Tengo un amigo que es amigo de Coelho. A mi amigo no le gustan un pelo las descargas, y tiene motivos profesionales para ello: una vida consagrada a un modelo de negocio. A Coelho le gusta Pirate Bay y tendría motivos profesionales para no estarlo, aunque ha encontrado otros nuevos que le contradecirían. ¿Cómo puede ser? Vivimos en un conflicto de paradigmas que radica en un cambio tecnológico que modifica todos los modos de producción d’un temps d’un pais  – dicho “serratianamente” – y de todos los países. Es ingenuo pensar que cosas como ésta no cambien el discurso público sobre la palabra delincuencia asociada a las formas de producción de esa nueva tecnología, pero debería: las nuevas posibilidades y las relaciones que crea resultan bastante incompatibles con lo que se queda atrás. La discusión existente no es sobre cómo paliar los daños, cómo gestionar las mutaciones. La discusión es ver quién derrota a quién. Supongo que siempre ha sido así.