Si has llegado aquí, lo más probable es que te haya enlazado esta página tras un par de intercambios de twitts. Si tienes paciencia, comprenderás su función.
Dice Douglas Rushkfoff en Program or be Programmed:
El pensamiento fundado que se requiere en estos momentos es la clase de reflexión real que se produce dentro del cerebro humano pensando a solas o relacionándose con otros en grupos pequeños y autoelegidos, por muy elitista que pueda sonarle esto al mundo techie. Libertad – también en la era digital – significa la libertad de elegir cómo y con quien haces tu reflexión, y no todo tiene que ponerse a la vista de todo el mundo con la señal de “comentarios abiertos” o “sin copyright”. De hecho, es la incapacidad de establecer estas fronteras y diferencias – o la incorrección política de sugerir la posibilidad – la que nos arrincona y nos impide la discusión abierta, continuada y con significado.
En otras palabras: que una discusión fructífera debe poder elegirse en sus formas y en sus quienes porque, de no hacerlo, se termina en algo sin sentido. Si, siguiendo a Rushkoff en la misma obra, asumimos que la tecnología tiene, aún siendo neutral y siendo cierto que es el uso que le damos lo que le confiere valores positivos o negativos, sesgos que condicionan sus usos, entenderemos que por muy entretenido que es twitter introduce un sesgo muy claro: es imposible avanzar en una reflexión y debatir con detalle a base de mensajes de ciento cuarenta caracteres, por muy bello que sea un haiku suelto o un aforismo bien armado.
Así pues, si te he mandado este enlace, te pido con toda amabilidad que comprendas que no voy a seguir discutiendo por ese medio cuando aquí mismo tengo un blog con el texto y los enlaces que he referenciado y donde no hay límite para tus opiniones y comentarios. A más a más, si tienes tu blog podrás extenderte y ampliar tu pensamiento sin depender de mi al tiempo que intercambias (o intercambiamos) reflexiones en ese proceso que consiste en elegir con quien se debate para obtener sentido.
Quedas, pues, cordialmente invitado a hacer uso de mi página de comentarios para terminar de organizar los pensamientos que el fogonazo de twitter ha provocado llevando a que nos conozcamos o, si ya somos habituales, nos conozcamos más. Y, como dice la cita, no te lo tomes a mal, forma parte de una libertad necesaria. También para ti.
P.D.: A propósito, este blog no se puede menear.
1. Escrito por javier
16/Abr/2011 a las 9:30 PM
no importa la plataforma importa el contexto y la conversación, donde usted diga maestro
2. Escrito por Gonzalo Martín
17/Abr/2011 a las 12:01 AM
Mmm, creo que la plataforma sí importa: la tecnología, como dice Rushkoff, tiene sesgos. Twitter es centralizado y hace tender a reducir la reflexion por limitacion de espacio. De blog a blog no se depende de un tercero y no hay límite de espacio. Es decir, se puede pensar.
3. Escrito por medusaaurelia
16/Abr/2011 a las 9:58 PM
Bueno, no he entendido mucho, intentaré seguirte porque me enriquece, algo queda, como con la murmuración, pero tus comentarios cientocuarentacaracterriales son ocurrentes y repito lo que te dice Javier.
4. Escrito por Gonzalo Martín
16/Abr/2011 a las 11:14 PM
Bueno, se trata de que cuando algo no da de sí en los 140, se haga donde se debe, aquí. Tantas veces se inician conversaciones de futuro que mueren en twitter pudiendo florecer, que no, que no le veo sentido y empobrece todo. Aquí hay espacio para reflexionar sobre las mismas cosas que pongo: ultimamente se ha tomado la costumbre de leer el post y comentarlo en twitter. Reduce posibilidades y la conversacion se pierde. Gracias a ambos.
5. Escrito por michael
16/Abr/2011 a las 11:26 PM
Gonzalo, Yo soy relativamente nuevo en twitter, y voy adaptando mi uso del medio, que ahora mismo veo como una especie de comité de editores a los que yo puedo cambiar cuando me dé la gana. Es interesante ver cómo se puede jugar con límites, pero ahora mismo concibo de los tweets sólo como una especie de titular; también veo que cada uno tiene ideas diferentes, pero cuando ya todo es predecible, ha llegado la hora de pasar a otra cosa, con el botón de “unfollow”. Las consideraciones en tu blog, las vueltas que das a las cosas creo que son las necesarias para ir comprendiendo lo que nos pasa (tampoco depende del lugar específico) en este mundo y ha sido una grata sorpresa encontrar esta perspectiva tan amplia en lo que yo consideraba un ambiente (el español) de miras más estrechas. En los últimos años he seguido cine y televisión por periódicos y otros recursos on-line, pero a través de twitter he visto otro aspecto a la actualidad, que ojalá ocupe poco a poco más espacio en la “realidad”. Esa, naturalmente, es la cuestión: ¿tanta “comunicación” contribuirá a cambiar la realidad, o todo se quedará en agua de borrajas? Naturalmente seguiré leyendo…. y comentando….
6. Escrito por Gonzalo Martín
17/Abr/2011 a las 12:05 AM
Lo de soy “relativamente nuevo” es interesante e importante. Herramientas como twitter y Facebook han traído a eso que se llamó 2.0 (que no es otra cosa que la contribución creando contenido propio) a muchas personas que no estuvieron en la era de los blogs. Pasará la fiebre. Pero al haberse “socializado” en herramientas más pobres que los blogs, han aceptado una dinámica empobrecedora de la red. Antes de esta explosión los debates entre blogs eran el equivalente a todos esos líos de facebook y los constantes RT y respuestas en twitter. Pero al haberse renunciado a comentar, se ha aceptado la nimiedad: el “me gusta” y los 140 caracteres. El resultado: la gente no sabe diferenciar las herramientas, se esfuerza menos y está construyendo sus identidades digitales en herramientas que no puede controlar. Incluso perdiendo datos y sus históricos. Por eso he decidido que no debatiré más de dos twits con nadie sobre un post mío; porque siempre se llega a “no cabe en 140” y se termina. Cuando es innecesario: tenemos espacios propios. Y gracias, Michael, por esas palabras elogiosas.
7. Escrito por michael
17/Abr/2011 a las 5:48 PM
Gonzalo,
En mi caso, probé twitter desde el principio, pero sólo ahora (cuando me he apuntado específicamente para seguir la prototípica bronca del mundillo del cine español, el caso de “La Mula” y cómo el ministerio ha bregado con ello) me interesó lo suficiente como para “quedarme”. Se ve que ha evolucionado mucho. La brevedad sólo sirve para sugerir, pero la capacidad y ahora la costumbre de poner links lo cambia completamente. Pero jamás, en mi opinión, podrá sustituir a un diálogo más “long form” que afortundamente ha resultado de esta la más reciente de mis experiencias con twitter, en un 1% de los comunicados, pero incluso con eso es suficiente. Por otra parte, tengo que reconocer que los límites me han refrescado viejas lecciones, y como ejercicio, me parece estimulante. Pero ya ves: mis opiniones, en toda su gloria, no caben en 140 caracteres.
Cheers y para que lo sepas, no respondo a mensajes de ninguna clase sobre arroz negro sin recibir un engraved invitation de degustarlo.
Risas,
Michael
8. Escrito por Gonzalo Martín
17/Abr/2011 a las 6:57 PM
Lo de La Mula me ha parecido tan viejo como el cine. Pero la mirada moderna me lleva a reirme del director diciendo que no firma nada que no haya rodado, todo digno él y al productor diciendo que tiene que acabar lo que tiene… Ese modelo europeo de poner al “autor” (como si estuviera solo e inventara solo) por delante del producto…
Para el arroz hay reglas estrictas: no todo el mundo puede postularse. Es como lo de mis #callos, hay que pedirlo con mucha insistencia.
9. Escrito por michael
17/Abr/2011 a las 8:54 PM
Bueno, en lo de “La Mula” me refiero a que, con todas las de ganar en el mercado internacional con esa producción, el cine español (entre la productora y el ministerio) han sacado el peor resultado posible. Me preocupa más la cuestión del dinero y las gestiones internacionales que la autoría, aunque allí también el prestigio de Radford hubiera aumentado el del cine español, y fomentado más proyectos de ese tipo. Ahora el caso no será más que un impedimento adicional a una vía muy práctica para el cine español. Y cuando sumas “Manolete”….
En cuanto al arroz negro y los #callos, te comprendo perfectamente, pero la distancia disminuye la vigencia de las reglas. La única solución (que tampoco es un calvario): cocinar uno mismo!
M.
10. Escrito por Gonzalo Martín
17/Abr/2011 a las 11:41 PM
La normativa de coproducciones es cualquier cosa menos algo útil para hacer un negocio en condiciones. Esta cobertura de lo “cultural” para gente que reconoce abiertamente que es un medio de vida, es la mayor distorsión: emplear habilidades creativas que terminan conformando la forma de ver el mundo (cultura) también las usa la publicidad pero no lo sometemos a reglas de excepción. Cuando, y es evidente, quien quiere expresarse para dar un punto de vista del mundo (cultura) lo sigue haciendo independientemente de si es para ganar dinero o no. La cosa es si los valores de producción bajarían y habría menos Torrentes. Pero lo curioso es que los Torrentes sobrevivirán siempre: son negocio, solo tienen que ir tras el dinero, porque si hay dinero, hay formas de cogerlo.
11. Escrito por michael
18/Abr/2011 a las 5:20 PM
Ah… pero no defiendo para nada el actual régimen de coproducción, ni muchísimo menos la definición de “cultural” según Siete Chimeneas; de hecho, casi todo lo que emana del ministerio me parece contraproducente en ese sentido y de muy poco valor “cultural”. No lo defiendo para nada….. Pero sí creo que la coproducción es (o mas bien “podría ser”) una vía para acceder gradualmente a un mercado mucho más amplio que el español; igual que los incentivos, hay muchas fórmulas. Salvo notables excepciones (algunos de los cuales ya no están), sin embargo, el ministerio parece empeñado en mirar por otro lado, y si fomenta algo, será lo más anodino posible. Respecto a los Torrentes, sólo he visto trozos de esas películas pero a mí me parece que pertenece a un género igual que cualquier otro; cumple con las reglas de ese género, y se materializa la compensación, así de sencillo. Ahí, quizás, una gran lección…. que me devuelve al tema que más me interesa, que es el desarrollo.
12. Escrito por Gonzalo Martín
19/Abr/2011 a las 8:29 AM
Sí, algo así vengo opinando hace tiempo. Pero aquí prefieren el proteccionismo: asegurar que con tu dinero trabajan los de casa y que las majors no se lo llevan por la puerta de atrás. Ese es el argumento subyacente, como el control es la realidad subyacente. La seleccion española de futbol y la de baloncesto nunca ganaron nada hasta que se formaron jugadores compitiendo contra los no nacionales a diario.
13. Escrito por michael
19/Abr/2011 a las 3:44 PM
Lo irónico es que el pájaro que mantienen en la mano es muy pobre al lado de los cien volando, que serían muy fáciles de coger. Y con eso volvemos al tema de la “mentalidad”….
14. Pingback por “La Biblia no es Twitter” « Pulsiones
21/Ago/2011 a las 11:25 AM
[…] sobre las ideas con una sentencia muy llamativa: “La Biblia no es Twitter”, aludiendo a la imposibilidad de debatir o profundizar en 140 caracteres. Tres son las cosas que, a mi juicio, son de interés: a) la combinación de publicidad y […]
15. Escrito por Julio Alonso
31/Oct/2011 a las 12:51 PM
Interesante. Ahora, lo de “prohibir que se suba algo de este blog a menéame” me parece un poco curioso. Primero porque tu no tienes control sobre tus urls. No puedes prohibir a los usuarios de menéame que pongan una url de tu blog en aquel servicio. No tienes esa autoridad.
Una opción más viable es que no permitas que vean tu blog visitantes que vienen directamente de menéame. Lo más fácil, poner una condición en el htaccess para que si el referer es menéame vean el post de por qué tu blog no se puede menear. Eso sí, el que quiera, lo buscará y entrará, no te quepa duda.
16. Escrito por Gonzalo Martín
31/Oct/2011 a las 1:41 PM
¿He puesto prohibir? Si lo he puesto asi, está mal. Quiero decir que he puesto el código que creó Menéame para esto. Obviamente, lo pueden sortear, de hecho, lo han hecho, pero el resultado no tiene nada que ver.
Por supuesto que si buscan te encuentran. Pero el hecho de buscarte ya es una actitud positiva: existe un interés para tomarse la molestia.
17. Escrito por Julio Alonso
31/Oct/2011 a las 1:45 PM
Cierto, pone “no se puede”, no “prohibido”. Entendido el matiz.
18. Pingback por Por qué Cartograf no es más activa en «redes sociales» | Cartograf
2/Mar/2012 a las 10:23 AM
[…] varios twits, con todo el ruido alrededor, para hacer algo que podría haberse hecho de forma mucho más cercana y directa en espacios web de otra naturaleza. Ante esa situación de urgencia, las relaciones generadas en […]
19. Pingback por La bella y simple deshumanización tecnificada « Libertas ¡!
29/May/2012 a las 3:19 PM
[…] lo hacemos así corremos el riesgo de buscar un uso para una herramienta que no tiene propósito, quedar limitados por la herramienta o peor: que el diseño de la herramienta promueva lo contrario a nuestros […]
20. Escrito por Manuel Aresti "Sotavento"
18/Nov/2012 a las 5:59 PM
Cada día me siento más perdido en este maremágnum de Internet y las Redes Sociales, entre los anglicismos, tecnicismos, etc., y que yo mismo ni sé cuántas personalidades adquiero a través de una máquina… ¡En fin…! Un abrazo desde Algorta.
21. Escrito por Gonzalo Martín
18/Nov/2012 a las 11:08 PM
Manuel, qué agradable sorpresa. Sí, complejo ¿verdad’ Pero diverso y lleno de “indepedencias” relativas, como ésta mía: elegir cómo y con quien debates, deliberas, discutes reduciendo los condicionantes que no tienen sentido. Como el del algoritmo y las restricciones técnicas y jurídicas de estas empresas.
22. Pingback por AdWords Express: ¿intermediación u oportunidad? | Iván Fanego
25/Nov/2012 a las 7:16 PM
[…] Debatir por Twitter es imposible. Sí, una vez más el crédito va para Gonzalo Martín. […]