Estas notas elevadas están provocadas por una sencilla y tradicional forma de cooperación entre El Cosmonauta (guerrilleros de sueños) y Filmin (navegantes en pos de una nueva Ítaca). Son unos simples vídeos de promoción que dejo aquí. Verlos juntos me lleva a provocar más a Filmin (por poner un ejemplo) y plantear, ahora que tantos se preguntan por la viabilidad de los portales de cine independiente, una visión que, seguramente, forma parte del convencimiento interior de quiénes lo hacen.
El futuro del producto independiente no puede ser, para algo como Filmin, la mera exhibición, sino un centro que congregue un ecosistema al servicio de un nicho. Si se ofrecen para dar salida a quienes no tienen distribución para estrenar directamente online (¿cómo puede seguir una estructura industrial que hace que se produzca algo que no puede garantizarse su salida al mercado?), la evolución natural es conformar espacio para legitimar y construir el espacio a quienes no tienen ya mercado natural: seguir la estela de Vodo y de Indiegogo a sumar la inicial de Filmin y conformar un modelo de negocio alrededor de ello. Eso implica restar reputación a la sala como lanzadera y, con toda probabilidad, cambiar el concepto de festival de cine. Lo dejo apuntado.
Descubre el laboratorio de Filmin from Filmin on Vimeo.