Netflix como cultura corporativa
Ha sido bastante sorpresa que una serie de personas me hayan dado algunos votos en el concurso de Bitácoras como mejor blog de negocios: no esperaba que esto que, efectivamente, habla de negocios audiovisuales estuviera en la perspectiva de quienes votan por blogs empesariales y bursátiles. Es igual, agradeciendo por supuesto el interés de todos los que se han tomado la molestia y que deja a este blog en una posición sorprendente, especialmente en su primera ronda, hace tiempo decidí que no participaría en estas cosas. No por nada especial, simplemente no es mi guerra: suerte a los concursantes y que gane el mejor.
Dicho todo esto porque pocas veces va a haber en este blog una entrada tan dedicada a «gestión pura», por llamarlo de alguna manera, como ésta: hablo de negocios y estructuras del mercado audiovisual pero creo que nunca lo he hecho de management, algo que me retrotrae a mis comienzos profesionales en los que hablar, como hoy, de cultura corporativa se puso de moda. Y ha llovido. Los hombres cambiamos poco, la tecnología mucho.
Gracias a Diego Mariño tropiezo con esta presentación de Netflix en la que venden sus valores y actuaciones. Siendo, en mi opinión, el modelo a estudiar y la vanguardia de los cambios en la transición entre distribución física y online, merece siempre la pena entender cómo se ven a sí mismos. No me olvido de Hulu, claro, en ese carro de empresas a seguir.