Pedro Jiménez nos recuerda todos los años que el uno de enero recién terminado es el día del dominio público y aprovecha para recordarnos qué derechos destacados vencen. Si le unen esta historia que publican en El Diario sobre Qué Bello Es Vivir y este otro relato de Versvs sobre la mutación cinematográfica de Sherlock Holmes en el día que vencen los derechos de Conan Doyle, comprenderemos que la propiedad intelectual como está formulada está frenando la creación en muchísimos aspectos. Pero al tiempo que se produce este fenómeno, la persecución de la piratería en China (Baidu, condenada) está haciendo que la industria de televisión norteamericana monetice sus series a pasos más veloces de lo esperado. La competición cultural entre China y Occidente (Shall I say the U.S.?) se hace cada vez más interesante.