Ha causado mucho revuelo estos últimos días una afirmación del Consejero Delegado de PRISA sobre los medios tradicionales: «Juan Luis Cebrián, defiende que el periodismo tal y como se ha entendido hasta ahora ha muerto. Y lo ha hecho tras un cambio “bestial” que ha llevado a los medios de comunicación a dejar de ejercer el cuarto poder. “Los diarios ya no vertebran la opinión pública”. Un ejemplo: “Si el Rey ha pedido perdón, no ha sido por los medios sino por lo que se reflejaba de él en las redes sociales”. Es una pérdida de prestigio que, según Cebrián, afecta a los medios y al resto de estamentos democráticos.» He insistido varias veces que, en el conflicto sobre piratería y casos como la Ley Sinde, el recurso a la alta cobertura y la amabilidad de los interlocutores (cuando no a la complicidad directa) de los medios convencionales, la comunicación de las posiciones pro-control de la red perdían la batalla de la credibilidad porque la gente se formaba su opinión fuera de esos medios. Y eso a pesar de que los tomen como input y parezca que su influencia es superior. Es probable que haya que darle la razón a Cebrián porque, como dice Elvira Lindo hace pocos días «cierto será, ya que él ha sido sin duda uno de los vertebradores de la opinión en la España democrática». La esencia del argumento es la pérdida de la credibilidad (yo diría que es un escándalo) por lo que la insistencia en noticias terroríficas sobre pérdidas económicas, derrotas de la cultura, creadores de muertos de hambre y todos esos horrores resultan ser desmontadas por los discursos de las redes por personas que generan más credibilidad frente esos medios que son cada día más transparentes en sus legítimos pero condicionados intereses y cada día menos solventes intelectualmente. En fin, es una vez más aprovechar el Pisuerga, Valladolid, y las sardinas con las ascuas para argumentar la inevitabilidad de otro discurso y debate social por muy bien que le vaya a la famosa sección segunda.
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Juan Luis Cebrián
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29 abril, 2012 10:12 AM