El debate quedaba en realidad cerrado al recordar que la cultura de la serie B era tan válida como cualquier otra y perfectamente capaz de provocar la aparición de artistas amados y respetados así como obras de esas que cambian la conciencia de occidente y parte del extranjero. Todos estos temas, incluídos los del escándalo moral que crean fenómenos como el de Belén Esteban, los participantes en Gran Hermano y los golpes de cilicio con los horarios infantiles protegidos, a mí siempre me han parecido puro humo.
Umberto Eco, en Apocalípticos e Integrados , ya advertía de esta idealización elitista de la cultura:
Y no carece ciertamente de motivos buscar en la base de todo acto de intolerancia hacia la cultura de masas una raíz aristocrática, un desprecio que sólo aparentemente se dirige a la cultura de masas, pero que en realidad apunta a toda la masa.
Advierto que no está al alcance de cualquiera tirar la primera piedra. En ese debate, Goio daba cuenta de los vídeos del Dr. Repronto, toda una construcción intelectual para explicar lo que pasa con la Cultura y la cultura muy oportuna en medio de este debate social tan angustiado. Nuestras élites sienten como verdadera una presunta amenaza apocalíptica de muerte de la cultura por la extensión de las infracciones de ese constructo jurídico llamado propiedad intelectual. Pero ¿sabrán a qué se refieren? Parece que el mismo Dr. Repronto ha sido tan amable de aportar los enlaces y yo creo que debo dejar espacio para lectores como ustedes, que dedican tiempo a estas disquisiciones y se toman la molestia de ser provocados. No sé si mucho o poco.
Primero LA cultura y después la Contracultura.
Créditos: la foto pertenece a la galería de chanchán 222, distribuida con licencia CC.