Un correo promocional que recibo de Nubeox (Antena3) promete descontar el valor del IVA, sólo hoy domingo, de los precios de sus alquileres online. Curioseando en busca de qué me gusta, veo Los Idus de Marzo a 2,36 euros con un cartelito que pone ¡oferta!. He ido a comparar con Youzee y la dan a 2,99 euritos. En Wuaki, la cosa sube a 3,99 y no anuncian HD, que los de Antena3 y Youzee, sí. Bien: parece que la oferta online normalizada se debe empezar a enfrentar a una realidad competitiva inevitable: mismo producto, tecnologías similares y cercanas a la trivialidad… sólo el precio diferencia. Y si solo el precio diferencia, la cosa reside en ver quién es más fino con sus costes y aguanta más. Es cierto que en el estado inicial en que está la cuestión, el mercado crece, pero ya hay que imaginarse una fuerte tensión a medida que madure y hasta listos inventando comparadores de precios. Qué mal rollo. Mientras, Filmin no tiene Los Idus de Marzo, pero el catálogo no tiene nada que ver: tiene las cosas que los demás no van a tener interés en tener. Filmotech parece que se inclina por posicionarse como el cine en español. Panorama fascinante. P.D.: en ningún lado he encontrado un clásico como Harold y Maude, así que me la he descargado – estupendamente, por cierto – desde Pirate Bay.
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Regalo de Reyes. Beatriz Cebas libera el documental que puso en marcha mediante crowdfunding para ilustrar ese fenómeno de financiación en red de obras audiovisuales (di un apunte sobre ello). El interés es doble. Por un lado, en el montaje de la directora, el serenísimo y siempre inteligente Jaume Ripoll (Filmin) llamando la atención sobre la necesidad de que los artistas concedan valor al estreno directo en la red como parte de un futuro aún nebuloso. Por otro, la liberación de las piezas completas de las entrevistas donde los quince minutos de Jaume se convierten en una explicación extraordinaria de las paradojas del consumo de películas y los discursos más populares de la red. Debe verse. Debe verse, además, escuchando la entrevista completa a Nico Alcalá, de El Cosmonauta. La visión consecutiva del montaje de la directora y las piezas sin cortes permite un contraste excelente entre las visiones de los recién llegados y sin bagaje que proteger y la visión de quienes llegan a la red con un legado que impone una mirada necesariamente continuista y no rupturista. Aclaro que aquí continuista y no rupturista se emplean como hechos y no como juicio de valor que pudiera interpretarse como retrógrado u obsoleto. Es todo lo contrario. La sensatez que inspira ver completas y sin los límites de espacio que tendría este conjunto de piezas en los medios convencionales es otro ejemplo más del cambio de narrativas, de la experiencia de uso y del producto. Pero también de cómo la discusión pausada y no agresiva de los problemas de la regulación de la forma de ver la distribución de obras culturales llevaría a generar mejores nuevos consensos. Esa claridad y sensatez no se da únicamente en los dos citados, sino en todos los entrevistados. Están todos los debates abiertos, como el de la vigencia del cine en salas: tanto Nico como Joaquim Guinovart se ponen sugestivos con ello.
Pablo Maqueda envía a su lista de correo en las últimas horas de 2011 un apasionado texto confiado en que «si algo nos une a todos nosotros es nuestra pasión por el cine». Con el comienzo del nuevo año, veremos por primera vez «las imágenes del proyecto cinematográfico» que marcará su transcurrir por el año 2012. Ese proyecto cinematográfico tiene un tráiler muy sugerente y mostrará cada día «diálogos diarios entre director y espectador a través de las redes sociales». El blog de Filmin nos explica que Pablo «ha recorrido cinco ciudades del mundo (Tokyo, Nueva York, Londres, Paris y Madrid) registrando en plano secuencia instantes que reflejen las rutinas, miradas y actitudes de 366 mujeres del siglo XXI». Mientras indagamos hasta qué punto lo que llamamos cine es algo que derivará a otros ámbitos que no son salas a oscuras con el mismo prestigio que el glamour que confieren los carteles en las avenidas y las alfombras rojas para artistas, Filmin corroboraría que «los tiempos cambian, el cine se adapta, el audiovisual muta». Creo que, sin desmerecer en absoluto lo demás, lo más novedoso de todo el proyecto consiste exactamente en eso, en que lo llaman cine y no se ve en el cine. Feliz 2012.
Sobre el recuento de los visionados online para las subvenciones
Comentarios desactivados en Sobre el recuento de los visionados online para las subvencionesLa norma que, por primera vez, contemplará los visionados online para ser computados de cara a las subvenciones del cine español penaliza los modelos de subscripción. No se computarían los visionados en los modelos gratuitos soportados en publicidad. Tampoco son visionados completos, sino un coeficiente. En general, la lectura sugiere más bien desconcierto y la prevalencia de esquemas mentales previos a la digitalización y que sugieren más la salvación de los esquemas clásicos que el gusto por inventar cosas nuevas. Mientras, los modelos de producción y distribución digital van consolidando sus formas de hacer: la referencia de Hulu o Netflix con sus servicios de subscripción baratos y amplísimos catálogos se amplía por doquier. Ayer supe de Databazaar, un Netflix de cine y series hindúes para el mundo por… 7,99 dólares al mes, el mismo rango de precios de los competidores americanos. Si adquieres la tarifa anual de Filmin, no llegas a los diez euros mensuales… El jefe de Electronic Arts dice hoy algo de este calibre: “El futuro de los videojuegos pasa por el navegador y los juegos gratuitos”. En resumen, los modelos de producción y distribución de entretenimiento pasan por estrategias de destinadas a generar flujos de ingresos de largo plazo por la vía del acceso o lo que rodea la experiencia y no por el consumo unitario de cosas que empiezan y terminan en su contemplación. Lo minoritario crece claramente hacia la involucración de los fans en la producción de la copia cero (dos nuevos casos interesantes, un documental sobre el músico Jason Becker y el mecenazgo en pequeñas donaciones del libro de Juan Pina). El cine español ya no era rentable antes de los usos irregulares generalizados y sólo era y es posible mediante una intervención pública privilegiada. Por tanto, ¿por qué no hacer cosas verdaderamente diferentes, si la excusa es la cultura? Por supuesto, el dinero de las ayudas se reserva para esquemas cinematográficos, pero la calidad de las propuestas creativas de video online sube y sube. Lo mismo alguien se empieza a preguntar por qué han de ser diferentes.
Llego tarde a la lectura de la excelente entrevista que Antonio Ortiz le realiza a Eudald Domènech en la que confirmaría la llegada de Netflix a España en 2012 que, además, se integraría en InOut-TV. La cuestión es qué esperar de Netflix: mucha gente lo menciona como una panacea de todo, pero como comentamos en su día, Netflix no puede sustituir lo que la gente hace en los diversos yonkis de este mundo, simplemente porque respeta las ventanas y no va a ofrecer la última serie lanzada en EEUU con subtítulos a la media hora de haberse estrenado. Dependiendo del catálogo que consiga, el mayor o menor éxito del cierre de webs y de la propagación de los nuevos sitios y formas de acceder a contenidos no autorizados que surjan, veremos lo que da de sí. Sobre todo será interesante ver (cuando llegue) a qué velocidad integran catálogo. Siendo una compañía tan orientada a datos me pregunto si querrá conseguir a toda costa el top ten de Series Yonkis o se inclinará por absorber nuevos lanzamientos. La estrategia de contenido será una de las cosas más interesantes a ver. De cara a los competidores locales, el poder de negociación de un Netflix asusta. Por cierto, InOut-TV contiene acceso a Filmin, la suma de ambos servicios dejaría una oferta excelente.
Telecinco, hbbtv y videoclubs
Comentarios desactivados en Telecinco, hbbtv y videoclubsAlguien del sector me decía (ya no recuerdo quién, que me perdone) que Telecinco estaba empeñada en ser la primera televisión en lanzarse a estrenar la que se viene denominando televisión híbrida, el estándar Hbbtv para integrar internet dentro de la señal de broadcast e iniciar un nuevo tipo de experiencias de televisión. Cosas de la bolsa eso de la prisa, se supone. Porque el público ni sabe qué es eso y esperemos que nadie se empeñe en venderle siglas nuevas. Que sea Telefonica el agente intermediario no debe sorprenderle a nadie (uno hubiera sonreído si hubiera sido Abertis), pues son socios en Digital+. De momento, lo que más me interesa (¿hay en el mercado televisores a la venta que cumplen el estándar?) es la competencia que va a amanecer entre videoclubs: las películas van a ser las mismas para todos los jugadores y todos aspiran al televisor conectado. La cuestión es quién es más fácil de pinchar porque se le da prioridad en la correspondiente home y si algo tiene Hbbtv es que nace para que los operadores de siempre tengan ventaja, a lo que se debe sumar el potencial de comprar catálogo por partida doble. Por cierto, Filmin está en otro rollo y es el único diferente. Apuestas sobre quiénes van a sufrir.
Auri García, redactor del diario Ara, se dirigió a mi para consultar mi visión sobre el estado de la distribución online. También lo hizo con Juan Carlos Tous (Cameo, Filmin) y publicó una pieza muy basada en Netflix – al fin y al cabo, el paradigma ahora mismo – y Filmin, un servicio de filosofía de contenido completamente opuesta. El límite de espacio del formato papel fuerza a que los redactores deban adaptar tu aportación a las características de su relato y la mencionada limitación, lo que en otras ocasiones en que me han consultado otros diarios ha resultado en una mutación de lo que realmente se quiere decir. No es el caso y agradezco a Auri el trato exquisito y su compromiso en darme la oportunidad de ver los entrecomillados con anterioridad a la publicación. El artículo no está accesible en la red, pero dispongo de una reproducción en pdf. Con todo, siempre añoras que tus frases estén en un contexto más amplio hecho por ti y ser más detallado con los síntomas de que nuevas generaciones se planteen prescindir del cable normal para probar con servicios online o la complicación de obtener los derechos de los grandes títulos en condiciones de ser amortizados en un período razonable con los esquemas existentes, por ejemplo. Pero para esto tenemos blogs. Por supuesto, lo que dice Juan Carlos es mucho más interesante que lo que yo pueda decir.
Una nota de Público en su edición de papel de ayer puede encontrarse en su web hoy (al menos, ayer no había forma). Refiere a un trabajo de Filmin por el cuál se han detectado 2.433 archivos en diversos sitios sin autorización. Anuncia en esa nota Juan Carlos Tous, el hombre de Cameo y Filmin, que el 85% de las solicitudes para que sea retirado han sido obedecidas. Como siempre, las dudas en este terreno son las mismas: ¿si no hubiera habido éxito habría habido extensión del archivo? ¿Cuántas personas ven y no terminan de ver porque no están interesadas? ¿Cuántas personas la verían sólo si no se paga, e incluso soportarían unos cuantos anuncios? ¿Cuántos visionados son, efectivamente, pérdida de quién ha realizado la inversión de quedarse con esos derechos? ¿Podría evitarse sí o sí? ¿Por qué el público prefiere una experiencia de baja calidad a la excelente oferta de Filmin que es, además, con precios más que asequibles? ¿Para cuántos es porque no lo saben? ¿Será más fácil con un televisor conectado? Queda mucho que resolver.
Filmin anuncia el lanzamiento oficial de Pa Negre en su site. Era conocido, pero no por ello menos trascendente: una película con repercusión importante de medios consumible en condiciones completamente óptimas desde el punto de vista técnico como jurídico. Yo la veré con mi tarifa plana. Será interesante el que los productores y Filmin compartan dentro de un período los resultados.