Ni siquiera Allen ha dicho que está de acuerdo o que vaya a hacerlo pero ya hay quien ha optado por buscar nueve millones de dólares para que en Jerusalén como lo ha hecho en Barcelona, Londres, París y Roma. Otros nueve hasta totalizar los dieciocho que sería un presupuesto típico del neurótico judío neoyorquino deberían ponerlo ricos hacendados. La historia la relata Los Angeles Times y me descubre, de paso, otra plataforma de financiación que asume otra forma de verticalidad: Jewcer, ocupada en financiar proyectos de/para la comunidad judía global. De hecho, la campaña arranca en Los Ángeles, capital del negocio del cine, un negocio controlado históricamente por multitud de personalidades judías. ¿Es importante? Puede serlo y mucho. Si un autor de esta talla acepta y es capaz de ser financiado en esas cantidades todo el mundo de lo que llamamos cultura cinematográfica se habrá puesto patas arriba. Por algo más: las motivaciones. Se quiere dar un imagen de Jerusalén diferente a la ciudad de los conflictos que – también – es. Comunidades de intereses buscando difundir un conjunto de relatos e ideas sobre sí mismos y financiados por voluntad de la gente. Comunidades – la judía en este caso – diseñando instrumentos de financiación comunitarios para fortalecerse. Son parte de las previsiones de la sociedad red. No me digan que no es emocionante. Van dieciséis mil dólares. Yo voy a aportar.
12 julio, 2012 11:08 PM
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1. Escrito por Gonzalo Martín
12/Jul/2012 a las 11:24 PM
Siempre ha podido ser una gran jugada publicitaria, pero…
2. Escrito por Dany Campos
12/Jul/2012 a las 11:31 PM
¿Por qué nadie se ha planteado aún (seguro que sí) ofrecer participación en beneficios a los micromecenas? ¿Es un pitote administrativo o que, simplemente, la cosa no es operativa? Gracias, Gonzalo.
3. Escrito por Gonzalo Martín
13/Jul/2012 a las 12:01 AM
Es un tema escabroso porque cuando tu haces una petición pública de dinero puedes entrar en determinados supuestos que exigen registros públicos y cumplimiento de normativas financieras. De hecho, esta es una de las razones por las que se ha hecho una reforma en Estados Unidos, de forma que con determinados límites no haya que pasar por una SEC.
Este es un mundo pendiente de desarrollo. Ya sabes que escribo que hay que borrar la idea de “limosna” y “donación” para centrarse en soporte y preventa. Pero tiene una condición: tiene que ser “emocional”: sin valores asociados al proyecto y soportados por una comunidad de seguidores no funcionará. Lo que exige unas dosis de credibilidad y honestidad brutales, mucho más allá del buen fin del dinero. Tiene que culminar las aspiraciones éticas y/o estéticas del “contribuyente”. Supone una forma de comercio que obliga a una ética brutal.
4. Escrito por Gonzalo Martín
14/Jul/2012 a las 6:25 AM
Actualizan la situación con unas declaraciones nada exhaustivas ni demasiado concluyentes del entorno de Allen diciendo que puede ser una posibilidad pero que está “a lo suyo”, haciendo sus siguientes películas.
Lo destacado es que el número de donantes crece muy, muy despacio. Cuarenta hoy, veinticuatro ayer. Veintitres mil dólares en este momento.