Suscríbete: ENTRADAS | POR E-MAIL | COMENTARIOS | ¿TWITTER?

Posts tagged ·

soft-power

·...

Del día del dominio público a la pugna por la piratería en China

9 comments

Pedro Jiménez nos recuerda todos los años que el uno de enero recién terminado es el día del dominio público y aprovecha para recordarnos qué derechos destacados vencen. Si le unen esta historia que publican en El Diario sobre Qué Bello Es Vivir y este otro relato de Versvs sobre la mutación cinematográfica de Sherlock Holmes en el día que vencen los derechos de Conan Doyle, comprenderemos que la propiedad intelectual como está formulada está frenando la creación en muchísimos aspectos. Pero al tiempo que se produce este fenómeno, la persecución de la piratería en China (Baidu, condenada) está haciendo que la industria de televisión norteamericana monetice sus series a pasos más veloces de lo esperado. La competición cultural entre China y Occidente (Shall I say the U.S.?) se hace cada vez más interesante.

¿Comprará China un estudio en Hollywood?

1 comment

Siempre se ha dicho que la compra de Columbia por Sony no fue lo que se esperaba. El poder emergente de China se traslada, claro que sí, al audiovisual. El título se corresponde con un análisis que efectúa Hollywood Reporter completísimo sobre la cuestión y que recomiendo leer. Tanto por las razones para que ocurra como para que no ocurra. Pero el sustrato subyacente es de lo más interesante: un país inmenso en población y cada vez de mayor riqueza con aspiraciones globales y que seguro, seguro, que desea influencia cultural, eso del soft-power. Mientras, lo mejor del talento español se integra – yo creo que a pesar del diseño del sistema – en los mecanismos del entretenimiento global. Y con la asignatura pendiente de entender las realidades del primer mercado del mundo (Oh, wait, en China también pasan cosas sorprendentes: ¿alguien ve oportunidad?).

¿Puede compararse el cine con el fútbol?

10 comments

Al menos, para evaluar el éxito o la equidad de la acción pública. En comentarios en twits al respecto de una entrada de estos días pasados sobre los recortes de presupuesto aplicados al cine, se me dijo que estaba escrito con respeto pero que «al igualar fútbol y cine, lo dice todo». No sé qué es todo, pero seguro que comparar no es igualar. La cuestión tenía mucho sentido. La primera razón es que uno de los enlaces empleados como fuente comparaba el caso del fútbol con el del cine en el tratamiento público. Y lo hacía un respetable industrial del cine, no yo, que retomo el hilo. En segundo lugar, visto en términos de mercado, lo cierto es que – pese a quien le pese – cine  y fútbol compiten en el mercado del ocio y el entretenimiento: si no es así, ¿por qué tantas personas del cine se quejan o se han quejado de la programación del fútbol en televisión y la competencia que supone para las salas? El deporte profesional forma parte de ese macrosector, como los videojeugos o los parques temáticos. Pero el argumento más solido tiene que ver con una de las motivaciones, no la única evidentemente, de la intervención pública en la cultura (por cierto: qué palabra tan gastada y tan cuestionable). Una de esas motivaciones es la promoción de la marca y los valores de un país, tanto para ejercer influencia, como para atraer visitantes (cine y turismo tienen una conexión creciente, parece que el museo del Santiago Bernabéu es un componente clave de la oferta madrileña). Esas cosas, forman parte de los elementos de atracción hacia las políticas exteriores de un país que Joseph Nye llamó en su día, soft power. Hay una cita de este caballero que viene muy al caso: «Much of American soft-power has been produced by Hollywood, Harvard, Microsoft, and Michael Jordan». Michael Jordan. Real Madrid. O Barça. Si en un momento dado hay que evaluar el rendimiento de marca-país por el efecto de las políticas públicas, lo mismo si se ha hecho algo inteligente en favor de La Liga (¿no es la marca española más global?) y genera lo que genera, puede que tenga más sentido que tenga un apoyo superior o no sea muy cuestionable, sin olvidar la sensibilidad que tiene la morosidad fiscal. Puro ejercicio para la discusión. Ni se dice si es deseable o incompatible. Curiosamente, no hace tanto Marcelo Bielsa decía esto: “El Barça es una expresión artística novedosa que ha generado cultura”. Que vuelen los puñales sobre mi, si us plau.

¿Cuánto abre la mano China a Hollywood?

3 comments

Desde la Casa Blanca a la MPAA se saluda con enorme entusiasmo el acuerdo por el cual las películas norteamericanas tendrán más ingresos y más oportunidades de exhibirse: se aumenta el número de películas del limitado cupo que podían llegar a las pantallas chinas. Parece que cobrarán más dinero por ellas. Teniendo en cuenta el férreo control de la distribución que tienen los chinos – pagando a Hollywood con su moneda – y las frustraciones que se han llevado los estadounidenses por piratería, fracasos en la creación de circuitos de salas y por la liquidación que reciben de sus películas, no suena mal aunque no parece que se abra mucho la mano. La realidad es que, como suele ocurrir, las películas americanas son las más vistas por los chinos a pesar de que su número de títulos es anormalmente reducido. Uno cree que los chinos van a tratar de seguir construyendo su industria de entretenimiento con la mirada puesta en la creación de soft-power local, regional y mundial y que regalos no van a hacer. Es curioso que los medios oficiales chinos en inglés y castellano no dicen nada del acuerdo, y mira que le dedican espacio a la visita del dirigente chino en cuestión al tiempo que sí le dedican cariño a su visita a los Lakers. Lo seguiré en los próximos días a ver la diferencia de relato que hace cada parte. Aportaciones de conocedores de la zona son bienvenidas.

Más apasionantes conclusiones de Hollywood Reporter sobre #SOPA

2 comments

La frase es interesantísima: uno de los represtantes de la MPAA admite que fueron “desbordados en hombres y armamento por el ciberespacio”. Justo a continuación se añade que están aprendiendo a tener presencia online y que ha sido “una pugna en una plataforma en la que en este momento no nos sentimos confortables y estábamos yendo justo contra los que controlan esa plataforma”. Curiosamente, la MPAA tiene un excelente blog (aunque manipulador, exorbitado, y muy pocos seguidores en twitter) capaz de reflejar con eficacia el framing anti-red de la estrategia de comunicación de la asociación de productoras. No basta, evidentemente. La derrota de imagen de Hollywood y de su representante Chris Dodd ha sido verdaderamente grande aunque, no se sabe si sorprendentemente, poco después de la suspensión sine die de la votación el FBI entrara verdaderamente a saco en Megaupload y otorgara una bella compensación. Hollywood Reporter recoge testimonios y valoraciones que indican que, el enorme poder de lobby que hacía que los capos del cine arrasaran imponiendo legislación en el Congreso, se ha hecho conforme a la vieja escuela e ignorando la realidad social de la comunicación actual. Es interesantísimo. A mi me sugiere dos observaciones, por supuesto personales: a) Cuánto se parece a la Ley Sinde o al caso La Noria: grupos de interés sin fuerza para combatir a enemigos fuertes en los pasillos se ven empoderados para influir en los decisores políticos y económicos apoyándose en la rebeldía expresada cibernéticamente y que los medios tradicionales jalean. Escribí un post sobre cómo el mundo del cine español y su ministra se equivocaba al pretender ganar la batalla de la opinión pública confiando en los medios tradicionales. Uno cree que la gente ya no se forma su opinión allí para estos casos, aunque lea y escuche. b) Es interesante el reequilibrio de las fuentes del soft-power americano: reconocen abiertamente que el enemigo a derrotar es Google, capaz de poner también dinero en la batalla de lobbies a lo que se suman servicios globales de origen americano y que es una nueva forma de influencia mundial, imposible saber ya cuánto más decisivo que los iconos que exporta la industria audiovisual yanqui. ¿Podemos verlo como un signo de los tiempos, la mutación del poder a quienes controlan las redes y no en quienes controlan la producción de gustos y modas (ideología por supuesto) a través de los contenidos? Es la razón de todas las políticas culturales del resto del mundo. Seguramente por eso, a Google le va mal en China. Después de todo, el poder de la MPAA reside en su control de la distribución en todo el mundo, eso que ahora sucede ya en la red. La guinda de la derrota de imagen ha sido la amenaza de retirar las donaciones para la campaña de Obama, un presidente que ganó su campaña frente al tradicionalismo de la Sra. Clinton en su capacidad de recaudar mucho más por la red subido en las microdonaciones de cientos de miles ciudadanos de a pie. Perdonen la cursilería: parece un friso de los tiempos que corren.