Sanedrín (otra forma de ver el conflicto de paradigmas)
En el desayuno de hoy, esta crónica sobre un nuevo encuentro entre personalidades de la cultura sobre la cuestión de nuestro tiempo: la propiedad intelectual y su persecución (otros lo dan en llamar protección, perdón por la ironía). Si en esta página presentábamos el debate – el griterío colectivo – como conflicto de paradigmas, este relato lo presenta de forma evidente en la mirada de la única visión disidente:
…si yo me atocino la tarde del domingo con mi novia en el cine viendo una peli cualquiera, estoy valorando la cultura porque pago por ella. Y si me paso dos semanas traduciendo y subtitulando mi serie preferida para compartirla en la Red, no soy más que un despreciable consumidor parásito que está hundiendo la cultura…
El disidente efectúa un corolario:
Lo que hay aquí es una élite que está perdiendo el monopolio de la palabra y de la configuración de la realidad. Y sus discursos traducen una mezcla de disgusto y rabia hacia esos actores desconocidos que entran en escena y desbaratan lo que estaba atado y bien atado. Ay, qué cómodas eran las cosas cuando no había más que audiencias sometidas. Pero ahora los públicos se rebelan: hablan, escriben, se manifiestan, intervienen, abuchean, pitan, boicotean, silban…
Tomando por bueno el relato, el hecho de que haya quince personas y únicamente una forma diferente de pensar corrobora que no existe el gusto, el deseo, la mera inquietud por entender al otro, sólo la idea de construir un bastión. Es decir, se corroboraría el sentimiento de por qué en España no es posible hacer un cuestionamiento público de la materia pero en otros países sí. Igualmente, se corroboraría la dificultad de discutir paradigmas cuando sólo se pretende negar que exista alternativa. Otro día debiéramos hablar de esa idea de trabajadores de la cultura en cenáculos privados con atún rojo y, por supuesto, pagados con el dinero de los mismos que pagan las subvenciones de la cultura. Señores/as de a pie.
Cuando hablas de personalidades de la cultura estás hablando de gerentes de la industria.
Si pulsas en el enlace original verás que, en este caso, son personalidades de la cultura.
Ay, la fina línea entre cultura y entretenimiento…
Era Bertolt Brecht el que decía que el arte, si era bueno, era entretenimiento. Si no lo cito mal.
[…] This post was mentioned on Twitter by Antonio Delgado and others. Antonio Delgado said: RT @jdelacueva: Sobre la cena de marras: Sanedrín (otra forma de ver el conflicto de paradigmas) por @gonzalomartin http://goo.gl/b1k2u … […]
Hoy en «El Ojo Crítico» ha hablado Arcadi Espada de parte de este artículo y de alguna otra cosa, impresionante es poco decir, se ha permitido decir que no se debía insultar, pero ha llamado «populacho» a los internautas, y otras lindezas del estilo. No he podido terminar de oírlo, pero me ha «estomagado» la posesión de la verdad que transmitía el interfecto
corrección, sobre el artículo de Amador Fernández-Savater
Y me temo que había un disidente porque no se habían enterado de quien era,es hijo de Savater, este le escribió aquello de Ética para…pues será de los nuestros, el hijo progre del otro, que ya no nos vale porque se codea con los de UPyD. O eso o el que preparó la agenda de invitados era un cabroncete bastante cachondo.
Mmm, pero es que Savater padre forma parte del Sanedrín.