Ésta es una nota divagativa y especulativa. De verano, vamos. En sub-genre publican un artículo que titulan Transmedia: por qué no lo compro. Como un servidor ha publicado muchas cosas sobre la palabreja – hasta del cansancio sobre la palabreja – y ha sido llamado por bastante sitios para hablar sobre este asunto de trascendencia aún por determinar, parecerá que me traiciono a mi mismo. Pero no. Porque el señor autor de su no compro resume bien cosas que creo haber dicho de otra manera y que resume muy bien todo el desquiciamiento de los miles de intrépidos autores/creadores que ansían, como en el éxodo, un maná que les lleve a un nirvana creativo financiado por los demás. Lo aclaro: lo que resume es lo que hay que hacer si quieres hacer eso y que es de una vulgaridad sencillamente maravillosa, por oponerlo a obsesionarse con crear mundos y universos y plataformas de extensión narrativa. Dice: “céntrate en construir lentamente y con dolor tu base de fans.” Lentamente y con dolor, es decir, como toda la vida con la única y trascendente diferencia de que no hay que esperar a que lo decida un ejecutivo de tele o un funcionario. Y añade que aprendas y copies de lo que hacen las estrellas de YouTube – oh, anatema – a lo que puedo añadir yo – oh, nauseabundo individuo – que también se copie lo que hacen los tipos y tipas más listos del porno. Quítesele lo de base de fans, llámele audiencia (que sí, que ahora no es pasiva y todo eso) y hay que fijarse lo sencillo que es. Buena suerte en todo caso. (PD: dice este señor, no da fuente pero en algún lado debe estar, que cada año se envían 40.000 títulos a festivales: el que se siga preguntando dónde está la piedra filosofal para hacer su peliculita y se siga quejando de la muerte de la cultura es que no se ha enterado de nada).
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Transmedia pasado por agua
Comentarios desactivados en Transmedia pasado por aguaMe dice Eduardo Prádanos que me esperan como agua de mayo el próximo martes en Unidad Editorial. Me pidió que diera una sesión de su curso “Experto en Televisión Social, Acciones Transmedia y nuevas formas narrativas” y ya está pasando lo que suele suceder: la expresión transmedia genera una doble metadimensión (léase confusión) en las mentes de todos nosotros. La primera, lleva a que la palabra se convierta en una especie de aura que rodea el futuro o, al menos, nuestros mejores deseos de hacer algo con el futuro. Y que alguien te pague la historia. La segunda es que no se encuentra el botón que confirma que esto que veo/leo/oigo/hago es transmedia y que esto otro no lo es. Así que a eso dedicaré el asunto que, por otro lado, está brillantemente explicado en esta cita que tomo de un blog americano: «Transmedia es una técnica narrativa que se desarrolla a través de varias plataformas de modo adecuado a cada plataforma. El contenido se extiende simultáneamente por varios medios. No se trata únicamente de medios digitales, sino de una combinación de varios canales tradicionales o una combinación de ambos, como en el entorno radio, televisión, web, móviles, etc.». ¿La clave?: “técnica narrativa”.
El buenísimo de Eduardo Prádanos se marcó una estupenda presentación en Branducers en la que decidió sorprender a la audiencia nombrando a Cecilia Giménez productora transmedia sin saberlo. A continuación (y citándome, algo que le agradezco aunque sea inmerecido), mostró como el caso del Ecce Homo de Borja sería todo un caso de producción transmediática: el episodio reúne todos los elementos descriptivos de la cuestión transmedia y él lo asocia brillantemente para mostrar cómo existen marcas que, sin querer, se han visto desarrolladas por ello: la de Borja, la localidad zaragozana, y la de la propia Cecilia si se lleva hasta el extremo el personal branding. No es el único: leo en el blog de José Antonio Gabelas la misma interpretación. Ambas descripciones son muy ilustrativas del caso. De hecho, Gabelas sería menos rotundo que Eduardo y se hace la pregunta retórica de si realmente estamos ante un fenómeno transmedia aunque me parece evidente que él lo cree. La solución es simple: releer la introducción de Convergence Culture del profesor Jenkins nos permite comprobar como el caso de Borja es absolutamente similar al que él describe sobre una parodia de Bin Laden en el año 2001 hecha por un estudiante filipino y que termina con protestas callejeras en Oriente Medio. Y sirve la historia para mostrar cómo es la comunicación de nuestro tiempo, inevitablemente transmediática. Ayer me atrevía a señalar que la cuestión de definiciones de corrientes de trabajo tan relativamente nuevas generan enorme confusión y mucha tinta que, creo, se debe a la ausencia de trabajo real de proyectos mientras encontramos las claves para llevarlos a cabo. Así, es importante rememorar a Massimo Martinotti, quien siempre recuerda que transmedia es prácticamente cualquier cosa: basta con llevar un libro al cine. Pero que la narrativa transmediática, es decir, el propósito deliberado de contar una historia con esas características, es lo que verdaderamente cuenta: desarrollar las técnicas y claves para hacerlo, más allá de los fenómenos espontáneos. Es más, el libro que tiene en galeradas sobre cómo enfoca su trabajo, será una excelente ayuda a las agencias de comunicación y a las productoras publicitarias, porque se detiene precisamente en esos detalles, los de inventar y conducir la historia. Quedamos a la espera.
Las explicaciones que realiza David Trueba de un proyecto que él mismo constata ser “poco comercial” nos arrastran a la raíz profunda de los cambios para los creadores en la sociedad red. Añade: “Solo me quedaban dos opciones, guardar el guión en un cajón o hacerla. Y decidí seguir adelante, prescindiendo de muchas cosas y quedándome con las esenciales“. Un mantra que suelo repetir en las charlas a las que incomprensiblemente me llaman es este mismo. Vivimos en una era en la que esperar a la publicidad o a las subvenciones, por no hablar del gran entretenimiento, es perder el tiempo. O errar el tiro. O no querer ser creador. Pero el conflicto interior entre el pasado y el futuro aflora en las mentes formadas en el mundo que – creemos – se desvanece: “No es mi vocación hacer cine así, pero lo que tampoco es mi vocación es la queja y la inactividad“. El salto mortal que resta es comprender que lo irreversible es que el problema ya no es producir, sino construir audiencias. Los sistemas de apoyo a la creación y la producción se centran en incentivar que se produzca, incluso muchas buenas intenciones públicas buscan que haya medios de producción (platós, servicios de postproducción) en vez de dotar de medios para construir audiencias: si hay una audiencia, habrá un modelo de negocio y si hay modelo de negocio, aparecen los medios. Las declaraciones de Trueba sugieren que continuamos buscando – desde la perspectiva más estricta de la autoría – que otros nos resuelvan la creación de la audiencia cuando la audiencia que trabajan (para su nivel de riesgo y costes) es otra. Pase lo que pase con su interesante proyecto. Las propuestas de los pioneros del transmedia del mundo indie, insisten en no esperar: en construir piezas asequibles en coste mientras trabajas en la red el desarrollo de tu público, con productos que no son cine y que ni siquiera son ya propuestas audiovisuales, sino la creación de universos de contenido que entrañan multinarraciones en formatos múltiples. Trueba tiene la letra (“no dejes de hacerlo si crees en ello“) pero, a falta de una pregunta adecuada del entrevistador o una reflexión en otro espacio (vaya, no es culpa de uno ni de otro, seguramente no es el tema de la entrevista), nos dejamos la música: lo que hace la red es empoderar, proporcionarte un camino para buscar tu audiencia y relacionarte con ella. Ganar dinero es otro asunto, la cuestión es poder intentarlo: en el espacio en el que la distribución de tu producto pertenece o está controlado por otro, no son tus decisiones, son las de otros. Con modestia seguramente, pues casi nadie tiene capital para otra cosa, la red te permite tomar esas decisiones y ser, caramba, autor sin esperar a ser ungido por el intermediario.
Este comentario de El Mundo sobre el comienzo del Festival de San Sebastián y la naturaleza de producción de Intruders, me sugiere que las paradojas del mundo hiperconectado de la sociedad red afloran cada vez más al mainstream en forma de perplejidades y desconcierto: “¿Qué es el cine español? Hay preguntas que apenas acaba uno de plantearlas ya se está arrepintiendo… de vivir. ¿Para qué te metes? Pongamos por caso, ‘Intruders’, del canario Juan Carlos Fresnadillo, ¿es española o, por estar rodada en su mayor parte en inglés y protagonizada por Clive Owen, un hincha del Liverpool que suspira por Fernando Torres, es más bien escocesa o, mejor, sueca?”. Mientras que heredamos un concepto de cinematografías nacionales en nuestra cosmovisión (y en nuestra legislación) lo cierto es que la forma de pensar y hacer los contenidos cada día es más – inevitablemente – global. Y más sinérgico y evolutivo entre medios. Así que, si quieren entenderlo, díganse (y perdonen la pretenciosidad de esta redacción, que deben tomar como una propuesta) cine global y no español. Ni siquiera: diga audiovisual y no cine. Tampoco: diga contenidos multidispositivo, multiformato y multinarrados (o sea, transmediáticos). La palabra “cine” sostiene su privilegio como término y casi condición de prestigio intelectual, a pesar de que el prestigio real es ya de las grandes series que se ven en televisores. Mientras las barreras entre lo que se llamaba “cultura” y lo demás se borran cada día, hicimos la prueba en las calles de San Sebastián un escocés y yo preguntándole a unas jóvenes francesas (no piensen mal, se lo ruego, fue un accidente) que qué preferían, si películas o juegos. Fueron juegos, gané un vino. Postdata: un productor del mundo online la otra mañana decía “triunfar aquí no es triunfar”. Alguien me contaba que Paco de Lucía venía a decir que ser famoso en España, visto desde Nueva York, es como ser famoso en Coslada. O algo parecido. O puede que no sea verdad y sólo esté bien contado.
Nuevos debates en Noticias Transmedia
Comentarios desactivados en Nuevos debates en Noticias TransmediaSemanas de stress, el conjunto de colaboradores de Noticias Transmedia ha introducido tres interesantes entradas que no había referido: vender literatura a través de camisetas que son algo más que una camiseta, las analogías entre el mundo orgánico y el mundo digital y la explicación de las jornadas Storyworlds across media que se han celebrado en Alemania este mes.
Gracias al empeño de Fernando Carrión, este viernes y sábado se celebran en Madrid unas muy interesantes jornadas dedicadas a la narrativa y construcción de proyectos transmedia. En la agenda, personas como Lance Weiler al que se considera como uno de los grandes destinados a renovar la forma en que se crea el entretenimiento industrial; Allison Norrington, la fundadora de Story Central Digital y Rebecca Denton, trabajando en el desarrollo de proyectos para Turner en Europa. Todos mucho más interesantes que yo, pese a lo cual Fernando me pidió que diera un panorama de la cuestión en España y América Latina. En las mesas redondas, entre otros, versados amigos como Mercedes Ramírez, Haritz Rodríguez, Montecarlo, Albert Gª Pujadas, Raúl Escolano o Ferran Clavell, de TV3 Interactiva. Podrán ver, más lujos, a Ignacio González de RTVE y a Víctor López, de Vodka Capital y ex Zinkia. Me parece que no hay que perdérselo. Fernando ha hecho un gran trabajo. Todo por cincuenta euros y se puede cualquiera inscribir siguiendo las instrucciones que dan en esta página.
Actualizaciones en Noticias Transmedia
Comentarios desactivados en Actualizaciones en Noticias TransmediaUnas semanas caóticas de trabajo, junto con una consecuencia inesperada (bailes de claves de servicios anejos que he tardado en restituir y cosas por el estilo) me han hecho dejar un tanto abandonado el espacio ahora que estaban en marcha muy interesantes contribuciones de muy interesantes autores a los que debo ahora pedir disculpas e invitarles a leer: sus textos no requieren la prisa de la actualidad de todos los días, llegamos a tiempo. Por un lado, Montecarlo, (nuestro forastero favorito), nos reflexionó sobre el storytelling como alternativa a una publicidad clásica en plena encrucijada. Por otro, Fernando Carrión, incansable, realizó una excelente crónica sobre lo sucedido en Transmedia Next: Fernando andará repleto de ideas para el próximo encuentro en CAMON. En las próximas horas, José Ignacio Galán Ugartemendía, el chamán de Antropología Visual añadirá nuevos pensamientos y reflexiones sobre esta materia tan – aparentemente – escurridiza.
La otra tarde intercambié una serie de twits con Pepe Cerezo (¡gracias!): él llamaba la atención sobre cómo, a pesar del crecimiento de la idea crossmediática o transmediática, los ingresos de los medios (especialmente de la prensa) se estima que provendrán de fuentes tan tradicionales como el papel. La cuestión, para mí, no reside tanto en el mix de ingresos como en lo inevitable de la comunicación y creación de contenidos de nuestra época: si el papel da más (aunque Ballmer decía aquello de que todo sería digital en… nada), excelente, pero no veo a nadie renunciando a la web o al tablet. Otra cuestión es si en una economía digital el downsizing es inevitable y muchas empresas de medios serán inevitablemente más pequeñas. Anuncié que tenía escrita una pequeña nota que guardaba relación con el tema – la confusión de términos y cómo lo veo – que había programado para hoy y que está en Noticias Transmedia. La idea de fondo es que lo transmediático sucede, queramos o no, y que es más una actitud a la hora de pensar y crear experiencias que una invención de una técnica. Derivadamente, no pienso que estemos ante un modelo de negocio en sí mismo. A ver qué les parece.
Acabo de pasar un buen rato charlando con Mercedes porque coincideremos como ponentes en unas conferencias. A lo tonto, ha acuñado un concepto que creo que debemos extender: “transmedia de sentido común”. La expresión se origina por mencionar a esas personas que arrancan un proyecto, no han oído hablar de la palabra y resulta que su estructura y narración lo son. Es decir: se ha hecho por sentido común. El palabro transmedia sigue en vía ascendente como hype y, creo yo, que por el hecho de poner nombre a lo que la convergencia de medios e historias está provocando en las formas de narrar – de lo que sea – se tiende a sumar tecnologías y no a asumir que es la forma natural en la que crecen los contenidos hoy en cuanto no piensas que te tienes que adscribir a una tendencia. No acaba de nacer (para la publicidad, prácticamente nada a nivel local) y ya tenemos que olvidarnos del término. Decía Seth Godin el otro día que cuando la innovación deja de serlo, se ha matado la curiosidad, empieza el verdadero trabajo. Pues eso.
Transmedia: dificultades similares, entornos diferentes
Comentarios desactivados en Transmedia: dificultades similares, entornos diferentesLo más destacado del informe de conclusiones del think-tank de Power to the Pixel sobre un cierto estado del arte de la idea del transmedia como negocio es, quizá, la reducción del hype. Terminar con los líos doctrinales sobre qué es transmedia o si hay diferencia con el crossmedia, parece un buen punto de partida: use lo que quiera y no se líe, vienen a decir. Aún así se destacan los vicios de las modas: la tendencia a sumar herramientas tecnológicas o pensar que con estar en internet se tiene una narración que, de modo natural para el usuario, viaje por los medios. Eso es un parecido con nuestro entorno. El otro, la dificultad de explicar el producto a financiadores y anunciantes. ¿La gran diferencia? La presencia de representantes de ARTE, el National Film Board de Canadá, la BBC o el UK Film Council. No tenemos aquí esa involucración de nuestras instituciones audiovisuales locales.
Transmedia ascendente
Comentarios desactivados en Transmedia ascendenteQue lo santifique una agencia como J Walter Thompson permite pensar que la oportunidad para publicitarios y productores de contenidos de obtener el favor de las marcas para financiar sus proyectos puede ser algo más que una esperanza.
The Big Chill, el ARG de Massimo Martinotti en Wired
Comentarios desactivados en The Big Chill, el ARG de Massimo Martinotti en WiredSorpresa en la tarde de hoy. Wired dedica un largo artículo sobre Ready for The Big Chill, el ARG desarrollado por mi amigo Massimo Martinotti y su equipo para el lanzamiento de su nueva productora. A Massimo pudimos contemplarle en Madrid en el último FICOD donde nos ofreció una excelente conferencia sobre la narrativa transmedia y su valor para las marcas. Tengo pendiente dedicarle más tiempo y esfuerzo, pero la buena nueva es tan interesante que no podía esperar.