Mi profesor de filosofía del bachillerato nos insistía en el valor de la historia de las ideas y de su propia asignatura enarbolando la bandera de la influencia oculta o no conocida del debate de problemas filosóficos. Era por ello, nos contaba, que si en nuestra vida cotidiana calificábamos personas y conceptos como idealistas debíamos imputarle la culpa a Platón. Unos viejos amigos alejados de la cotidianeidad de la vida digital – el autor de estas líneas es conocido en esos ambientes como un vendedor de humo – me miran con la sorpresa del ignorante cuando les hablo de Pirate Bay. Excuso decir que son descargadores compulsivos de su entretenimiento en medio de esa ética borrosa en la que se duda entre el remordimiento y la útil comodidad de la descarga.

More: Read the rest of this entry…