Winelibrary.tv y la marca personal
Escrito por Gonzalo Martín el 15 abril, 2010 – 17:449 Comentarios
Gary Vaynerchuck es el creador de Winelibrary.TV, uno de los videoblogs más famosos y de más éxito del mundo, especialmente por sus contribuciones al desarrollo de su marca personal y la de su establecimiento de vinos. El señor Vaynerchuck ha explicado su manera de emplear la web y los medios sociales para conseguir todo eso y traducirlo en ventas reales. Lo hace en su libro Crush it y he publicado una reseña sobre él en el blog de Ultimatemedia, un proyecto de IMADE y el Cluster del Audiovisual de Madrid.
[…] This post was mentioned on Twitter by Gonzalo Martín. Gonzalo Martín said: Una pequeña reseña sobre Crushit y Winelibrary.tv para @ultimatemediaes http://ow.ly/1yUVl […]
esta semana publicamos post sobre video wine marketing y sin lugar a duda gary es el ejemplo a seguir. http://www.onioncomunicacion.com/2010/04/13/video-marketing-para-vender-vino-online-ver-y-catar/
Comentario intrascendente de viernes tarde. A través del enlace de Ultimatemedia llegué al El Cocinero Fiel. Tiene buena pinta. Me gustaría saber si conoce los secretos de la compota con pimienta.
Un poco más en serio, ayer alguien muy representativo de las TIC en Galicia, decía que no creía en los modelos de nogocio. Aún no estoy suficientemente preparada para dar la réplica adecuada. Una lástima.
Difícil de responder porque ¿A qué se refiere con que no cree? Aceptando una definición hasta ambigua de modelo de negocio, haberlos haylos, no es cuestión de creer. A lo mejor se refiere a que atenerse a una única forma de ganar dinero, o a obsesionarse con la idea de que tu modelo de negocio es uno y nada más que uno perdiendo oportunidades por no ser flexible tiene interés. Pero creo que si una empresa no tiene una idea clara de cómo genera ingresos y gestiona sus costes… Eso es un modelo de negocio.
Al leer tu respuesta y revisar lo que yo había puesto (ciertamente demasiado ambiguo) me di cuenta de que en realidad ya me habías contestado con exactitud en uno de los primeros comentarios que hice en tu blog. Concretamente en el post del 20 de marzo «Lapiceros, teclados y cámaras: el bricoleur audiovisual».
Al preguntarte sobre las organizaciones empresariales, sobre todo las específicas tu respuesta fue:
¿Te refieres a ese entramado de redes clientelares en promiscuidad con el estado y los sindicatos, con comportamientos de dudosa calificación en el reparto de subvenciones, cuotas de las nóminas y privilegios? Conste que son la otra cara de los sindicatos en la defensa del mismo marco: capitalismo de amigotes/redes clientelares.
La cooperación es un camino inevitable. En Las Indias creen que el camino pasa por la democracia económica y el empleo del cooperativismo.
En realidad esas redes clientelares son «su» modelo de negocio, por eso supongo que les importa una mierda el resto, mientras lo suyo se mantenga. Pero hay cosas que oírlas en alto «duelen de…».
Cuando dejé el comentario aún no había podido digerirlo. Y encima ayer fue cuando me di una vuelta por las indias. Entre eso y la saturación de rutas oficiales que tengo, hoy mordería.
Y lo peor es que parte del enfado es conmigo, por eso busco oxigeno en fuentes que me ayuden a recuperar la perspectiva. Tu blog es una de esas fuentes en las que además de enfocar, aprendo.
Creo que ya comenté una vez que me faltan conocimientos específicos en el sector, así que gracias por tu paciencia. Y por el detallazo del otro día 😀
El interés de La Sociedad de las Indias Electrónicas es que es, sin duda, el espacio de elaboración intelectual sobre la sociedad red, sus consecuencias políticas y económicas (y, por tanto, organizativas) más osado y práctico de cuántos se pueden encontrar en español e inglés. No leo otros idiomas, y en español, que me perdonen, voy a incluir las lenguas ibéricas (los indianos lo llaman latoc). Hay muchos pensadores interesantes, tanto a nivel académico como bloggers muy bien pensantes (Castells en los primeros, Freire entre los bloggers por poner un caso) pero aquí se lleva a la práctica.
Lo importante a entender es que ellos buscan un camino propio, que no tiene que ser el tuyo. Pero lo que sí será tuyo es el mismo análisis de problemas y circunstancias, de las consecuencias de una sociedad tecnológica. ¿Lo esencial? Si asumes determinadas consecuencias de la sociedad red y quieres tener una organización que se enfrente a ella, una organización que no sea sólo su fundador, su jefe o su líder, por muy «participativo» que sea, por muy buenos esquemas de compensación que tengas al esfuerzo de tus colaboradores, por muy buena identificación que haya, pasa por el debate entre iguales. Y, si es entre iguales, el sistema de toma de decisiones tiene que reflejarlo.
Precisamente, la opción por el comercio, por el capitalismo como manera de entender la prosperidad, pasa porque sea real y es ahí donde termina el capitalismo de amigotes: los jugadores de ventaja que son una constante en la lucha de todo pequeño empresario por salir adelante. Ver la corrupción, los concursos dados de antemano, un sistema fiscal al servicio del poder temporal de políticos temporales que en la práctica son perpetuos, te rebelan. Si no puedes con ellos, no te unas, sepárate y crea tu mundo, tu entorno y tu comunidad para asegurarte tu prosperidad y tu libertad sin depender de ellos: en eso consiste gran parte del acervo indiano. O así lo entiendo yo.
Como comparto la misma idea sobre el obsceno poder estatal y su intervención, el mismo desprecio a los monopolios y a las coaliciones de amigos cerrando el mercado, no puedo dejar de sentirme identificado.
[…] resulta que hoy en sus respectivos blogs, Gonzalo habla de Winelibrary.tv y la marca personal y Andrés en ¡Hay que tener muy poca vergüenza! dice que “menos asesores de […]
[…] Y a todo esto también me llevó Gonzalo cuando, hablando de cooperación, me recomendó darme una vuelta por La Sociedad de las Indias Electrónicas. ¿Una vuelta? Ya me estoy […]
[…] democracia económica. Y a todo esto también me llevó Gonzalo cuando, hablando de cooperación, me recomendó darme una vuelta por La Sociedad de las Indias Electrónicas. ¿Una vuelta? Ya me estoy preguntando […]