Era el uno de diciembre de 2009. Perdonarán que me tome la licencia de no esperar al primero de diciembre para dar por hecho que han pasado tres años y sólo quedan dos. Haciendo un poco de arqueología de enlaces compartidos en el pasado, me reaparece la crónica periodística de una de esas un tanto patéticas manifestaciones de músicos famosos sobre sus atroces pérdidas en el mundo digital. En ese mes de diciembre de 2009, Luis Eduardo Aute debió declarar lo que sigue: «En cinco años esto desaparece. No habrá ni canciones ni música». Ozú. De modo más sangrante, en ese mismo episodio de protesta, el mito del rocanrol celtibérico conocido como Loquillo se mostraba también pesimista: «Ya vamos tarde». Qué curioso es el mundo, o qué cabronas son las hemortecas que diría José Miguel Guardia, porque el mismo Loquillo en su propia web y en el mes de septiembre recién terminado anunciaba un nuevo y seguramente fascinante disco: con temas de Sabino Méndez es mucho más fácil ser bueno o aparentarlo, pero lo que está claro es que de momento sigue habiendo canciones y música. Nos (re)leemos el año que viene.