como término y casi condición de prestigio intelectual, a pesar de que el prestigio real es ya de las grandes series que se ven en televisores. Mientras las barreras entre lo que se llamaba “cultura” y lo demás se borran cada día, hicimos la prueba en las calles de San Sebastián un escocés y yo preguntándole a unas jóvenes francesas (no piensen mal, se lo ruego, fue un accidente) que qué preferían, si películas o juegos. Fueron juegos, gané un vino. Postdata: un productor del mundo online la otra mañana decía “triunfar aquí no es triunfar”. Alguien me contaba que Paco de Lucía venía a decir que ser famoso en España, visto desde Nueva York, es como ser famoso en Coslada. O algo parecido. O puede que no sea verdad y sólo esté bien contado.
17 septiembre, 2011 9:58 AM
1. Escrito por Gonzalo Martín
17/Sep/2011 a las 10:41 AM
En la mirada de El País al mismo comienzo se viene a decir que la gala se adapta al siglo XXI porque, dicho brevemente, está en Facebook y Twitter. Sin embargo, a un asistente al Foro Digital de San Sebastián se preguntaba por qué en festivales como éste no acudían a concurso películas con licencias Creative Commons, algo igualmente cool y del siglo XXI. Las razones pueden ser varias, a saber: a) porque no son tan modernos, b) porque siéndolo, no encuentran algo a la altura estética y mediática que esperan o c) porque, caramba, un festival es una plataforma de lanzamiento comercial del cine de autor y, de momento, los distribuidores eso no lo contemplan. Me parece. Puede ser una mezcla de las tres. Si sugieren otras…
2. Pingback por Empoderamiento (I): autores y creadores « Pulsiones
24/Sep/2011 a las 12:36 PM
[…] asequibles en coste mientras trabajas en la red el desarrollo de tu público, con productos que no son cine y que ni siquiera son ya propuestas audiovisuales, sino la creación de universos de contenido que entrañan multinarraciones en formatos múltiples. […]