El buzz, el shareware, la vida…
Toda la vida usando y descargando software creado por anónimos benefactores de la vida que hacen las cosas por el placer de hacerlas y la satisfacción que producen; toda la vida viendo como ponían avisos para pedir donaciones que ayudaran voluntariamente a cubrir los costes para que, ahora, media blogosfera trate despiadadamente a quienes no hacen sino seguir su camino.
Tiene que ver con un socio que siempre se desentendió de la empresa y que le falló a Anil de Mello (el fundador de mobuzz) en un momento crítico, en el que habiendo encontrado una salida a la situación, impidió que pudiera hacerse realidad.
Y como todo ocurre a la vez y nadie es perfecto, Jack Lemmon, a perro flaco todo son pulgas:
…nos obligará también a concentrar más esfuerzos en otras áreas de gestión de la compañía, especialmente en la comercial, que se ha de convertir en la forma de garantizar nuestro futuro..
Los negocios son creatividad, esfuerzo y riesgo. Son errores, definir prioridades, elegir en la incertidumbre. Son obras incompletas sometidas a la crudeza de la última línea de la cuenta de resultados. Pero si no lo intentas no puedes equivocarte. Alguien me dijo que toda empresa que aparenta fallecimiento mantiene en algún lugar una pequeña llama, un rescoldo, que puede devolverle la vida. Hablamos de start-ups, emprendimiento e innovación y, al final, están los seres humanos y la vocación por decepcionarse los unos a los otros.