- Los tres proyectos no son comparables entre sí. Ni su historia, ni sus ambiciones ni sus recorridos. Poner toda la desgracia junta porque vienen curvas, no me parece que permita ver el bosque.
- Qué Vida Más Triste termina su temporada y alguna fuente que manejo me dice que no hay decisión para la siguiente temporada. Pero, aunque hubiera una decisión contraria a su continuidad, sería de por sí un éxito. El primer contenido que pasó de la red a los grandes medios con un éxito más que razonable: hoy se ve superado por los números globales de la cadena pero, en su origen, se desempeñó con mucha fortaleza. Como todos los contenidos, tiene sus ciclos, si se ha terminado ha quedado ahí. Y resulta ser un tipo de piezas muy dadas a su repetición constante, algo como lo que pasa con Camera Café salvando los tamaños de audiencia.
- Balzac no cierra ahora. En realidad, lleva meses inactivo y todo conocedor un poco de la realidad que le rodea tenía claro que la continuidad era compleja. Una confirmación ahora al calor de otras circunstancias no mueve una realidad que ya estaba medio anunciada.
- Nikodemo ha atravesado serias dificultades financieras y, hasta lo que sé, ha tenido – o tiene – muchos elementos de desarrollo comercial que han quedado interrumpidos por las circunstancias que rodean la economía y las entidades financieras. Lo que nos lleva a una reflexión sobre el capital ¿riesgo? que ha entrado en empresas de contenidos en el internet español, sea Nikodemo, Balzac o, por qué no, Soitu.
- Un antiguo emprendedor americano, de esos visionarios del primer internet, me dijo una vez que no se trataba del dinero, sino de la calidad del dinero. Al ver el papel de distintas entidades financieras y sus fórmulas de financiación a emprendedores de empresas en sectores innovadores y de alto riesgo cabe preguntarse frente a lo que estamos: ¿es verdadera gestión de riesgo o es publicidad institucional? ¿Se adoptan criterios de lo que los especialistas en inversión llamarían equity y no riesgo? ¿No son las pequeñas cantidades que se invierten gotas en el océano de los grandes activos de estas organizaciones que un día están organizando conglomerados para Bolsa y otros en su obra social? ¿No genera eso un acercamiento a los proyectos carentes de la mentalidad entre tiburonesca y loca del venture capitalist? Las bases del Open Talent del año pasado invitaban únicamente a la suspicacia.
- La retirada, incumplimiento de algunos compromisos (o, si no eran compromisos, las opciones de ejercerlos) que parecen mucho más motivadas por las circunstancias bancarias que la estricta observación de los proyectos parece, a poco que se hable con los afectados, mucho más probable que la viabilidad o no de las empresas. Pregunta al aire: ¿por qué Blip.tv consigue en EE.UU. en tercera ronda 10 millones de dólares perdiendo dinero desde hace años y nuestros proyectos no? Aquí hay proyectos que no pueden respirar casi ni un año. Difícil corregir errores, construir equipos, aprender de mercados que son nuevos.
- Lo que lleva a seguir pensando en la calidad e idoneidad de estos inversores de riesgo en forma de cajas de ahorro o de imagen institucional en apoyo a emprendedores. ¿De verdad eran tan malos los planes de negocio? Un inversor de riesgo invierte, sobre todo, en un equipo humano capaz de sacar adelante un plan y, especialmente, de cambiarlo a medida que cambian las circunstancias. Un inversor de riesgo debe ponderar si el armazón de equipo que plantea el proyecto es suficiente y está cualificado como tiene que estar. El emprendedor visionario debe ser complementado por ejecutivos con experiencia. Si no estás dispuesto a financiarlo dando seguridad para atraer profesionales o si no sabes estimar qué le falta a un equipo, ¿qué hacéis invirtiendo? Es mi sensación. Me agradaría tener opiniones. Lo que está claro es que un modelo como el que vio nacer a Twitter o Google, el de crear audiencias y servicios consolidados antes siquiera de ver cómo se ganaba dinero, no es algo que se pueda hacer aquí. Y lo triste es que Nikodemo y Balzac, con sus limitaciones para crecer, tenían públicos enormemente fieles.
- Si estos inversores de presunto riesgo y caracter institucional no son demasiado buenos, ¿por qué los clásicos inversores del internet español no entran en estos sectores? Con el nivel de inversión que suelen tomar y con las características del sector, con toda claridad: hacen bien en no hacerlo, es mejor entrar en otros proyectos más sencillos de rentabilizar.
- Pero, si tan complicado es ¿no ha sido absurdo entrar en ellos? ¿no se ha ocultado una realidad? Los proyectos de vídeo son complicados porque no hay mercado de pago solvente y la publicidad exige tales volúmenes a precios tan bajos que la producción de contenido original sólo puede… malvivir. Si añadimos que el dinero de anunciantes prefiere ir a contenidos de vídeo de máxima preferencia del público generalista y que no es otro que los que ya hacen las televisiones, el modelo publicitario clásico es inviable. Pero no por falta de audiencia: Adrián Segovia sabrá decirnos, pero uno tiene la sensación de que hay revistas temáticas con audiencias equivalentes o incluso inferiores a Cálico Electrónico y de periodicidad de edición similar que ingresan varias decenas más de miles de euros. Lo que nos llevaría a las peculiaridades del mercado publicitario, los hábitos, las estructuras de decisión, la personalidad de los decisores, etc.
- Por supuesto, un emprendedor y un inversor deben vivir con el mercado que tienen, no con el que idealmente debieran tener. Que en países de referencia sea más fácil, o más lógico, o más adecuada la mirada sólo nos llevaría a que habría que buscar el dinero allí y no aquí. Pero el discurso público se llena de declaraciones en pos de economías sostenibles, nuevos modelos productivos, eventos masivos y popularísimos que parecen diseñados para el espectáculo y no para facilitar que estas opciones de inversión tengan un tratamiento que podamos considerar realista: yo, ignorante de mi, cada vez que veo algo sobre La Catedral de las Nuevas Tecnologías, sus vídeos y sus azafatas en congresos, sus rehabilitaciones de edificios, sólo pienso en operaciones inmobiliarias y cosmética pública y no en desarrollo de empresas, innovación y tecnología. Deseo que me lo rebatan. Que parte de ese dinero estuviera destinado a que una industria de contenidos local (que tanto se dice sobre ella, sobre su necesidad) se pudiera desarrollar con ambición en el español global pues no parece mala idea.
- Mientras esto ocurre, las entidades de gestión consiguen cifras millonarias de dinero público para crear modelos y servicios no demasiado originales que pretenden sostener estructuras productivas cuestionadas por la sociedad. Pero, lo que es peor, cuentan con ingresos monstruosos procedentes de dádivas como el canon y porcentajes de gasto obligatorio en actividades de fomento de su actividad que, generalmente, terminan en competencia desleal contra el sector privado (¿se puede competir contra servicios que son sostenidos por entidades con ingresos que no vienen del mercado y establecidos por prerrogativa legal?) o en canapés y premios de autobombo.
- La vida es más compleja e interesante no obstante. Albert Gª Pujadas, una de las almas de Nikodemo, ya está resucitando de las cenizas y tomando elementos de lo que era el proyecto Nikodemo de largo plazo y relanzándolos por su cuenta y riesgo. Agoranews sobrevive más que decentemente adoptando una posición central en el mercado de servicios para el directo de entidades públicas y corporaciones. El Cocinero Fiel es el caso más relevante de marca personal desarrollado en vídeo y que genera ingresos de otras actividades gracias a la promoción que le produce su trabajo audiovisual. Tendencias TV sigue existiendo y también Titanlux Tv. Lost in Bilbao es otro caso de productora que tiene una tarjeta de visita que le permite prestar otros servicios. ADNStream es un agregador que se mantiene con ingresos recurrentes y con posibilidades serias de poder convertirse en algo (y digo esto siendo consciente de las posibilidades que tiene de no serlo). Otros hay por ahí que lo intentan y que alcanzan repercusionres que les permitirá desarrollar modelos económicos alrededor de su talento. Acaba de anunciarse GlobbTV. Es decir, mueren iniciativas, pero otros siguen o se mueven buscando su espacio en una forma de distribución de contenidos que tiene todo su recorrido todavía pendiente.
- Aún así, fijémonos que son emprendimientos que, con la salvedad de ADNStream, no tienen o no parecer tener capacidad para alcanzar una escala de capital riesgo. Entendiendo por capital riesgo la presencia de inversores institucionales interesados en volúmenes de negocio que permitan opciones de salida con retornos a la altura del riesgo. La mirada al vídeo como un mundo sin barreras futuras de acceso está provocando la entrada de muchos actores en el mercado. Mucha gente que vende la idea de de canales a la vieja usanza y de canales propios. Ahí está Televeo, que tiene respaldos de lo más significativo. Y el crecimiento de la conexión de la red al televisor atrae a gente como Blusens y atraerá a más.
Por favor, no me comparen Nikodemo y Balzac con la televisión. Es otra cosa. Son productores de contenidos que trabajan en entornos multiplataforma. La psique televisiva lleva a que queramos seguir viendo al vídeo en comparación y competencia con la televisión tradicional y se consume de forma completamente distinta. No, no hay que pensar en WebTV como mundos paralelos a la oferta de TDT y cable, sino como mundos de comunicación que se imbrican en espacios convergentes en los que los jugadores de esas ofertas instaladas también van a jugar… con las reglas de internet. Y el público, al final, se supone que le dará igual de dónde venga nada, hará su consumo a medida, en tiempo, espacio y compañía. A todo esto, y así son los negocios, también es probable que Nikodemo y Balzac tuvieran que cerrar necesariamente.
Actualización: Yorokobu publica una excelente entrevista con Albert García Pujadas que explica muy a fondo el caso Nikodemo.