Qué bueno es que haya piratas para echarle la culpa: hoy tenemos dos artículos anunciando un nuevo armegedón cultural en ese fabricante de opiniones bienpensantes que es el diario El País. Son lecturas curiosas: una cuasiproclama la muerte del cine de autor y otra una especie de hecatombe cultural madrileña. En ambas aparecen los piratas de por medio, a pesar del río de problemas de otra índole: los precios, el fin del DVD, la abundancia de oferta, la crisis económica (caramba: ¿no hay holocausto de bares y restaurantes?) y hasta el mal gusto de la sociedad española. Salvando la técnica periodística, se recogen opiniones divergentes sobre esta nueva y pretendida muerte (de los intemermediarios) de la cultura, pero la desgracia nos conmueve mucho más que las posibilidades del futuro. Seguramente sorprendería a los perpretadores de estas elegías que el jefe de HBO haya declarado, con un par de narices, que la piratería de Juego de Tronos no ha dañado sus ventas. Con más recochineo, lo califica como “a sort of compliment” (es decir, un detalle halagador). Eso sí, por si acaso, dos líneas más abajo declara que peleará a muerte por su propiedad intelectual. La rotundidad del problema de los precios está recogida con mucha más claridad por el gran Juan Herbera hace pocos días refiriéndose a un ejecutivo de la industria: “esa explicación” – las descargas – “podía valer para una parte de quienes han dejado de asistir al cine pero reconocía que algo se ha hecho mal desde la industria durante años permitiendo que los precios de las entradas hayan llegado a donde estaban incluso antes de la subida del IVA”. Mientras, Viacom ha perdido una nueva apelación en su juicio con Youtube: sin ser ésta última el apóstol de la libre distribución si está santificando la alternativa. No, la copia y la descarga son una característica intrínseca de nuestro mundo, no un defecto: hay que vivir con ello. Como tantas otras cosas del mundo digital, las profecías ya estaban en la ciencia ficción del siglo XX: delicioso encontrar el origen de este argumento que ya poblaba el lenguaje de algunos de nosotros: “Es un sentimiento creciente entre algunos grupos de este país la noción de que cuando un hombre o una compañía han sacado un beneficio del público durante un cierto número de años, el gobierno y los tribunales tienen el deber de salvaguardar esos beneficios en el futuro, incluso frente a circunstancias de cambio y contra el interés público”.
21 abril, 2013 8:40 PM
1. Escrito por Gonzalo Martín
22/Abr/2013 a las 9:01 AM
Casi calcaditos son los datos y los argumentos que aparecen en Voz Populi repitiendo el mantra de la cultura en peligro: algún informe y/o astucia de relaciones públicas están haciendo ese habitual ejercicio de influir que en los libros sobre espionaje y guerra fría llamaban intoxicación
2. Escrito por Montecarlo
22/Abr/2013 a las 9:26 AM
¿Cómo era aquello de “no llores por que se ha ido el sol porque entonces no verás las estrellas”? La frase (como casi todo lo que de origen pretende ser inspirador) se ha convertido en una cursilada repetida hasta la saciedad, pasto de power points y foto-post, pero no por ello deja de encerrar una verdad muy clara: los lamentos por lo pasado y lo perdido no solucionan nada.
Si el cine de autor tiene que morir es algo que sólo el tiempo dirá (y creo que al paso que vamos no lo verán nuestros ojos).
Más bien coexistirá con otras formas o en otras formas. Estoy pensando en la creación colectiva, y demás entusiasmos del a era digital, pero tmaibén en productos de la churrería Hollywood, en versión globalizada.
Además, tendríamos que definir cine de autor: han pasado más de sesenta años desde que se acuñó el término y el debate está abierto.
Siempre han habido autores (más o menos conscientes, más o menos anónimos) porque sin autor la obra no existe. (De momento no se crían solas).
Otra cosa es las circunstancias que envuelven al proceso de creación y la actitud que toma el creador frente a su trabajo, asunto que da para un debate largo aunque precismaente de debates andamos sobrados.
Yo, de momento, me reservo las energías para seguir trabajando, que algo más avancaré. Luego, como dijo Billy Wilder: si la gente se ríe le llamaré comedia, y si llora, drama.
3. Escrito por Montecarlo
22/Abr/2013 a las 9:46 AM
Otro apunte a tener en cuenta: no hace tanto tiempo que para ver alguna película en VO en este país (y más, si era cine de autor) uno tenía que recurrir a las filmotecas y/o cineclubs. Ya lo señalaba el otro día, tal vez hay que rescatar esos modelos para según que visionados, y combinarlos sabiamente con el VOD y el DVD.
Lo que es innegable es que, desde finales de los setenta hasta ahora, no hemos conseguido estructurar una industria cinematográfica propia. (He dicho industria: lo que da cabida a todo tipo de productos).
Hemos seguido doblando películas, repartiendo dinero sin demasiado criterio, empujando donde no tocaba, poniendo palos a las ruedas de los que se movían (o querían hacerlo) y riéndole las gracias a cuanto Mr. Marshall asomara por el horizonte. (Viniera de donde viniera, que no todos son yankies).
Podemos (debemos) reflexionar sobre nuestra propia historia, para comprenderla y comprendernos mejor, pero eso no quita que lo más importante es lo que tenemos por delante.
4. Escrito por Gonzalo Martín
22/Abr/2013 a las 10:57 AM
Yo creo que eso era de Tagore. Pero mientas encuentres un asidero (lo público) como sostén para hacer las cosas sencillas, no te planteas ganarte al público. Sin más. Lo del cine de autor es otra leyenda más que puebla nuestra vida creativa: se quejan de que ahora no tendrán salida, ¿pero cuándo la han tenido? ¿Por qué esa manía de que las artes audiovisuales son cuatro paredes en una calle céntrica? Suelo decirles a todos que todo el cine clásico que aman lo han visto en un televisor.
5. Escrito por Montecarlo
22/Abr/2013 a las 7:00 PM
Yo te diría que uno siempre es autor a su pesar, o como dijo W.S. Burroughs: Yo me senté a escribir un best-seller y me salió “El almuerzo desnudo”.
Desde mi perspectiva, más que “ganarte al público” se trata de encontrarlo, de hallar el espacio común, porque supongo que hay público para todo. Los habrán que tendrán uno multitudinario, y los habrá que lo tendrán más reducido.
Lo que está claro es que no te vendrán a buscar a tu casa. Vamos, que hay que empezar a mover el culo!
6. Escrito por Gonzalo Martín
22/Abr/2013 a las 10:08 PM
7. Escrito por Iago
23/Abr/2013 a las 5:45 PM
El quid siguen siendo las salas, que es en lo que al final parece haberse quedado todo el mundo con el caso Alta. Que es terrible, que es una putada, sí, pero en los días siguientes la preocupación mayor parecía ser cuales eran las salas que iban a cerrar, y ante la noticia de que no todas se iban al tajo hasta vi por ahí algunos suspiros de alivio sin que nadie reparara en todo el aparato de distribución. Yo me pregunto ahora qué pasara si dentro de unos meses los Renoir empiezan a proyectar sobre todo grandes éxitos para conseguir entrada, supongo que habrá quien se corte las venas y todo…
Lo que más molesta de todo (e insisto en que no dejo de ver la noticia pésima) es que se siga buscando el remedio omitiendo la indefensión a la que se dejo a la distribución en este país. Y conste que también tengo dudas de que clase de rentabilidad puede suponer para las grandes la creación de un oligopolio (la clave estaría en rentabilidad por copia, no?), pero lo “minoritario” ha estado tan encantado de conocerse que aceptó de muy buen agrado estar aparte del mundo, y luego pasa lo que pasa.
8. Escrito por Isabel
23/Abr/2013 a las 6:36 PM
Yo me anoto la perla: “la desgracia nos conmueve mucho más que las posibilidades del futuro”
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25/Abr/2013 a las 9:00 AM
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26/Abr/2013 a las 9:14 AM
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