El Lobo Estepario recoge en su blog un artículo de José Ángel Mañas en El País que resulta muy interesante si se pone en contexto con los recientes relatos (uno y dos) que Hollywood Reporter ha hecho sobre la estrategia de la industria del cine norteamericana acerca de SOPA. Dice Mañas: «La batalla, tal y como está planteada en estos momentos por los culturetas, está perdida de antemano». Es una descripción muy sintética de la evolución del intelectual en la historia y la sensación de derrumbe o cambio de quiénes viven o han vivido del estatus alcanzado por ese concepto de intelectual. Su explicación: «por primera vez en la historia reciente, el colectivo de artistas, vamos a llamarlos clásicos, se han encontrado en una situación descaradamente retrógrada y reaccionaria. Y eso, para quienes están acostumbrados a ser la vanguardia cultural de nuestras sociedades, es una situación insólita e incómoda, de la que no saben cómo salir». Y la causa: «Los internautas más beligerantes, con su filosofía libertaria y sus teorías del procomún y de la copia libre, llevan ya unos años enfrentándose con virulencia a los adalides de los derechos de autor y del intervencionismo estatal». La mirada libertaria (que está en el lenguaje asumido por las hordas prodescargas pero realmente no asumidas) se repite y parece que asusta. El nodo que une a Hollywood con el intelectual desengañado y que lo hace tan interesante reside en esa visión de batalla mal planteada: «las minas tradicionales se están cerrando y yo me cuento entre quienes luchan para defender un anacrónico medio de subsistencia».