Anoche me tropecé con un editorial no muy lejano del número 865 de Cineinforme (es papel, no hay enlace). Su director, Antonio Carballo, comenta la aparición también reciente de un informe que, Enrique González Macho, presidente de la Academia, ha realizado sobre el “estado de la cuestión” del cine español. Un informe que se basa en entrevistas a los integrantes del sector y en el que no se dice, en el fondo, nada que no se sepa y, como ya advierte Antonio Carballo en ese editorial, nunca se hace. Cuando lo leí, tuve la misma sensación de cierto aburrimiento de leer siempre más o menos de lo mismo y de lo extremadamente trillado y socorrido del relato (en cuento dices que la piratería tiene la culpa de casi todo, los razonamientos terminan siendo poco luminosos). Pero leer a Antonio se me ha cruzado con la lectura de una nota de Varsavsky que relacioné ayer y que contiene otra perla, una perla que me sirve para explicar perfectamente bien por qué el informe es tan, en el fondo, decepcionante. Dice Varsavsky: «Aunque hay mucha gente que habla castellano, no hay muchas noticias sobre ciencia o ideas radicales escritas en castellano». Se refiere a blogs y medios sociales, pero esa es la esencia: todas esas páginas para que no aparezca en el debate industrial ni una sola idea radical. Cero pensamiento disruptivo, un conservadurismo profundo en el que parece que todo reside en hacer bien el statu-quo (una noticia sería, desde luego, que se hiciera por lo menos mejor) en un tiempo en el que el statu-quo está en fase no se sabe si terminal, pero sí desde luego de transformación hacia otra cosa.
10 junio, 2012 11:30 AM
1. Escrito por michael
10/Jun/2012 a las 4:09 PM
“Cero pensamiento disruptivo…” Interesante. Y cómo se instaló esa actitud es un tema que lleva (llevaría) a su solución, creo. Empezó a fosilizarse en la mediocridad la cosa en los años ´80, y no sólo en cine….. Claro, esta idea va en contra de la idea que España tiene de si mismo. Pero es lo que yo saco de lo que he visto…..
2. Escrito por Gonzalo Martín
10/Jun/2012 a las 4:21 PM
Si existe un sujeto pensante llamado “España”, que es dudoso, desde luego no tiene la palabra “disrupción” en su discurso. Aquí usar la razón para resolver cosas pequeñas tiene el nombre de “truco”. Es decir, la innovación, la mejora del proceso evidente es algo mágico y fuera de la razón, un descubrimiento milagroso. Aplicalo a las industrias culturales.
3. Escrito por michael
10/Jun/2012 a las 4:40 PM
“…sujeto pensante llamado “España”…” Claro, no hablaba de España, el conjunto tan variado y tan complejo, sino que pensaba en los distintos colectivos en los que se manejan y se manipulan los “mandamientos” de los distintos statu-quo. Lo que sí me parece interesante es que dentro de lo que es Hollywood (otro conjunto complejo) la innovación suele manifestarse desde dentro con cierta regularidad. Interesante también que Pedro A., que en su momento parecía la cosa más innovadora y nueva que había visto el cine español, ha acabado en lo que se podría calificar como un conservadurismo hueco y vacío. Encontró su “truco” y lo exprime hasta el final…. (sin volver a innovar…)
4. Escrito por Gonzalo Martín
10/Jun/2012 a las 4:59 PM
Ejem, es que lo de Pedro A. es una incomprensible fascinación francesa. Yo creo que sus películas vistas en el tiempo, darán la risa. El tipo tiene una cosmovisión peculiar, pero ya parece que a su edad más o menos sabe poner la cámara. Y lo de escribir guiones…
Ahora aparecerá alguien que me dirá que qué digo, pero bueno. Pedro A. fue transgresor en un momento histórico determinado y eso le dió un impulso internacional extraño. Cuando he leído crítica francesa de las pelis de Almodóvar se hacen unas ensoñaciones antropológico/sociológicas…
5. Escrito por michael
10/Jun/2012 a las 5:10 PM
“…sus películas vistas en el tiempo, darán la risa…” Totalmente de acuerdo, con un par de excepciones. Irónico que un tipo que fue capaz de organizarse lo que era en realidad su propia escuela de cine profesional al principio, después no pudo o se negó a someterse al rigor y la disciplina para aprovechar su propio talento nato (que no le niego). El gran enemigo de Pedro A., en términos cinematográficos, ha sido su éxito. Intenta mitificar su proceso de creación, cuando en realidad se niega a enfrentarse con el trabajo que le costaría la contribución de que sin duda es capaz. Una pérdida para el cine, y al mismo tiempo, un paradigma español.
6. Escrito por Gonzalo Martín
10/Jun/2012 a las 5:28 PM
Bueno, sí. Un chapuzas a ratos muy divertido al que han tomado por Buñuel.
7. Escrito por michael
10/Jun/2012 a las 5:49 PM
“…al que han tomado por Buñuel…” Esa sería una comparación, un contraste, muy interesante, porque ambos en cierta medida son representativos de sus respectivas épocas. (Y nada ilustra mejor la decadencia de la cultura popular a lo largo de las décadas) Desde el principio, Pedro A. me pareció más una re-edición de las comedias españolas de los ´50 y ´60 que cualquier brote de “innovación” cinematográfica. (No son sólo los franceses que encuentran en su obra grandes significados, también en USA hay intelectuales que lo colocan por ejemplo al lado de Fassbinder; pero creo que por motivos extra-cinematográficos, porque entre Almodóvar y Fassbinder yace un abismo cinematográfico…)
8. Escrito por Gonzalo Martín
10/Jun/2012 a las 5:51 PM
Sí, en EEUU les gusta… a una cierta élite. Pero creo que eso viene vía Francia/Cannes.
No, el no es innovador cinematográficamente hablando, copia mucho de hecho, pero sí tiene un mundo personal muy curioso. Buñuel, en cambio sí es un cineasta que cambia la manera de hacer cosas. Creo. Fassbinder a mi me parece un coñazo. Que me griten.
9. Escrito por michael
10/Jun/2012 a las 6:10 PM
“…eso viene vía Francia/Cannes.”
Y en USA, de la identificación con lo gay. Y sí, su mundo personal no sólo es curioso pero muy potente. La pena es que es incapaz de someterlo a ningún tipo de análisis que no se adapte a sus exigencias de imagen personal, bastante mediocres, por cierto, aunque tenga la capacidad para mucho más. Fassbinder a cambio, es en muchas ocasiones un coñazo, pero en otros, no, todo en él está sometido al cine. Por eso digo que no se pueden comparar estas dos figuras, aunque si se comparen, lo mismo como Buñuel-Almodóvar, la conclusión es la misma o similar. Lo interesante es que precisamente Almodóvar (y su deliberada mediocridad, teniendo la capacidad para más) sea emblemático de España…. (Divertida la charla, por cierto…)
10. Escrito por Gonzalo Martín
20/Jun/2012 a las 8:08 AM
Por cierto, hoy me leeis pocos (seguro) o sois unos lilas y no os atrevéis a abrir la boca: había puesto a Fernando Lara como presidente de la Academia y no a González Macho. Está corregido.
11. Escrito por Isabel
30/Jun/2012 a las 9:49 AM
Nunca he sido fan de a Pedro A., pero encuentro que hay otros ejemplos más criticables. El encontró su público, su audiencia, y no se dedica a llorar por las esquinas. Sin estar en desacuerdo con lo que aquí se comenta, parece que lo que sí aprendió es a rentabilizar sus productos. La mayor parte no me gustan pero quien soy yo para calificar lo que le gusta al público. No puedo olvidar aquello de ¿Cultura? ¿Qué cultura?
12. Escrito por Gonzalo Martín
30/Jun/2012 a las 11:22 AM
Efectivamente, hay ejemplos para todo. Pero Pedro A. es paradigmático de lo que es, en realidad, el cine español en su mejor versión. Y es importante por una cosa más, precisamente por lo que será cuando no esté: es la mayor maquinaria de generación de estrellas para el mercado internacional que tenemos. Y, sin él, se perderá mucha imagen de marca que, por cierto, se aprovecha muy mal. Pero eso para otro día.