Uno de los newsletters que recibo (y no siempre leo) anuncia una conferencia de uno de los jefes de Ooyala en un evento que se llama Primetime is Anytime: now what. Es decir, que lo que sucede es que la gente consume los contenidos que se llamaban de primetime y, por tanto, más ambiciosos y potencialmente interesantes cuando les da la gana. No es nuevo, como si se mira al resto de títulos y resúmenes de ponencias del mismo evento, lo que vemos es explicar todos los tópicos y hechos del cambio tecnológico aplicados a la televisión que se anticipaban… hace seis años. Pero entonces se solía decir que faltaba mucho y que esto y aquello: ahora todo es mantra de los eventos profesionales. Hay un segundo evento del que leo una reseña en Cine&Tele en el que el secretario general del ICAA parece haber anunciado que apoyarán (nunca se sabe qué es eso) el crowdfunding: “manifestó la voluntad de este organismo de contemplar estos modelos innovadores de  financiación y gestión de productos audiovisuales en el marco de los trabajos que se están realizando para la redefinición de los sistemas de apoyo a la cinematografía y las artes audiovisuales“. Frótense los ojos: ahora ya resulta que es legítimo, moderno y dentro de eso que llaman nuevos modelos de negocio (cada vez que alguien dice los hay, muere otro gatito) todo eso que hacían cuatro friquis y que no vale para hacer arte de verdad como todo el mundo sabía. Vamos, que es legítimo y una realidad. Lo verdaderamente novedoso, y ese el cambio, es la aceptación de la realidad. Y con eso se puede empezar a dejar de ser alcohólico del pasado. A lo mejor es mucho pedir.