La Nueva Industria Audiovisual

Me envía Alf de Faq-Mac esta referencia a un vídeo publicado por Mashable acerca del consumo conectado. O mejor, sus problemas. Supongo que viniendo de un site tan leído debe andar por todas partes, pero me parece muy pertinente dejar(me) un par o dos de pensamientos sobre la cuestión.

El vídeo pretende ser una especie de investigación cualitativa sin todas las exigencias y costes de un proyecto científico acerca de las reacciones de familias normales y corrientes ante el consumo conectado y como sustitutivo de las cuotas de cable. Obviamente, la casa creadora del vídeo ha adquirido una considerable notoriedad y publicidad acerca de sus servicios de marketing pero lo que han hecho es extremadamente interesante. Si se sacan un trabajito de una de las firmas mostradas para saber con más detalle por qué no gustan sus aparatos, habrán hecho el mes.

Porque el resultado es previsible, pero concretamente previsible. La cuestión de si es posible desconectarse del cable y seguir consumiendo como si tal cosa desde los servicios radicados en la red ha habido mucho debate y ruido en la red americana. Los datos no muestran ningún efecto sustitución aunque los bárbaros que vemos con buenos ojos el fin de la televisión lineal como paradigma del consumo siempre estamos atentos a que la posibilidad sea real. Minorías que somos.

Al final, el consumidor promedio es el que hace y deshace. Encuentra los dispositivos lentos, complicados y, sobre todo, no encuentran los shows que quieren ver porque no está la oferta al completo. Buenas personas que no descargan, es obvio. Las dos primeras no son verdaderamente decisivas especialmente ante condicionantes de precio, pero la ausencia de catálogo con lo que quieres ver, eso sí termina con todo: es el (gran) contenido, estúpido.

Se muestran también los usuarios confortables con el consumo pasivo típico de la tele online: sentarse, pasar canales y olvidarse. Uno cree que eso es una actitud muy clara y que subsisitirá, pero ese consumo aleatorio a la espera de un gancho de atención se podrá hacer (se hará) con mecanismos de recomendación sugiriendo otra entrada si lo que tienes no te gusta. O no te basta. O se acaba.

Si las familias elegidas fueran usuarias más activas de la red (se supone que no) seguramente veríamos otros resultados. A mí se me ocurre alguna familia española de ese tipo, empeñada en hacer lo que quiere con lo que ve. Pero eso que llamamos mainstream, aunque tengan un ipad en las rodillas y el chateo multitasking de rigor, no está para complicarse la vida. De hecho, es sorprendente como ese reduccionismo que llamamos la red – y que se corresponde con el universo con el que cada uno tuitea, se bloguea o se pone emoticonos – dedica un montón de tiempo a ser dos-punto-cero con los contenidos de los grandes medios. No está mal cuando por la mañana escribes sobre el armagedon inminente de los medios tradicionales. Pero, claro, hablo de mi red.

An Experiment In Cord Cutting from Hill Holliday on Vimeo.